"Somos conscientes de que esto quedar¨¢ para la historia"

El blanco inmaculado de las ropas de un beb¨¦ de apenas dos semanas contrasta con el verde oliva del uniforme de la soldado ?ngela. El ni?o mira at¨®nito por primera vez a su t¨ªa, ella un mar de l¨¢grimas. ?ngela es una de los 106 militares, la mayor¨ªa de la Agrupaci¨®n T¨¢ctica Ceuta, que ayer llegaron a Sevilla desde Pr¨ªstina, la capital de Kosovo.

El primer contingente que vuelve de su misi¨®n de paz en el pa¨ªs balc¨¢nico -los d¨ªas 14, 17 y 21 regresar¨¢ el resto- ha patrullado sobre todo las carreteras y calles de Istok (donde se encuentra Base Espa?a, al oeste), aunque tambi¨¦n las de Mitrovica, al nordeste, de mayor¨ªa serbia. Vuelven siendo testigos de un hecho hist¨®rico: la declaraci¨®n unilateral de independencia de la ex provincia serbia. Reconocen la trascendencia del momento que han vivido en primera persona -"somos conscientes de que esto quedar¨¢ en los libros de la historia", dice el legionario Chic¨®n-, pero no opinan sobre la pol¨¦mica de su presencia en un pa¨ªs que Espa?a no reconoce: "Son cosas que a nosotros no nos incumben. Hemos hecho nuestro trabajo", a?ade Chic¨®n.

Los soldados espa?oles, integrados en una fuerza multinacional de la OTAN, con 17.000 efectivos, en Kosovo desde la guerra de 1999, no han percibido una especial tensi¨®n en sus zonas. En alguna de ellas se encuentran enclavados peque?os n¨²cleos de poblaci¨®n serbia, una minor¨ªa concentrada en el norte de Kosovo, que representa el 8% de la poblaci¨®n, de mayor¨ªa albanesa.

Han sido cuatro meses de misi¨®n. La situaci¨®n se fue enrareciendo cada vez m¨¢s hasta la independencia. Cuando el nuevo pa¨ªs contaba con tan s¨®lo un mes, Mitrovica tom¨® la delantera de los disturbios. El 18 de marzo fue uno de sus momentos culminantes. Un polic¨ªa ucranio muri¨® en los enfrentamientos en una explosi¨®n de violencia que dur¨® varios d¨ªas. Y un guardia civil espa?ol que intent¨® salvarle la vida se hizo h¨¦roe. Un centenar de la Agrupaci¨®n Ceuta particip¨® en los refuerzos de la zona. Pero ni en esas circunstancias consideran que sus vidas estuvieran en peligro. "Riesgo de enfrentamiento sab¨ªamos que no ten¨ªamos". El principal enemigo, reconocen, "son las carreteras. Es a lo ¨²nico que ten¨ªamos miedo, porque est¨¢n en muy mal estado". Pero hostilidad, ninguna.

"M¨ªrale, ha perdido 10 kilos", farfulla en el aeropuerto de Sevilla una madre que camina tras un soldado de casi dos metros. Mientras, la soldado ?ngela abrazaba a su sobrino y segu¨ªa llorando, y el legionario Chic¨®n se acordaba de otros ni?os, los de Kosovo.