Otro 'caso Mari Luz' es posible

La repetici¨®n de un caso Mari Luz, en el que un delincuente pueda reincidir ante la pasividad de la justicia y la descoordinaci¨®n de las administraciones, es un hecho que no descarta nadie que conozca c¨®mo funcionan los tribunales en Espa?a. Sin embargo, unos juzgados tienen m¨¢s n¨²meros que otros para que se produzca esa situaci¨®n.

Uno de ¨¦sos es el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de Badalona, que acumula decenas de denuncias sin que la juez titular, Mar¨ªa del Pilar Mart¨ªn Abella, haya iniciado su tramitaci¨®n. En otros casos ha tardado meses en mirarse las diligencias y cuando lo ha hecho ha sido para inhibirse o acordar un tr¨¢mite sin trascendencia. Esta pasividad ha provocado en algunos casos la prescripci¨®n del supuesto delito.

Otra denuncia por romper una orden de alejamiento acab¨® prescrita

Un caso de violencia dom¨¦stica sufri¨® el "puro peloteo" judicial

Un caso de maltrato infantil tard¨® 10 meses en investigarse

Una supuesta agresi¨®n de 'skins' acab¨® en falta un a?o despu¨¦s

Quien ha denunciado la situaci¨®n no es un abogado resentido por alguna decisi¨®n de la juez, sino otro juez, Gregorio Mar¨ªa Callejo, que se declara hastiado de lo que est¨¢ ocurriendo. Por eso ha enviado un escrito muy cr¨ªtico al presidente de la Audiencia de Barcelona, Jos¨¦ Luis Barrera, en el que expone lo que califica de "casos absolutamente escandalosos" y de "puro peloteo" entre juzgados.

?stos son algunos de esos asuntos, a los que ha tenido acceso EL PA?S.

- Un abuelo sospechoso. M. A. N. es un hombre de 65 a?os que est¨¢ procesado y pendiente de juicio por supuestos abusos sexuales contra su nieta, de cinco a?os. El 21 de marzo de 2007 la fiscal¨ªa le denunci¨® por agresiones f¨ªsicas y vejaciones contra otro nieto, avaladas por un informe m¨¦dico. El caso fue a parar al Juzgado n¨²mero 4, que tard¨® 10 meses en abrir diligencias previas y adoptar la primera decisi¨®n: pedir a los Mossos d'Esquadra que averiguasen el domicilio del abuelo. A los dos d¨ªas ya ten¨ªa respuesta. El pasado 28 de marzo, la juez se inhibi¨® argumentando que no se sab¨ªa en qu¨¦ fecha hab¨ªan ocurrido los hechos y lo envi¨® al Juzgado n¨²mero 1, porque fue el que en su d¨ªa tramit¨® la denuncia por los abusos.

El juez Callejo se ha quedado el caso y ya ha acordado que declaren el abuelo, los padres del ni?o y la profesora que ten¨ªa, y que el forense reconozca al menor. El juez dice en su auto que la Ley de Enjuiciamiento Criminal no ampara el cambio de juzgado, porque la supuesta agresi¨®n sexual y el maltrato f¨ªsico son dos hechos sin ninguna analog¨ªa y han de ser dos asuntos distintos. Tambi¨¦n advierte de que se trata de una "argumentaci¨®n arbitraria" de la juez y de que no es la primera vez que recibe un asunto de la compa?era "con un retraso escandaloso", lo que comunica a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a.

- Una agresi¨®n de 70 euros. El 25 de diciembre de 2006 entr¨® en el Juzgado n¨²mero 4 un atestado de los Mossos d'Esquadra en el que una mujer denunciaba que su hijo, menor de edad, hab¨ªa sufrido cuatro d¨ªas antes una paliza de unos skins que le pretend¨ªan arrancar unas insignias anarquistas. La polic¨ªa identific¨® al autor, pero no lo localiz¨®. La primera actuaci¨®n de la juez fue al cabo de 14 meses, el 19 de febrero de 2008, para ordenar una diligencia sin importancia: la tasaci¨®n del tel¨¦fono m¨®vil del agresor, que ¨¦ste perdi¨® en la trifulca y la v¨ªctima recogi¨®. Se valor¨® en 70 euros y la juez decidi¨® que era una falta; como su juzgado no celebra estos juicios, se inhibi¨® el 10 de marzo. El juez Callejo ha abierto diligencias previas, cree que puede existir un delito de robo con violencia y censura "la absoluta ligereza" de la colega.

- Denuncia prescrita. El 19 de noviembre de 2004 entr¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de Badalona la denuncia de una mujer porque su marido hab¨ªa quebrantado una orden de alejamiento. Cuando la juez Mart¨ªn Abella lleg¨® a su actual destino, hace poco m¨¢s de 16 meses, el asunto llevaba dos a?os paralizado, pero ella tampoco hizo pr¨¢cticamente nada, al margen de solicitar los antecedentes del denunciado. El pasado 2 de abril envi¨® el caso al juez Callejo: ya hab¨ªa prescrito.

- Como la falsa moneda. ?ste es un ejemplo de la m¨¢s absoluta desidia judicial. El Juzgado de Violencia Dom¨¦stica de Badalona recibi¨® el pasado 25 de enero un asunto procedente de Barcelona que databa de febrero de 2007. La juez se inhibi¨® en favor del de Instrucci¨®n n¨²mero 4 el 14 de febrero. Una semana despu¨¦s, ¨¦ste se lo devuelve, y el 13 de marzo, ella se lo quita de encima y lo vuelve a enviar al juzgado de donde vino. El 18 de marzo, el de Instrucci¨®n n¨²mero 4 se lo devuelve de nuevo, "s¨®lo que parece que se equivocan de destinatario y me lo env¨ªan a m¨ª", dice el juez Gregorio Mar¨ªa Callejo. "Es decir, m¨¢s de cinco resoluciones de puro peloteo del asunto", concluye.

- 48 devoluciones de golpe."Todos estos ejemplos no son sino la punta del iceberg de una masiva devoluci¨®n de asuntos y de una masiva presentaci¨®n de cuestiones de competencia", dice el juez. El 5 de marzo de 2008, por ejemplo, la juez Mart¨ªn Abella le devolvi¨® 48 asuntos que le hab¨ªa enviado porque eran denuncias o partes de lesiones fechados cuando ella estaba de guardia. ?sas son las normas de reparto en los juzgados de Badalona y las que aplic¨® el juez Callejo, quien explica la diferencia entre el verbo remitir, al que alude la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y recibir, al tiempo que recuerda que el criterio es el mismo que aplica la juez cuando entran los asuntos estando ella de guardia.

- Tres a?os despu¨¦s. Un detenido con antecedentes denunci¨® en mayo de 2007 dos "brutales palizas" de la polic¨ªa. La juez estuvo 10 meses sin tocar el asunto, hasta que decidi¨® inhibirse en favor del Juzgado n¨²mero 1, porque cuando supuestamente pasaron los hechos era el que estaba de guardia. El juez Callejo ha asumido el asunto ante lo "escandaloso" de la actuaci¨®n judicial. Explica que el hombre tard¨® m¨¢s de dos a?os en denunciar, pero cree que merece un respeto y que la justicia no puede dar carpetazo al asunto sin hacer nada.