Las grandes empresas de Internet capean la crisis econ¨®mica norteamericana

La econom¨ªa de Estados Unidos parece menos influyente que nunca en el ¨²ltimo medio siglo. Si quieres tener una empresa saneada, vende fuera de Estados Unidos. La crisis econ¨®mica de este pa¨ªs golpea fuerte a los bancos y al comercio tradicional desde hace casi un a?o. Unos sufren por los cr¨¦ditos basura, otros por el bajo consumo. Las tiendas Gap, por ejemplo, vendieron en marzo, el 15% menos que el a?o anterior.Otra de las insignias del pa¨ªs, la moto Harley Davidson, present¨® unos mal¨ªsimos resultados trimestrales (las ventas cayeron en el pa¨ªs el 12,8%). De la empresa cl¨¢sica norteamericana s¨®lo se salva Coca-Cola, por sus ventas fuera del imperio.

El mundo sonr¨ªe a las empresas norteamericanas que apostaron por salirse fuera y concretamente a las empresas tecnol¨®gicas o del mundo virtual. IBM, por ejemplo, tiene ya el 65% de su negocio fuera de su pa¨ªs de origen, y va viento en popa, aprovech¨¢ndose de los buenos vientos que soplan en Latinoam¨¦rica, en India y China.

Para hacer negocios cada vez hay menos razones para buscar el mercado norteamericano. La econom¨ªa es global y as¨ª lo han entendido las empresas de Internet. En medio del pesismismo generalizado, Google ha sorprendido con unos resultados mucho mejores que los que anunciaban los analistos financieros y los medidores de audiencias (la firma ComsCore ha quedado ridiculizada por su err¨®neas predicciones).

Globalizarse es bueno

La clave de los grandes beneficios de Google han sido sus ventas fuera de Estados Unidos, el 51% del total por primera vez en su historia. S¨®lo en el Reino Unido, Google gan¨® 803 millones de d¨®lares (un 40% m¨¢s que hace un a?o). A final de 2008 puede convertirse en el primer medio publicitario del pa¨ªs, por encima de las televisiones. Porque, de momento, la ca¨ªda publicitaria que est¨¢n viviendo los medios de comunicaci¨®n tradicionales no afecta a los de Internet.

El primer buscador de Internet, que recoge casi todos sus ingresos de los clic publicitarios registr¨® unos beneficios trimestrales de 1.300 millones de d¨®lares. La sorpresa del resultado provoc¨® un vuelco burs¨¢til, haciendo subir la acci¨®n un 20% en un d¨ªa, casi 90 d¨®lares.

Pocos d¨ªas antes, eBay, otro que tambi¨¦n pod¨ªa sufrir la ca¨ªda del consumo, aunci¨® un aumento de beneficios del 22% (460 millones de d¨®lares). Y otra coincidencia: el 54% de todas sus ventas se hicieron fuera de los Estados Unidos.

Intel, que provisiona de chips a todo tipo de ordenadores, present¨® los mayores ingresos de su historia (9.700 millones de d¨®lares), con unas ganancias de 1.400 millones de d¨®lares.

En este panorama turbulento en el que la crisis econ¨®mica golpea m¨¢s fuerte a los menos preparados, Microsoft se encuentra en medio del hurac¨¢n, con el pie cambiado, con una oferta de compra hostil por Yahoo! Desde que ech¨® el ¨®rdago de 44.000 millones de d¨®lares hace m¨¢s de dos meses, el tiempo ha corrido en su contra. Lo que en principio parec¨ªa una oferta generosa est¨¢ dejando de serlo.

El tiempo juega a favor de Yahoo! y, sobre todo, de Google, que enreda todo lo que puede. Ahora Microsoft tiene m¨¢s prisa que Yahoo! por cerrar la compra. Y si quiere acabar pronto deber¨¢ subir el precio; quiz¨¢s no lo valga Yahoo!, pero s¨ª lo vale evitar m¨¢s dilaciones. Mientras pasan los d¨ªas, Yahoo! va estrechando lazos con el enemigo, Google, y ¨¦ste, por su lado, estrecha tambi¨¦n lazos con Salesforce.com, la empresa que se dedica a distribuir software por Internet; es decir, lo que m¨¢s da?o le puede hacer a Microsoft en estos momentos.

Y es que la empresa de Bill Gates tododopoderosa en el mundo real, en el virtual tiene grietas que se agrandan cada d¨ªa, y no puede retrasar m¨¢s su reparaci¨®n. Su buscador pinta cada vez menos en Internet. La compra de Yahoo! le servir¨ªa para plantar cara a Google y para ser una empresa con cultura intern¨¢utica, que nunca la ha tenido. Los pr¨®ximos d¨ªas tienen que ser decisivos. La empresa de Gates necesita a Yahoo! urgentemente. El tiempo es oro y, de momento, Microsoft lo est¨¢ pagando como plata.