Hacia una diplomacia energ¨¦tica europea
El suministro de energ¨ªa y el cambio clim¨¢tico son dos de los mayores retos para las generaciones futuras. La Uni¨®n Europea se enfrenta a una nueva ecuaci¨®n energ¨¦tica mundial: es necesario garantizar al mismo tiempo la diversidad de las fuentes de suministro, la pluralidad de las rutas de transporte y una mayor diversidad en nuestra combinaci¨®n energ¨¦tica. La Uni¨®n Europea tiene un papel esencial que desempe?ar para dar respuesta a este nuevo desaf¨ªo.
Si se mejora su interconexi¨®n, nuestro mercado interior nos dar¨¢ m¨¢s fluidez y solidaridad en caso de crisis. Es el objetivo que persigue el tercer paquete legislativo sobre el mercado interior de la energ¨ªa. Mejorar un 20% nuestra eficacia energ¨¦tica est¨¢ a nuestro alcance. Si introduj¨¦ramos un m¨ªnimo de un 20% de energ¨ªas renovables y un 10% de biocarburantes en nuestra combinaci¨®n energ¨¦tica se reducir¨ªan sustancialmente nuestras importaciones de hidrocarburos. As¨ª, nuestra factura energ¨¦tica disminuir¨ªa en m¨¢s de 50.000 millones de euros en 2020.
"Nuestro problema no es tanto Rusia como la d¨¦bil capacidad de respuesta"
Pero no hay que hacerse ilusiones. Aunque todas las medidas del tercer paquete se hayan aplicado en 2020, a¨²n deberemos importar m¨¢s de la mitad de nuestras necesidades energ¨¦ticas, esencialmente de hidrocarburos.
Por el momento, el problema de la Uni¨®n Europea sigue y seguir¨¢ siendo la gesti¨®n de sus importaciones y la seguridad de sus suministros, sobre todo de gas. En la actualidad, nuestros suministros de gas de terceros pa¨ªses proceden principalmente de Rusia, en un 46%, de Noruega, en un 27%, y de Argelia, en un 20%.
En este contexto las dificultades se multiplican. Ya se ha superado la barrera de los 100 d¨®lares por barril de petr¨®leo. Tenemos que hacer frente a la competencia creciente de los dem¨¢s pa¨ªses consumidores y a la renacionalizaci¨®n de sus recursos por parte de la mayor¨ªa de los pa¨ªses productores. Siguiendo el modelo del petr¨®leo, los principales proveedores externos de gas de la Uni¨®n Europea quieren constituirse en cartel, lo que nos invita a permanecer alerta.
Rusia es y seguir¨¢ siendo nuestro primer socio energ¨¦tico. Sin embargo, nuestras necesidades aumentan con mayor rapidez que la producci¨®n rusa. La diversificaci¨®n no es s¨®lo una opci¨®n pol¨ªtica sino una responsabilidad para con nuestros conciudadanos. ?sta es la raz¨®n por la que la Comisi¨®n Europea trabaja con otros socios clave para nuestra seguridad energ¨¦tica.
Al Este, se han celebrado acuerdos con Azerbaiy¨¢n, Kazajst¨¢n y Ucrania. Estamos ultimando las negociaciones con Turkmenist¨¢n. Apoyamos activamente el desarrollo del corredor energ¨¦tico Transcaspio-Mar Negro, y la rehabilitaci¨®n de las infraestructuras de tr¨¢nsito del gas ruso por Ucrania, que tienen una importancia estrat¨¦gica para nuestros suministros.
Al Sur, adem¨¢s de con Argelia, que es uno de nuestros proveedores tradicionales y con quien estamos negociando una asociaci¨®n energ¨¦tica estrat¨¦gica, hemos celebrado acuerdos con Egipto, Marruecos y Jordania. La culminaci¨®n de las conversaciones sobre un nuevo acuerdo con Libia nos abrir¨¢ s¨®lidas perspectivas para el reforzamiento de nuestros suministros a partir de este pa¨ªs. De esta manera, estamos avanzando hacia un mercado euromediterr¨¢neo de la energ¨ªa.
En la actualidad, la Comisi¨®n Europea estudia nuevos proyectos de interconexi¨®n en Oriente Medio y con el Mashrek. Queremos crear una asociaci¨®n energ¨¦tica con Irak. Esta semana, he estado visitando el Golfo Arabo-P¨¦rsico para profundizar en nuestra cooperaci¨®n con los pa¨ªses de esta regi¨®n.
Toda esta diversificaci¨®n s¨®lo tiene sentido si existen verdaderas salidas en la UE. Ah¨ª radica la importancia del proyecto de gaseoducto NABUCCO, que ser¨¢ una infraestructura estrat¨¦gica para el corredor Transcaspio-Mar Negro, del gaseoducto Trans-Mashrek, de las futuras interconexiones con la regi¨®n del Golfo y un d¨ªa con Ir¨¢n, cuando la situaci¨®n pol¨ªtica lo permita.
Nuestros esfuerzos ya han tenido eco, puesto que Rusia desarrolla proyectos de gaseoductos paralelos a NABUCCO, como Nord Stream, Blue Stream 2 y South Stream, para preservar su posici¨®n en el mercado europeo.
Es de justicia reconocer que Rusia persigue sus objetivos de manera coherente y estrat¨¦gica. ?Est¨¢ en condiciones de hacer lo mismo la Uni¨®n Europea? En realidad, nuestro problema no es tanto Rusia como la debilidad de nuestra capacidad colectiva de respuesta.
Algunos consideran que nuestras dificultades se deben a que, a pesar de los avances del Tratado de Lisboa, no hay competencia comunitaria en el sector de la energ¨ªa. Desde mi punto de vista, lo m¨¢s grave y urgente es que en la UE carecemos de la coordinaci¨®n y la transparencia que ser¨ªan necesarias para dirigirnos a nuestros socios con una sola voz.
Para garantizar la seguridad energ¨¦tica de nuestros conciudadanos, necesitamos mejorar la coordinaci¨®n a escala comunitaria y entre los Estados Miembros.
La Uni¨®n Europea cuenta con un gran activo que es su potencia econ¨®mica frente a la de los Estados Miembros tomados individualmente. La Uni¨®n debe valerse de este valor a?adido frente a sus competidores y en sus negociaciones con los pa¨ªses proveedores. Abastecer un mercado de 500 millones de consumidores representa una fuerza de negociaci¨®n impresionante si la comparamos con la de 27 mercados fragmentados y divididos, tanto en t¨¦rminos de vol¨²menes como de precios.
Tenemos que desarrollar una verdadera diplomacia europea para nuestra seguridad energ¨¦tica, que se inscribir¨¢ en la Estrategia de Seguridad Europea. Como sucedi¨® en los albores de la construcci¨®n europea con la Comunidad Econ¨®mica del Carb¨®n y del Acero y el Euratom, la energ¨ªa puede convertirse en un nuevo factor de integraci¨®n.
Benita Ferrero-Waldner es comisaria europea de Relaciones Exteriores y Pol¨ªtica de Vecindad.
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