Recordando el futuro
Hist¨®ricamente, el cine de ciencia-ficci¨®n, como ya adelanta su enunciado, ha sido ficci¨®n. En 1969, la m¨ªtica pel¨ªcula del g¨¦nero 2001, una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, sedujo a los espectadores de todo el planeta por su mensaje metaf¨ªsico y filos¨®fico, por su elucubraci¨®n acerca del origen del hombre pero no porque la gente creyera realmente que hab¨ªa un monolito negro que nos conectaba con una fuerza extraterrestre. El lento pero definitivo impacto del filme de culto Blade Runner (Ridley Scott, 1982), basado en la novela de Philip K. Dick ?Sue?an los androides con ovejas mec¨¢nicas?, tiene que ver con todo lo contrario. Es la pel¨ªcula que abri¨® un nuevo cap¨ªtulo para el cine de anticipaci¨®n, tratando de recrear un hipot¨¦tico 2019 desde la factibilidad. La sociedad que describe est¨¢ sacada de las preocupaciones de futuro inmediato de la gente en los a?os ochenta, muchas de las cuales se convertir¨ªan en los grandes debates del arranque del siglo XXI. La noche perenne y la lluvia constante vaticinan el cambio clim¨¢tico. La presencia insoslayable de la publicidad en el paisaje urbano, el poder de las transnacionales, el incremento de los fen¨®menos migratorios, los peligros de la manipulaci¨®n gen¨¦tica (en un tiempo preoveja Dolly) o la suposici¨®n de una masificaci¨®n de asi¨¢ticos en Occidente derivada del creciente poder del yen frente al d¨®lar en aquellos a?os eran algunos de los elementos que hac¨ªan de Blade Runner un filme de ciencia-ficci¨®n realista, un t¨¦rmino que hasta entonces carec¨ªa de sentido.
'Gattaca' brinda una visi¨®n aterradora de un mundo perfecto. La pulcritud y la carencia de emociones crean un panorama inhumano
El rodaje de Blade Runner fue un caos de proporciones descomunales y le ocurri¨® lo m¨¢s terrible que le puede ocurrir a una producci¨®n: sus hacedores no cre¨ªan en ella. El presupuesto escaso, las intensas jornadas de trabajo y las malas relaciones entre el equipo, encabezado por Harrison Ford y Sean Young y el director Ridley Scott cimentaron la idea de que era una pel¨ªcula gafe. Su estreno fue un fracaso taquillero en Estados Unidos pero un ¨¦xito en el extranjero. La cr¨ªtica estaba dividida. Y aunque es sin duda un hito cinematogr¨¢fico, el lugar donde Blade Runner se hizo leyenda fue en las estanter¨ªas del videoclub. En v¨ªdeo se hizo de culto. Tanto, que cuando el VHS declin¨®, se escogi¨® como una de las primeras usadas para la promoci¨®n del DVD, el sistema que se impuso. Tambi¨¦n es la pionera de una nueva modalidad de la industria: el llamado director's cut (corte del director). Todo por una casualidad. En 1989, un ejecutivo de la Warner Brothers descubri¨® una copia en 70 mil¨ªmetros, que meses m¨¢s tarde envi¨® a un cine de la cadena Cineplex Odeon, que la hab¨ªa solicitado en ese formato para un festival. Para sorpresa de todos, aqu¨¦lla no era la misma Blade Runner sino una copia que se supon¨ªa era la que Scott hab¨ªa presentado originalmente a los productores como definitiva y que luego fue modificada por razones comerciales. Entre los hallazgos destacaban tres: la eliminaci¨®n de la perenne voz en off, la inclusi¨®n de un sue?o de Ford con un unicornio (clave para conocer la identidad real del personaje) y, sobre todo, un contundente final no feliz. El mismo Scott fue a verla y dijo que no se trataba exactamente de la versi¨®n que ¨¦l hab¨ªa so?ado y los de la Warner le animaron a un relanzamiento autorizado bajo el denominativo director's cut, en 1992. La existencia de tantas versiones y leyendas ha generado una enorme cantidad de material, que recientemente ha sido recogido en un pack, autoproclamado definitivo, que contiene nada menos que cinco discos, con todas las versiones y una incre¨ªble cantidad de material adicional.
