El Gobierno de Aguirre le pide que se lance

S¨®lo ella tiene la ¨²ltima palabra, pero si se deja llevar por lo que escucha cada d¨ªa, Esperanza Aguirre debe de estar muy animada a tirarse a la piscina y presentarse como candidata alternativa a Mariano Rajoy para tomar las riendas del PP. No s¨®lo entusiastas como el diputado Antonio Beteta la empujan a hacerlo.

Pr¨¢cticamente todos los consejeros regionales est¨¢n en esa l¨ªnea, con su vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez, a la cabeza, seg¨²n explicaron varios de ellos a EL PA?S. Entre los m¨¢s cercanos, s¨®lo Francisco Granados, secretario general del PP de Madrid, lo ve demasiado complicado.

"Un congreso de 3.000 personas no se puede controlar", dijo un consejero

"En cuanto haya dos candidaturas, algunos barones se decantar¨¢n por ella"

Ese entusiasmo qued¨® en evidencia el pasado jueves. El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid termin¨® pronto, a eso de las 11.30, y Aguirre invit¨® a sus consejeros a un caf¨¦, de forma muy inusual, para hablar de un asunto que hasta ese momento s¨®lo hab¨ªa tratado con los m¨¢s cercanos -Gonz¨¢lez, Granados, Isabel Gallego, su responsable de comunicaci¨®n-.

All¨ª estaban Juan Jos¨¦ G¨¹emes, Manuel Lamela, Engracia Hidalgo, Luc¨ªa Figar, Beatriz Elorriaga, G¨¢dor Ongil, Ana Isabel Mari?o, Santiago Fisas, Alberto L¨®pez Viejo y Paloma Adrados. La presidenta fue muy cr¨ªtica con la situaci¨®n del partido, seg¨²n cuentan algunos presentes. Dijo que ella s¨®lo hab¨ªa querido abrir el debate de ideas porque cre¨ªa que Rajoy estaba gestionando muy mal la situaci¨®n poselectoral.

"Tenemos a la militancia muy enfadada. Estamos perdiendo votos a chorros. No podemos dar la imagen de partido anquilosado, de que perdemos las elecciones y nos dedicamos a aplaudir m¨¢s que antes. Nuestra gente ha pasado cuatro a?os muy movilizada porque cre¨ªa que la derrota era culpa del 11-M. Tenemos que dar una imagen ilusionante. El congreso debe ser un revulsivo", recuerdan que dijo.

Entonces hablaron ellos. Y uno tras otro -Gonz¨¢lez se hab¨ªa bajado a dar la rueda de prensa y Granados ten¨ªa que encargarse, como consejero de Interior, de un incendio en Aranjuez- todos la animaron a dar el paso. Varios de ellos, incluidos algunos con mucho peso en el Ejecutivo regional, pronunciaron una misma frase, seg¨²n recuerdan los que reconstruyen la reuni¨®n para EL PA?S: "Si logramos los 600 avales obligatorios para presentarse, ganas seguro, presidenta".

Entre los consejeros de Aguirre hay personas muy cercanas a Rodrigo Rato, como Juan Jos¨¦ G¨¹emes. Por eso en el partido muchos dirigentes piensan que la mano derecha de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en los 90 est¨¢ con la presidenta. Fue Ana Isabel Mari?o, otra ratista, quien introdujo el nombre de Rato en esa reuni¨®n: "Rodrigo est¨¢ alucinado con lo que est¨¢ pasando", coment¨®. En el PP corre por todas partes el malestar que el ex vicepresidente econ¨®mico est¨¢ trasladando porque Rajoy nunca le ha pedido que le ayude y por c¨®mo est¨¢ gestionando la derrota electoral del 9-M. La convicci¨®n de que si se consiguen los avales, la victoria est¨¢ asegurada, fue mayoritaria.

Otros consejeros coincidieron con una idea que le han escuchado a Gonz¨¢lez: "Un congreso de 3.000 personas es algo imposible de controlar por el aparato". Fisas, mientras, insisti¨® mucho en que hab¨ªa que reflexionar sobre los resultados en Catalu?a.

