Una profesora origin¨® el brote de tuberculosis en la guarder¨ªa coru?esa

Una profesora con una tos persistente fue el origen del brote de tuberculosis que contagi¨® en A Coru?a a 16 ni?os de la guarder¨ªa en la que trabaja, la Escuela Infantil Municipal Arela, y a otros siete de otros centros que estuvieron en contacto con ella en actividades extraescolares.

De esos 23 ni?os, diez desarrollaron la enfermedad. Dos permanec¨ªan ayer hospitalizados en la unidad de Neumolog¨ªa del Hospital Abente y Lago de A Coru?a y los dem¨¢s reciben tratamiento ambulatorio. La Conseller¨ªa de Sanidade considera controlado ese episodio, que se detect¨® hace algo m¨¢s de un mes y asegura que todos los a?os se producen varios brotes en ¨¢mbitos escolares. Las autoridades sanitarias s¨ª reconocen que no es habitual un n¨²mero tan elevado de afectados. Y eso que la profesora que transmiti¨® el bacilo s¨®lo permanec¨ªa diez minutos en cada aula.

"Llevaba tiempo tosiendo, y como hab¨ªa huelga de m¨¦dicos de atenci¨®n primaria, esa compa?era fue por urgencias al Hospital Juan Canalejo. Lo primero que le hicieron fue una placa y as¨ª descubrieron que ten¨ªa tuberculosis", comentaba ayer la directora de Arela, Blanca Corral. Aquel d¨ªa, un viernes, la profesora cogi¨® la baja y ni apareci¨® por la escuela, "como hacemos todos en cuando cogemos algo m¨ªnimamente contagioso, sea una gripe o una conjuntivitis", recuerda la directora. El lunes, Sanidad empez¨® a realizar pruebas a los profesores y alumnos. Adem¨¢s de a los 114 ni?os de Arela, a cerca de medio centenar de otras escuelas. En la escuela donde se origin¨® la infecci¨®n hubo nueve casos positivos y siete que dieron alto en la prueba de la tuberculina, es decir, que estuvieron expuestos, pero no desarrollaron la enfermedad. En los otros centros enferm¨® un ni?o y otros seis estuvieron infectados.

"Mi nieto tuvo un peque?o contagio, dio positivo, pero no lleg¨® a coger la enfermedad. Va a tener que estar con tratamiento seis meses, pero est¨¢ bien. Cosas que pasan", resume Marina Calvete, que sale de Arela con la silla de beb¨¦ en la que ha llevado al chaval. A las diez de la ma?ana de ayer, las instalaciones de este centro, el ¨²nico edificio de planta baja entre las moles de la Segunda Fase del Pol¨ªgono de Elvi?a, son un hervidero de madres, padres, abuelos y abuelas. Ninguno muestra excesiva inquietud. "Vacunaron a los ni?os. No hubo nada de espanto. As¨ª est¨¢n de fuertes", se ufana con su nieto Daniel en brazos Ram¨®n Prado, un reci¨¦n jubilado que recuerda que "pruebas de tuberculosis siempre se hicieron, en la escuela y en la mili". "Al principio s¨ª nos alarmamos un poco, porque pens¨¢bamos que ya no hab¨ªa tuberculosis, pero despu¨¦s ya nos informaron", asegura Socorro Lozano, que lleva a su hija Paula de la mano.

"Los padres han reaccionado muy bien. A ver, la tuberculosis es una enfermedad que antes causaba muertes y por eso se le tiene respeto, pero nosotros les remitimos a los padres el comunicado de Sanidade, en donde ven¨ªa un n¨²mero de tel¨¦fono para que consultasen lo que quisiesen", apunta la directora de Arela. Blanca Corral s¨®lo recuerda el caso de una madre "que se alter¨® un poco, pero es que la marearon de un lado a otro para hacer las pruebas". En la Radio Galega s¨ª se quejaba un padre de que lo que le hab¨ªan enviado era la solicitud de autorizaci¨®n para realizar las pruebas, "pero los resultados nos los dar¨¢n ma?ana y de que todo est¨¢ controlado nos enteramos por los medios de comunicaci¨®n", protestaba. Tambi¨¦n la directora se queja en privado de que a ellos les recomendaron en la Conseller¨ªa no difundir datos, "y ahora nos encontramos que los difunden ellos".

"No hab¨ªa intenci¨®n de contarlo, salvo a los afectados, porque para el resto de la gente no hay peligro de ning¨²n tipo y se crea una alarma sin ganar nada", justifica Xurxo Hervada, Subdirector Xeral de Sa¨²de P¨²blica. Hervada califica el brote como algo normal "porque es relativamente frecuente que aparezca alg¨²n profesor infectado que transmite el bacilo en su entorno. Lo que ya no lo es tanto es esa cantidad de afectados". Sobre todo porque los ni?os a esa edad no se suelen contagiar entre s¨ª, puesto que "son muy raramente bacil¨ªferos, emisores de bacilos". Para el responsable sanitario, la capacidad de contagio de la profesora tampoco significa que se trate de una cepa especialmente virulenta. "Todas las cepas se aislan, se estudian en profundidad, se incorporan a una base de datos, se comparan... pero lleva tiempo sacar conclusiones", afirma Hervada.