El renacer nuclear tropieza en Asc¨®
La sucesi¨®n de errores en la central golpea la campa?a de imagen del 'lobby' at¨®mico - Los ecologistas ven instalaciones "obsoletas" y los sindicatos alertan de la precariedad del personal
El ¨²ltimo incidente de la central nuclear de Asc¨® (Tarragona) ha reabierto el debate sobre la seguridad de estas instalaciones. Cuando el sector pronuclear hab¨ªa encontrado ciertos apoyos, sobre todo entre quienes defienden esta fuente de energ¨ªa como una alternativa m¨¢s limpia que el petr¨®leo, el gas o el carb¨®n, sus posibles riesgos vuelven a enfriar las expectativas.
La directora del Foro Nuclear (la patronal nuclear), Mar¨ªa Teresa Dom¨ªnguez, admiti¨® ayer que, a falta de un informe definitivo, lo ocurrido se debe "fundamentalmente a un fallo humano". "No podemos decir que tenemos unas instalaciones en las que no es posible el fallo humano, pero s¨ª que funcionan los mecanismos de control cuando se produce un fallo". Y espera que "eso, bien explicado", contribuya a aumentar la confianza en esta fuente de energ¨ªa.
El Foro Nuclear afirma que de Asc¨® saldr¨¢ reforzada la seguridad
Los trabajadores de la central se enteraron a los cuatro meses
Pero fuentes del sector admiten que el incidente ha llegado "en el peor momento", cuando la industria estaba muy activa para reiniciar la construcci¨®n de plantas y desde Londres, Par¨ªs, China o el Magreb se vive un fuerte renacimiento nuclear. "Indudablemente ha tenido un efecto desde el punto de vista de la imagen, aunque en Espa?a no deber¨ªamos perder el tren de la segunda generaci¨®n nuclear", dijo un portavoz de Uni¨®n Fenosa, una de las empresas que poseen nucleares en Espa?a.
El portavoz de Fenosa insiste en que, de momento, no hay planes de cambiar los requisitos de seguridad. "Hacemos lo m¨¢ximo que fija el CSN, que es un ejemplo de control y cultura de seguridad", insisti¨®. La directora del Foro Nuclear, que se ha encontrado con el esc¨¢ndalo justo despu¨¦s de tomar posesi¨®n [fue nombrada el pasado lunes], es m¨¢s prudente: "Del an¨¢lisis que se haga saldr¨¢n mejoras en el proceso y en las herramientas de seguridad", afirma, como otra garant¨ªa de seguridad.
Dom¨ªnguez admite que ha habido un problema de comunicaci¨®n. La fuga, un accidente debido a que parte del contenido de la piscina con agua radiactiva fue absorbida y propagada por una de las chimeneas de la instalaci¨®n, ocurri¨® el 26 de noviembre y s¨®lo se notific¨® el 4 de abril. El ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena de errores fue la salida de un cami¨®n con chatarra contaminada, que detect¨® la empresa a la que iba destinada y no la central. El caso llev¨® ayer a la fiscal¨ªa de Tarragona a abrir diligencias por si los responsables de la central cometieron alguna negligencia en la fuga y al ocultar datos.
Esto ha causado alarma, que aumenta por la "falta de informaci¨®n", seg¨²n ha destacado el responsable de Pol¨ªtica Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo: "Se ha hablado de unas part¨ªculas de las que no se sabe si son de 10 millones de ¨¢tomos o de un mill¨®n, de nanometros o de micras".
Bravo duda de las explicaciones dadas hasta ahora por las autoridades. "No han dado la caracterizaci¨®n de las part¨ªculas", insiste, y recuerda que la radiactividad anunciada fue multiplicada por 400 entre el primer aviso y una segunda notificaci¨®n (de 235.000 becquerelios a 84,95 millones de becquerelios). Los ecologistas han visto en este incidente (el segundo m¨¢s grave de Espa?a despu¨¦s del incendio que oblig¨® a desmantelar Vandell¨°s I) un motivo m¨¢s de alarma. "Las centrales est¨¢n obsoletas", insiste Bravo.
La fuga ha sido calificada como de nivel 2, seg¨²n la clasificaci¨®n que mide estos sucesos (INES). ?sta va del 0 al 7. Hasta el 3 se consideran s¨®lo "incidentes". Es el nivel m¨¢ximo que se ha declarado alguna vez en Espa?a, cuando un incendio oblig¨® a desmantelar Vandell¨°s I. Un 7 ser¨ªa la cat¨¢strofe de Chern¨®bil, con un n¨²mero nunca confirmado de afectados.
Para los sindicatos, el accidente es una consecuencia de la pol¨ªtica de personal de las empresas. "La reducci¨®n de costes ha llevado a una sustituci¨®n cada vez mayor de personal propio por subcontratado", afirma un informe de CC OO. Seg¨²n este trabajo, en las centrales espa?olas trabajan poco m¨¢s de 4.000 personas, de las que el 52% son fijas y el resto, plantilla de contratas, que, a su vez, rotan buscando siempre un proveedor m¨¢s barato.
Los trabajadores, precisamente, no salieron muy bien parados en el caso de la central tarraconense. Seg¨²n se supo ayer, se enteraron del escape cuando se filtr¨® a la prensa. "Si junt¨¢is las part¨ªculas radiactivas en un bocadillo y os las com¨¦is, no ser¨ªa peligroso", fue la frase con la que les informaron, seg¨²n aseguraron los trabajadores a CC OO. Hasta entonces la direcci¨®n no hab¨ªa dicho nada. s¨®lo una decena de directivos conoc¨ªan el escape y los dos m¨¢ximos responsables de la central fueron destituidos por Endesa, la propietaria. La idea de emplear a un personal cada vez menos cualificado se debe "a que las centrales nucleares no son rentables", afirma Greenpeace.
