Los socialistas franceses renuncian al radicalismo y optan por las reformas
El PS presenta una declaraci¨®n de principios para preparar su refundaci¨®n
El Partido Socialista (PS) franc¨¦s ha decidido elaborar una "declaraci¨®n de principios" para entrar en el siglo XXI y soltar el lastre del viejo discurso izquierdista. El partido hegem¨®nico de la izquierda francesa se dice partidario de una "econom¨ªa social y ecol¨®gica de mercado regulada por los poderes p¨²blicos y los interlocutores sociales" y admite su car¨¢cter "reformista", descartando el recurso a la revoluci¨®n para acceder al poder. El documento, elaborado por una comisi¨®n presidida por Alain Bergounioux, secretario de Estudios del PS, consta de 21 puntos y ser¨¢ sometido al visto bueno de la militancia a trav¨¦s de las federaciones y aprobado por una convenci¨®n nacional el pr¨®ximo 14 de junio.
El objetivo de la acci¨®n socialista es "la emancipaci¨®n completa del ser humano y la salvaguarda del planeta". Los socialistas rechazan considerar "la naci¨®n como una yuxtaposici¨®n de comunidades" y la definen "como un contrato entre ciudadanos libres y responsables". Por primera vez, el texto no menciona ni la "lucha de clases" ni la palabra "revoluci¨®n".
Con este documento se abre la primera etapa del proceso hacia la refundaci¨®n del PS, que debe concretarse el pr¨®ximo noviembre en el congreso extraordinario donde se fijar¨¢ el perfil de la formaci¨®n para poder recuperar el palacio del El¨ªseo, en manos conservadoras desde que lo dej¨® Fran?ois Mitterrand, en 1995.
Todos los frentes est¨¢n abiertos. Empezando por el del liderazgo. El primer secretario, Fran?ois Hollande, que lidera el partido desde 1997, ya ha anunciado que no se presentar¨¢. Su ex compa?era, la derrotada candidata socialista en las pasadas elecciones presidenciales S¨¦gol¨¨ne Royal no esconde su ambici¨®n, convencida de que s¨®lo controlando el partido tiene posibilidades de desalojar del poder a Nicolas Sarkozy dentro de cuatro a?os.
Pero muchos le disputan el liderazgo: el alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?; la ex ministra Martine Aubry, impulsora de la semana de 35 horas, e incluso el propio Hollande, que podr¨ªa dejar el liderazgo del partido a cambio de lograr la candidatura a la presidencia.
En este contexto, el documento presentado ayer, que en cierto modo viene a sustituir el que se elabor¨® en 1990 tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, y que, seg¨²n fuentes internas cuenta con la aprobaci¨®n de casi todas las corrientes del PS, muestra que la batalla del pr¨®ximo oto?o no se desarrollar¨¢ en el campo ideol¨®gico, sino en el del liderazgo y las personalidades. Atr¨¢s quedan las heridas internas provocadas en el seno del socialismo franc¨¦s por el refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n Europea. El PS se define ahora como un partido europeo que act¨²a en el seno de la UE y que "reivindica la elecci¨®n hist¨®rica" de la construcci¨®n de una "Europa pol¨ªtica" cuyos objetivos, entre otros, son "favorecer un crecimiento fuerte y sostenible y el progreso social".
S?GOL?NE ROYAL
Derrotada hace un a?o por Sarkozy, la ex ministra aspira a sus 54 a?os a dirigir la renovaci¨®n del PS.
BERTRAND DELANO?
El alcalde de Par¨ªs desde 2001 abandera, con 57 a?os, el ala ecologista del socialismo.
MARTINE AUBRY
Impulsora de la semana de 35 horas, la alcaldesa de Lille (57 a?os) encarna la tradici¨®n socialista.
FRAN?OIS HOLLANDE
El ex compa?ero de Royal (54 a?os) controla el aparato del partido como primer secretario del PS
DECLARACI?N DE PRINCIPIOS
- Amplio acuerdo. Todas las corrientes del Partido Socialista han consensuado las bases ideol¨®gicas para la renovaci¨®n del partido, que ser¨¢n votadas en la convenci¨®n nacional de junio.
- Estado social y ecol¨®gico. La emancipaci¨®n del ser humano no debe lograrse a costa de la salvaguarda del planeta.
- Empleo de calidad. Una remuneraci¨®n justa con promoci¨®n social y profesional. Mediante la regulaci¨®n, el Estado debe conciliar la econom¨ªa de mercado con la cohesi¨®n social.
- Ciudadan¨ªa. La naci¨®n no es una simple yuxtaposici¨®n de comunidades, sino un contrato entre ciudadanos libres.
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