El mejor cuentista en tinta castellana

Carlos Gim¨¦nez ten¨ªa dos a?os cuando termin¨® la Guerra Civil. Su padre, que trabajaba en un taller de soldadura aut¨®gena y el¨¦ctrica, hab¨ªa muerto un a?o antes, dejando viuda y tres hijos en Madrid. Carlos, que era el peque?o, creci¨® en el barrio de Lavapi¨¦s hasta que su madre, Marcelina, ingres¨® en un sanatorio, enferma de tuberculosis. Carlos, que ten¨ªa cinco a?os, fue enviado a diferentes colegios de Auxilio Social, donde permanecer¨ªa hasta los 14. All¨ª se aficion¨® a los tebeos, copi¨¢ndolos descubri¨® su habilidad para pintar y, sobre todo, aprendi¨® que el dibujo era una v¨¢lvula de escape, un m¨¦todo de supervivencia. A su infancia y adolescencia, aquel tiempo de carencias, castigos y fanatismo religioso, dedic¨® Paracuellos, la obra que supuso su consagraci¨®n y que hoy es un cl¨¢sico. Paracuellos signific¨® para Gim¨¦nez el inicio de un camino dedicado a hacer historietas con sus propios guiones y partiendo de sus tormentas interiores. 36-39. Malos tiempos II es la segunda y soberbia entrega de una tetralog¨ªa dedicada a la Guerra Civil. El escritor y guionista Hern¨¢n Migoya asegura que este volumen lo confirma como "el mejor cuentista en tinta castellana". Tiene raz¨®n. Su lectura perturba y conmueve.

36-39. Malos tiempos II se centra en el asedio a Madrid por las fuerzas franquistas. Una ciudad habitada por mujeres, ni?os y ancianos, sometidos al bombardeo constante de la aviaci¨®n de Franco y de la Legi¨®n C¨®ndor alemana y al ca?oneo de la artiller¨ªa situada en la Casa de Campo. El frente estaba a escasos kil¨®metros, y por Madrid cabalgaban el hambre, la enfermedad y la muerte como los jinetes del Apocalipsis. Eso significa la guerra y de eso habla este libro. No hay fechas ni batallas, sino las historias de los vecinos, de quienes ten¨ªan hijos y no sab¨ªan si al d¨ªa siguiente seguir¨ªan vivos, de quienes enloquecieron por inanici¨®n, de quienes enmudecieron por el miedo... Gim¨¦nez cuenta el asedio de Madrid como si abriera ante nuestros ojos el ¨¢lbum de fotos de la familia para ense?arnos de d¨®nde venimos y qui¨¦nes somos. Habla de nuestros padres y de nuestros abuelos. Habla de todos nosotros. En las historias que relata no hay fusilamientos ni tiros de gracia. No hay tanques ni batallones ni regimientos en marcha. No hay pa?uelos rojinegros ni camisas azules, ni estrellas rojas ni hoces ni martillos, ni cruces ni detente balas, ni banderas tricolores ni banderas rojigualdas, ni medallas milagrosas. No hay gritos de ?viva Espa?a! y s¨®lo en una ocasi¨®n se canta La Internacional. No hay a¨²n ni?os hu¨¦rfanos. Lo que hay es fr¨ªo, terror, miseria, bombas y, sobre todo, hambre, mucha hambre. Racionamiento, mercado negro, estraperlo. Y el aullido permanente de las sirenas.

Gim¨¦nez es un excelente narrador visual, un serio documentalista y un analista inmisericorde y tierno. Sus vi?etas, de trazos en¨¦rgicos y en blanco y negro, muestran la oscuridad que cegaba la ciudad en las noches de invierno, cuando caminar por sus barrios era como andar dentro de un frasco de tinta china. Y reflejan con id¨¦ntica precisi¨®n el d¨ªa a d¨ªa ag¨®nico de sus habitantes. Pero tambi¨¦n captan el mundo extraordinario de los ni?os, esa mezcla de alegr¨ªa y terror, de inocencia y crueldad, de juego y supervivencia, que el autor ha descrito magistralmente a lo largo de su obra. Porque las calles destrozadas de Madrid, vac¨ªas de perros y gatos, estaban llenas de cr¨ªos. Carlos Gim¨¦nez es una figura fundamental del c¨®mic para adultos. Ser¨ªa de justicia que le entregaran el Premio Nacional del C¨®mic. O del tebeo, como a ¨¦l le gusta llamarlo. -Se?al y ruido

