La anorexia de la lengua
Si la diplomacia europea parece m¨¢s sutil que la estadounidense se debe a que nuestro continente ha debido atender incalculables conflictos de fronteras, religiones y lenguas. Los norteamericanos nos parecen m¨¢s toscos por falta de ese ejercicio hist¨®rico de la ambig¨¹edad -diplom¨¢tica o no- que tanta literatura y complicaci¨®n ha generado.
Hablar, dialogar, conversar. Casi cualquier cosa parece capaz de resolverse mediante la palabra. Pero se trata de una palabra tan promiscua como susceptible de suscitar un variado sabor. ?sta es la riqueza del lenguaje, el don de la polisemia.
En el amor, los europeos han practicado mucho el galanteo mientras los norteamericanos son, por lo com¨²n, m¨¢s directos. ?Sexo? ?No sexo? Un c¨®digo de conducta en el Antioch College de Ohio prescrib¨ªa en 1995 que aquel de la pareja que deseara besar a su partenaire deb¨ªa confesarle antes su deseo para recibir permiso. La preferencia por lo expl¨ªcito, el gusto por los templos desvestidos e iluminados, contrasta con las catedrales cat¨®licas y sus claroscuros.
El pragmatismo actual
El lenguaje mult¨ªvoco es centro de la cultura europea. La simplificaci¨®n que nuestra juventud hace actualmente del lenguaje es una proyecci¨®n m¨¢s de la pragm¨¢tica norteamericana y de la universal cultura pop. Las abreviaturas de los SMS y los e-mail, los emoticones y los grafismos semejantes, evitan dudas. Son tan sencillos como eficaces.
Del antiguo lenguaje se pasa a un t¨² a t¨². Pr¨¢cticamente todos los ¨¦xitos en la nueva tecnolog¨ªa de la comunicaci¨®n, desde el iPod a la wifi, han eliminado sonidos o espacios, sintetizado m¨²sicas y atrezzos. La tendencia poda las ramas de las oraciones y copia el lenguaje tecnomilitar del "positivo" o "negativo". ?Empobrecimiento del idioma? ?A qui¨¦n le importa? Cualquiera de las aprehensiones que provoca el alud de faltas ortogr¨¢ficas, el decir sincopado o los errores de dicci¨®n forman parte del mismo fen¨®meno de destrucci¨®n. El fen¨®meno que elimina del habla su prosapia, del concepto su irisaci¨®n y de la emoci¨®n numerosas especies vivas.
De igual manera que en la tradici¨®n el sabor evoc¨® el saber, el sabor simplificado de hoy permite concebir un paladar universal. Como la world music o el ingl¨¦s de mil voces, el espa?ol va adquiriendo el car¨¢cter de la comida r¨¢pida o del low cost y con ello va adelgazando hasta la anorexia apropiada a la inmediatez de su circulaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.