Despu¨¦s de un largo debate en el que s¨®lo algunos matizaban que tal vez conven¨ªa esperar un poco m¨¢s porque si no ella quedar¨ªa "como la mala de la pel¨ªcula", Luc¨ªa Figar le pregunt¨® si a ella realmente, en lo personal, le apetec¨ªa asumir el reto. Entonces Aguirre se confes¨® ante sus consejeros. "Mirad, tengo muchas presiones. Me lo est¨¢ pidiendo mucha gente. Me animan amigos, militantes, empresarios, periodistas... Si os digo la verdad, a m¨ª no me apetece nada. Mi hijo se casa en julio, quiero tener m¨¢s tiempo para la familia, fines de semana m¨¢s tranquilos..."

Algunos empezaron a pensar que eso era un no. Pero luego lleg¨® la puerta abierta que dej¨® a todos muy buen sabor de boca y la convicci¨®n de que la decisi¨®n final ser¨¢ un s¨ª: "No me apetece, pero en la vida no siempre he hecho lo que me apetec¨ªa", cerr¨® Aguirre.

Granados, que no estaba en esa reuni¨®n pero s¨ª intercambia opiniones con muchos consejeros y pertenece al c¨ªrculo al que la presidenta consulta las decisiones importantes, es menos entusiasta que sus compa?eros. ?l es el hombre de aparato, el responsable del partido en Madrid y el encargado, si llega el caso, de hacer las llamadas pertinentes a los dirigentes provinciales -mucho m¨¢s importantes en un congreso de 3.000 personas que los barones auton¨®micos, seg¨²n coinciden varios expertos- para buscar apoyos para Aguirre.

Granados, seg¨²n explican otros consejeros y diputados que han hablado con ¨¦l en estos d¨ªas, cree que para lanzarse a la piscina, Aguirre deber¨ªa tener garantizado el apoyo al menos de alg¨²n bar¨®n regional para que su candidatura tuviera m¨¢s fuerza. Los entusiastas que le rodean replican que eso s¨®lo suceder¨¢ cuando Aguirre d¨¦ el paso al frente. "Nadie quiere arriesgarse ahora que ella a¨²n no ha anunciado que se presenta. Pero en cuanto haya dos candidaturas algunos barones se decantar¨¢n por Aguirre", sentencia un consejero madrile?o. "El grupo parlamentario est¨¢ m¨¢s tranquilo ahora, pero en cuanto se anuncien dos candidaturas se dividir¨¢", sentencia un veterano diputado.

Lo que m¨¢s ha animado a los aguirristas, y preocupado al entorno de Rajoy -que de inmediato le ha preparado al l¨ªder una campa?a por toda Espa?a para reforzar su autoridad y obligar a los barones a retratarse a su favor- es la entrada en juego de Francisco ?lvarez-Cascos, el ex secretario general, un hombre que lo fue todo en los 90 y a¨²n tiene predicamento en los cuadros medios del partido. A¨²n sin decantarse por Aguirre, Cascos dijo que no se puede "enterrar por aclamaci¨®n" el necesario debate tras la derrota electoral.

El que con m¨¢s fuerza la empuja, seg¨²n coinciden todos los consultados, es Ignacio Gonz¨¢lez, que la acaba de acompa?ar en su viaje oficial de dos d¨ªas a los Emiratos ?rabes. ?l es el hombre fuerte del Gobierno y el aspirante natural a suceder en el cargo a la presidenta si ¨¦sta lo deja por responsabilidades mayores. Los enemigos de Gonz¨¢lez quieren ver en esa posibilidad el motivo de su entusiasmo con la candidatura. Lo cierto es que no est¨¢ solo en la convicci¨®n de que el ¨¦xito es posible. Tiene a casi todo el Gobierno con ¨¦l. Pero ella tiene la ¨²ltima palabra.