Neil Gaiman, gui¨®n. Dave McKean, dibujo

Astiberri. Bilbao, 2008

94 p¨¢ginas. 20 euros

El escritor Neil Gaiman y el ilustrador Dave McKean llevan muchos a?os colaborando. Son tan buenos en lo que hacen -sus palabras y sus im¨¢genes- que el lector de sus obras ha de esquivar permanentemente el peligro de leer y no mirar, o a la inversa. Una novela gr¨¢fica exige asimilar todo a la vez antes de seguir adelante. Se?al y ruido trata de un director de cine a quien le diagnostican una enfermedad mortal cuando est¨¢ a punto de empezar a trabajar en la pel¨ªcula m¨¢s importante de su carrera. Sabe que no llegar¨¢ a rodarla y, sin embargo, decide trabajar en el proyecto hasta su ¨²ltimo aliento. Se encierra en casa y empieza a visualizar la historia en su cabeza mientras escribe el gui¨®n. En su imaginaci¨®n cobran vida los habitantes de un pueblo europeo que, durante el ¨²ltimo d¨ªa del a?o 999, aguardan el fin del mundo a medianoche. Se?al y ruido te cuenta cosas que desear¨ªas no saber, pero lo hace de tal modo que no puedes levantar los ojos de la novela y sigues pasando p¨¢gina tras p¨¢gina, igual que el director visualiza su pel¨ªcula en la cabeza, hasta terminar. Fascina y asusta. Gaiman y McKean crean a tu alrededor un silencio donde resuena la voz interior del protagonista. Y es imposible no sentir que el cineasta, mientras espera el fin del mundo, te habla. Se?al y ruido recibi¨® el Premio Eisner y ha sido llevada al teatro y a la radio.

Por Sole¨¢ (2.5)

Antonio Navarro

Edicions de Ponent. Alicante, 2008

80 p¨¢ginas. 19 euros

Por desgracia, Antonio Navarro es autor de poca, poqu¨ªsima, obra. Apenas unos ¨¢lbumes dispersos, hechos la mayor¨ªa hace ya cuatro lustros, en esa ¨¦poca donde el c¨®mic viv¨ªa el final de un sue?o en que prometi¨® abundancias que nunca llegaron. Cuando muchos apenas comenzaban a admirar su exquisito trazo y la sensibilidad con la que abordaba sus historias, desaparec¨ªa durante a?os para, por sorpresa, volver con peque?as joyas como Por Sole¨¢, publicada hace ya m¨¢s de una d¨¦cada casi de tapadillo, en formato peque?ito, en blanco y negro. Luego, para nuestra desolaci¨®n, se desvanec¨ªa de nuevo. Y ahora reaparece con una nueva versi¨®n de aquella obra, t¨¦cnicamente diferente, a mayor tama?o y color, con p¨¢ginas redibujadas, pero manteniendo todas y cada una de las caracter¨ªsticas que hicieron de ella una obra para recordar. Navarro transforma sus l¨¢pices en una guitarra que marcar¨¢ el ritmo a un cantaor imaginario, que nos contar¨¢ la triste historia de Curro, el palmero, y su amor imposible por la bella Sole. Notas que van sonando con mayor intensidad a medida que la pasi¨®n crece y se entrecruza la desgracia y la muerte. El dolor lo invade todo en este escenario oscuro de una Espa?a que todav¨ªa viv¨ªa con las heridas abiertas de la Guerra Civil. Dolor que alimenta la rabia de la venganza, desvelada por el ritmo de la m¨²sica, cada vez m¨¢s cruda y desconsolada, en un crescendo que acabar¨¢ con la ¨²ltima rima del cantaor, con el coraz¨®n encogido por la pena.

Klezmer 2. Feliz aniversario, Scylla

Joann Sfar

Norma Editorial. Barcelona, 2007

128 p¨¢ginas. 16 euros

Entre los jud¨ªos del este de Europa naci¨® la m¨²sica klezmer: melod¨ªas melanc¨®licas y, al tiempo, rabiosamente alegres que interpretaban los m¨²sicos ambulantes con sus violines y clarinetes. Posee una energ¨ªa hipn¨®tica en la que se unen el lamento y la risa, lo espiritual y lo terrenal. Una peculiar banda de m¨²sica klezmer protagoniza esta novela gr¨¢fica del franc¨¦s Joann Sfar, autor de otras series tan brillantes como El gato del rabino, La mazmorra o El min¨²sculo mosquetero. Forman la orquesta dos estudiantes que han sido expulsados de su escuela talm¨²dica por robar; un antiguo m¨²sico del ej¨¦rcito polaco, que responde al nombre de Bar¨®n de Mis Nalgas, y una hermosa joven que ha huido de las r¨ªgidas costumbres de su aldea. A ellos se une un gitano que ha escapado por los pelos de ser ahorcado por los cosacos. Los cinco m¨²sicos vagan por los caminos huyendo de los peligros que les acechan mientras tocan y cuentan. Juntos llegan a Odessa, donde son contratados para actuar en un palacete donde se celebra el cumplea?os de la anciana se?ora Scylla. A lo largo de la noche habr¨¢ champ¨¢n, cosacos, amor, relatos y hasta la muerte har¨¢ una breve e impactante aparici¨®n. Sfar consigue transmitir la hipn¨®tica energ¨ªa dionisiaca de la m¨²sica mediante dibujos de poderosos trazos y vivos colores, incre¨ªbles personajes y un ritmo que confirma que estamos ante el primer c¨®mic klezmer de la historia.