El estilo de realismo de Blade Runner ha sido imitado hasta el punto de crear toda una corriente del cine de anticipaci¨®n. Aunque su alcance ha sido menor, Gattaca (Andrew Niccol, 1997), que tambi¨¦n acaba de ser reeditada en DVD por Sony, se ha ido convirtiendo en una pel¨ªcula de culto. Razones no faltan. Elegante y sofisticada, se aleja de los t¨®picos para derrumbar el sue?o cient¨ªfico y sociol¨®gico de la sociedad perfecta. Ambient¨¢ndose en "un futuro no muy lejano", Niccol describe un mundo donde existe la posibilidad de concebir un hijo a la carta, uno donde los padres deciden factores est¨¦ticos como sexo, color de pelo y piel y eliminan toda posibilidad de gordura, calvicie, tendencia a la violencia o cualquier disfunci¨®n como miop¨ªa o taquicardia. Prefabrican un hijo perfecto. En este contexto, los nacidos naturalmente y llamados ir¨®nicamente "hijos de Dios" son los no v¨¢lidos, una nueva clase social discriminada que desplaza a los negros y a los pobres. Aqu¨ª ya no importa la raza, la capacidad econ¨®mica o las aptitudes. Importa el gen. En esta nueva sociedad poblada por gente de inteligencia superior, la pesta?a de un no v¨¢lido puede ser el detonante de su desgracia.
Es lo que le ocurre a Vincent (Ethan Hawke), un "hijo de Dios", que naci¨® defectuoso para los par¨¢metros de esa sociedad. Sin embargo, reniega de su condici¨®n gen¨¦ticamente equivocada, queriendo materializar su sue?o de ser astronauta en la corporaci¨®n Gattaca. Para su ventaja, los v¨¢lidos no son invulnerables y a trav¨¦s de un abogado de trapicheos gen¨¦ticos da con uno ca¨ªdo en desgracia tras un accidente (Jude Law), un nadador profesional que se ha quedado paral¨ªtico y necesita que un no v¨¢lido le suplante en la sociedad para poder seguir gozando de los beneficios de ser un privilegiado. As¨ª, Vincent se transforma en ¨¦l y sortea los constantes chequeos de orina y sangre de la empresa llevando artilugios con los fluidos de su benefactor gen¨¦tico pero, pocos d¨ªas antes de la misi¨®n, aparece asesinado uno de los ejecutivos de Gattaca y los investigadores encuentran su pesta?a, lo que pone en peligro su identidad.
Puede que la an¨¦cdota de Gattaca luzca un poco forzada pero su m¨¦rito reside m¨¢s en su visi¨®n aterradora de un mundo perfecto. Los espacios enormes y minimalistas (curiosamente, el edificio sede de Gattaca es el Marin County Civic Center in San Rafael, dise?ado por Frank Lloyd Wright en 1957), las luces blancas, la pulcritud enfermiza y la carencia de emociones aut¨¦nticas de los v¨¢lidos crean un panorama inhumano, una sociedad fr¨ªa y distante donde no hay posibilidad de equ¨ªvocos. Cuando el intruso conoce a una chica v¨¢lida (Uma Thurman) y surge una atracci¨®n mutua, ella le da un pelo y le dice "ll¨¢mame si sigues interesado". Y Vincent descubre que las relaciones amorosas en el mundo de los perfectos no se inician con un beso sino analizando un pelo. Los detalles cuidados de su producci¨®n (la m¨²sica de Michael Nyman, la escalera de caracol de la casa de Jude Law que simula al ADN) y su apuesta por una humanidad con sus defectos y errores hacen de Gattaca una pel¨ªcula alejada de los t¨®picos, abriendo posibilidades m¨²ltiples a una ciencia-ficci¨®n realista que inaugur¨® Blade Runner y que ha continuado con t¨ªtulos m¨¢s recientes como C¨®digo 46, de Michael Winterbottom, o Hijos de los hombres, de Alfonso Cuar¨®n. -
. Warner. Hay dos versiones: un malet¨ªn de 5 discos con la versi¨®n USA 1982; montaje internacional 1982; corte del director 1992; el documental D¨ªas peligrosos. Creando Blade Runner, folleto, escultura Unicornio, carta firmada por Scott; y una versi¨®n comprimida de dos discos.
Gattaca. Sony. Un disco con seis escenas eliminadas y tres reportajes.
Blade Runner. Montaje final. En DVD y Blue-Ray
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