Pero eso es algo que la industria niega. "No es rentable a corto plazo, pero s¨ª a largo. Por eso la lucha de las centrales est¨¢ en conseguir una mayor vida ¨²til", afirma el portavoz de Fenosa. Cuando una central se dise?a, ¨¦sta es de 40 a?os, "pero en Estados Unidos hay alguna funcionando despu¨¦s de 60 a?os", insiste el representante de la industria. "Donde se la juegan las empresas es en la prolongaci¨®n del tiempo de funcionamiento".
En este apartado entra en juego la pol¨ªtica del Gobierno. Los sindicatos y ecologistas coinciden en que es muy dif¨ªcil que las empresas inviertan cuando no saben qu¨¦ va a pasar en el futuro. La pol¨ªtica del PSOE no les parece lo suficientemente clara. "Mantendremos el compromiso de sustituci¨®n gradual de la energ¨ªa nuclear por energ¨ªas seguras, limpias y menos costosas, cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo al final de su vida ¨²til, dando prioridad a la garant¨ªa de seguridad y con el m¨¢ximo consenso social, potenciando el ahorro y la eficiencia energ¨¦tica y las energ¨ªas renovables, la generaci¨®n distribuida y las redes de transporte y distribuci¨®n local", afirma en el programa electoral que present¨® a las elecciones.
Si ¨¦se va a ser el futuro, es l¨®gico que las empresas tiendan a invertir cada vez menos en mantenimiento, admiten incluso quienes m¨¢s se oponen a la energ¨ªa nuclear. El Ministerio de Industria no quiso valorar el impacto que el incidente de Asc¨® puede tener sobre esta pol¨ªtica. Se limit¨® a remitir al informe que prepara el CSN.
Tampoco est¨¢ claro qu¨¦ impacto puede tener esta situaci¨®n en los proyectos de las empresas energ¨¦ticas. En el Foro Nuclear esperaban una cierta apertura, y en su web resaltan que el comisario de Energ¨ªa europeo, Andris Pielbags, afirm¨® el pasado lunes que defiende la energ¨ªa nuclear para luchar contra el cambio clim¨¢tico. Pielbags anunci¨® que, "a fin de facilitar las inversiones, trabajar¨¢ para eliminar las dificultades ligadas a la obtenci¨®n de autorizaciones, la financiaci¨®n y los diferentes reg¨ªmenes de responsabilidad nuclear". "La energ¨ªa nuclear realiza una importante contribuci¨®n a nuestra lucha contra el cambio clim¨¢tico y a nuestra seguridad de suministro energ¨¦tico", dijo el comisario.
Este tipo de mensajes, que tambi¨¦n han emitido miembros del Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC, el organismo cient¨ªfico de la ONU sobre el calentamiento) era una de las esperanzas del lobby nuclear para convencer a una opini¨®n p¨²blica reticente ante la energ¨ªa at¨®mica. Para ellos, la nueva central que se construye en Finlandia, y los anuncios de apertura por parte de Reino Unido (aparte de la s¨®lida defensa de lo nuclear de Francia) eran una esperanza para regresar con fuerza a Europa. Fuentes del sector admitieron ayer que el caso Asc¨® "va a complicar" este proceso.
Para los ecologistas, la idea de que la energ¨ªa nuclear es limpia es, simplemente una mentira. "Efectivamente, la energ¨ªa no se produce quemando combustibles f¨®siles, que son los que emiten CO2", admite Carlos Bravo. Pero, seg¨²n los ecologistas, no debe considerarse de una manera aislada. "El proceso es un gran generador de CO2, desde la miner¨ªa del uranio hasta su transporte y procesamiento. Adem¨¢s, la construcci¨®n de una central nuclear consume mucha m¨¢s energ¨ªa que otra, por las cantidades de cemento y hormig¨®n que se usan", derivadas, precisamente, de la necesidad de edificar un reactor que sea lo m¨¢s herm¨¦tico posible. "Es verdad que la energ¨ªa nuclear produce menos CO2 que la obtenida a partir de carb¨®n o ciclo combinado, pero es mucho m¨¢s contaminante que las aut¨¦nticamente limpias", insiste Bravo.
Y todo ello, sin contar con el problema ambiental del almacenamiento de los residuos de los reactores nucleares, que en Espa?a no est¨¢ resuelto. De momento, cada central guarda los suyos, pero son residuos de vida muy larga (miles de a?os) y el Gobierno quiere encontrar un almac¨¦navi¨®n central.
Con informaci¨®n de Oriol Aym¨ª y Federico Sim¨®n.
Un carn¨¦ nuclear
En la central nuclear de Cofrentes (Valencia), propiedad de Iberdrola, todos los profesionales expuestos cuentan con sucarn¨¦ radiol¨®gico. Cada dosis recibida en una visita a la zona restringida se acumula en el documento y queda registrada. De esta manera, la central se asegura de que ning¨²n trabajador supere la dosis m¨¢xima anual recomendada. Ese carn¨¦ espersonal, de manera que si un trabajador de la central o de una empresa subcontratada trabaja en otra instalaci¨®n espa?olalleva su propio documento radiol¨®gico donde se consignan las nuevas dosis recibidas.
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