Libercundia
Basta que Mariano Rajoy se haya mostrado receptivo a la socialdemocracia para que se hayan disparado todas las alarmas. Est¨¢ bien esto de que se reactiven las etiquetas, y les puedo asegurar que me divierten mucho los esfuerzos te¨®ricos de nuestros liberales de derechas. S¨ª, de derechas, porque si algo est¨¢ claro en todos ellos es eso, mucho m¨¢s que lo de que sean liberales o que lo que quieren dar a entender con ese t¨¦rmino. Los leo con alguna frecuencia, por los motivos que luego les expondr¨¦, y nunca dejan de sorprenderme. Defensores a ultranza de la libertad, la enarbolan en realidad como una idea vicaria. Su m¨¢xima fundamental es la de "Espa?a y la libertad", t¨¦rminos que identifican, por m¨¢s que a nada que se les deje hablar quede evidente que la relaci¨®n en ese binomio es jer¨¢rquica y que el acento recae en el primero de los t¨¦rminos. La defensa de la libertad implica la de Espa?a unitaria, ya que el conjunto de taifas en que est¨¢ deviniendo esta ¨²ltima no garantiza, m¨¢s bien lo contrario, la pervivencia de aqu¨¦lla: primer ejemplo de ello Euskadi; segundo, Catalu?a; pero los ejemplos podr¨ªan multiplicarse.
Son capaces de ver en Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa un equivalente de la quema de iglesias
Si ese fuera el n¨²cleo ideol¨®gico de sus aspiraciones, ser¨ªa digno de tenerse en cuenta, si bien a¨²n quedar¨ªa por clarificar el contenido de esa libertad cuya salvaguarda se halla tan necesitada de la defensa de Espa?a. No est¨¢ claro, sin embargo, que el objetivo patri¨®tico no relegue a la libertad al papel de un recurso oportunista dictado por la coyuntura, como puede deducirse de la defensa, a veces velada y a veces expl¨ªcita, que muchos de ellos hacen del franquismo como pasaporte para la democracia, a la que presentan adem¨¢s como r¨¦gimen hist¨®ricamente determinado, como aqu¨¦l que en el actual momento hist¨®rico Espa?a necesitar¨ªa para sobrevivir. Vicaria del ideal patri¨®tico, la democracia distar¨ªa de ser un objetivo, ni siquiera un objetivo mejorable, y se quedar¨ªa en simple argumento de supervivencia: si la patria lo necesitara, ser¨ªa revocable. H¨¢biles manipuladores de los paralelismos hist¨®ricos, no se cansan de buscar equivalencias entre nuestro actual momento hist¨®rico y las efem¨¦rides de la tragedia. Buscan con fruici¨®n la estela del 34 en nuestro devenir actual y son capaces de ver en Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa un equivalente de la quema de iglesias. Si Zapatero no ha dado un golpe de Estado, s¨ª que ha dado, y as¨ª lo declaran, un golpe de r¨¦gimen, lo que los predispondr¨ªa a aceptar cualquier acontecimiento. La vieja dicotom¨ªa entre la Espa?a roja y la Espa?a rota ha dejado de ser tal, porque para ellos ambos conceptos significan lo mismo. Espa?a, o es de derechas -liberal, dir¨ªan ellos- o no es, de ah¨ª que se haya convertido en el principal soporte de su ideolog¨ªa derechista. Nuestros spanish neocons (menos inteligentes que sus hom¨®nimos norteamericanos, aunque igual de retorcidos) resultan ligeramente golpistas. Toda esa cohorte de publicistas, propagandistas, fil¨®sofos retirados e ide¨®logos conversos, han desempe?ado un papel crucial en la legislatura anterior. Consiguieron marcar la agenda de la oposici¨®n mediante una campa?a de vigilancia y agitaci¨®n basada en el alarmismo trascendente y en un control ideol¨®gico de corte inquisitorial fundado en un par de simplismos.
Dicen guiarse por principios y valores, pero no es f¨¢cil precisar cu¨¢les puedan ser ¨¦stos. Son partidarios de la libertad de mercado sin restricciones, lo que m¨¢s que una defensa de la libertad denota su aversi¨®n al Estado, dado el dogmatismo con que se aplican a sus soflamas. El resto es religi¨®n, ya que la defensa de los valores la dejan en manos de la Iglesia. Procedentes en su mayor¨ªa del troskismo o del leninismo m¨¢s rancio, han encontrado en el capitalismo ultraliberal y reaccionario la v¨ªa de realizaci¨®n de sus sue?os: la superaci¨®n del Estado -que no de la naci¨®n- y una ideolog¨ªa dogm¨¢tica y global capaz de moldearse como contrafigura de otra igualmente global -cristianismo frente a islamismo-: una utop¨ªa retro. Que Mariano Rajoy haya sido capaz de decirles basta es una excelente noticia.
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