Los Trotamundos visitan Madrid
Los Harlem Globetrotters ofrecen un espect¨¢culo en Alcobendas ante 2.500 fieles
A medio camino entre el deporte y el espect¨¢culo. Y cerca, muy cerca, del circo. As¨ª son los Harlem Globetrotters, toda una maquinaria del show business que hace del baloncesto una excusa para la diversi¨®n. Ayer comenzaron en Alcobendas su gira espa?ola 2008, que les llevar¨¢ a 13 ciudades. Y lo hicieron como lo hacen los artistas: aclamados por un pabell¨®n abarrotado con 2.500 personas.
M¨²sica, humor y malabarismos mezclados con dos canastas, un bal¨®n y un p¨²blico entregado. Con esos mimbres, los diez magn¨ªficos de los Trotamundos de Harlem hicieron las delicias de un p¨²blico que en todo momento se prest¨® a la interactuaci¨®n durante casi dos horas.
"?Has visto qu¨¦ salto, pap¨¢?", grita con los ojos como platos Daniel, de 10 a?os, se?alando hacia la cancha. Uno de los jugadores acaba de saltar por encima del ¨¢rbitro para hacer un mate incre¨ªble. No muy lejos de all¨ª, otro ni?o, Jonatan, pasa de todo. Lo suyo es el f¨²tbol, "como Oliver y Benji", y en eso est¨¢: dando patadas a una botella de pl¨¢stico vac¨ªa.
Nacieron en los a?os veinte y han jugado m¨¢s de 26.000 partidos
Pero el espect¨¢culo no es s¨®lo para ni?os, aunque son mayor¨ªa. Dami¨¢n ha ido a ver a los Globetrotters con su mujer Adela. Han venido solos y volver¨¢n despu¨¦s solos a casa. "En el bus 10", apunta Dami¨¢n, quien recuerda que har¨¢ unos cuarenta o cincuenta a?os vio a este mismo equipo en el cine. Eran otros jugadores, pero el mismo esp¨ªritu circense. "No veas qu¨¦ carcajadas. Lo que hacen esos chicos es extraordinario", a?ade mientras ordena sus recuerdos.
Entretanto, en la cancha contin¨²a el show. Cualquier excusa es buena para arrancar una carcajada. Bajarle los pantalones al rival, placarle al m¨¢s puro estilo Pressing Catch, o marear el bal¨®n con r¨¢pidos pases ante la at¨®nita mirada de los jugadores contrarios. Porque tambi¨¦n hab¨ªa rivales: los Washington Generals, colaborador habitual y necesario, como tambi¨¦n lo son los espectadores, a los que se cita una y otra vez, y a los que se saca a la cancha para que participen en las bromas. O para lanzarse alg¨²n tiro libre.
Los Harlem Globetrotters nacieron en los a?os veinte del siglo pasado, en la ciudad estadounidense de Chicago, como un grupo de chicos negros dedicado a amenizar los descansos en el gran sal¨®n de baile Savoy de la ciudad del charlest¨®n. M¨¢s de 26.000 partidos despu¨¦s, 514 de ellos celebrados en Espa?a, el equipo ha divertido a ni?os y mayores de 125 pa¨ªses, y ha contado entre sus filas con m¨ªticos jugadores de baloncesto, como Wilt Chamberlain, considerado uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA, en la que jug¨® con los Philadelphia 76ers o Los ?ngeles Lakers. Hoy cuentan con el reconocimiento de la Unesco, que les acredita como embajadores de Buena Voluntad y Fraternidad.
Tras dos horas de fren¨¦tico espect¨¢culo suena la bocina. Fin del partido. El resultado es lo de menos, aunque, claro, ganaron los Trotters. El show manda.
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