"El artista no tiene vacaciones, est¨¢ siempre alerta"

Elena Ochoa Foster llega puntual¨ªsima a la cita ma?anera. Apenas se la ve en el inmenso Bentley, acurrucada como est¨¢ leyendo papeles de ¨²ltima hora. Pero en cuanto baja, explota una cascada de vitalidad y fuerza. Aparece hermos¨ªsima y muy segura de s¨ª misma apenas una hora antes de presentar la exposici¨®n Blood on paper: the art of the book (Sangre en papel), en la que ha estado trabajando dos a?os y en la que se presentan libros hechos por una cuarentena de artistas y que quiere representar "el arte de avant-garde".

Antes del convenido desayuno en la cafeter¨ªa del Victoria & Albert Museum, en el centro del Londres m¨¢s chic, se ofrece a hacer de exclusivo cicerone mientras da las ¨²ltimas instrucciones a sus colaboradores, saltando del castellano al ingl¨¦s sin darse cuenta. Siempre mira directamente a los ojos mientras casi abruma con mil peque?os detalles de cada obra, desde la memorabilia de Francis Bacon al libro-explosivo de Cai Guo-Qiang.

La mujer que gan¨® la fama hablando de sexo se vuelca ahora en el arte del libro

El tiempo azuza pero ella no mete prisas. La foto es importante y no duda en sacarse los zapatos y subirse a la tarima para posar a trav¨¦s de Nueva religi¨®n, un libro-escultura de Damien Hirst que domina una de las cuatro secciones de la exposici¨®n. "Toma, agu¨¢ntame la chaqueta... y el collar", pide con naturalidad, como si nos conoci¨¦ramos de toda la vida.

El desayuno se queda en un caf¨¦ manchado con una gota de leche sentados en una esquina del museo. Ella, sin az¨²car. Este corresponsal, con sacarina. Hablamos de su nueva profesi¨®n como editora de libros de arte y fotograf¨ªa. O no tan nueva, aunque en Espa?a muchos a¨²n la identifican con su programa de televisi¨®n, con el que educ¨® en cuestiones de sexo a millones de espa?oles.

"Hay que ver la evoluci¨®n vital y profesional como un camino. Cada decisi¨®n que tomas es un riesgo y en 1995 tom¨¦ la decisi¨®n de dejar 20 a?os de carrera acad¨¦mica y dedicarme a explorar el mundo del libro, que siempre me hab¨ªa fascinado y que siempre, como la fotograf¨ªa, hab¨ªa formado parte de mi vida", explica. "No fue un salto en absoluto", matiza, harta ya del encasillamiento, "los libros siempre han estado conmigo y en mi casa me he rodeado de ellos. Lo que no sab¨ªa es c¨®mo hacerlos. Y tuve que aprender".

"Fueron muchos a?os explorando c¨®mo se hace un papel, c¨®mo inventar nuevas formas y espacios, lograr la confianza de los artistas, el explorar, el intentar y que te salgan las cosas fatal. Para el libro de Chillida, por ejemplo, hice 26 prototipos, en papel mach¨¦, en piedra, en cuero... No es que de repente decidas hacer un libro o saltar al arte, es la constancia, la perseverancia y el mantenerte siempre alerta. La curiosidad. Y tener qu¨ªmica con el artista con el que trabajas. Si no, apaga y v¨¢monos. No funciona".

Elena Ochoa cree en el arte, pero no en los milagros. "Con la inspiraci¨®n no basta. No conozco a ning¨²n artista que pueda crear una obra interesante, constante, coherente, visionaria, si no hay un trabajo arduo detr¨¢s. De investigaci¨®n, de exploraci¨®n, y a diario. Como me dec¨ªa ayer Charles Sandison, el artista no tiene vacaciones. Est¨¢ siempre en alerta, buscando informaci¨®n desde que se levanta: puede ser el color, la forma, el encaje de una fotograf¨ªa, depende".