'Game is not over'
Para empezar, hay que aclarar una confusi¨®n de fondo. Try again no es una exposici¨®n de videojuegos, sino de proyectos art¨ªsticos realizados, tanto desde el punto de vista t¨¦cnico como conceptual, a partir de juegos comerciales. Por tanto, no se trata de debatir si los videojuegos son o no arte, si bien -en mi opini¨®n- como mucho, algunos pueden ser definidos productos de la creatividad contempor¨¢nea. Los autores de las obras reunidas en Try again por el comisario Juan Antonio ?lvarez Reyes proceden del mundo del arte, y se caracterizan por utilizar sus modos y sus formas y compartir sus objetivos y aspiraciones. No es una novedad que los artistas se nutren del presente, as¨ª que no deber¨ªa sorprender su inter¨¦s por la mayor industria del entretenimiento de este inicio de siglo, un sector en continua expansi¨®n y evoluci¨®n, cuyo producto es adem¨¢s una poderosa herramienta de difusi¨®n ideol¨®gica.
Try Again
La Casa Encendida. Ronda Valencia, 2
Madrid. Hasta el 8 de junio
www.lacasaencendida.es
Aclarado que no se trata de una muestra de videojuegos, ni de un h¨ªbrido confuso, se puede afirmar que es una exposici¨®n de arte muy recomendable. Es seria, multidisciplinar (incluye un programa de proyecciones y performances), divertida y cr¨ªtica, sin caer en lugares comunes y reflexiones reaccionarias o t¨®picas. La selecci¨®n incluye obras representativas de diferentes tendencias, basadas en la modificaci¨®n de c¨¦lebres videojuegos comerciales, lo cual permite tambi¨¦n un an¨¢lisis de la evoluci¨®n de este sector, desde los burdos juegos de guerra hasta los recientes braintrainings, que intentan captar nuevos segmentos de p¨²blico.
La primera diferencia de peso es el objetivo, que en las obras de Try again no es ganar o acumular puntos. Incluso en el caso de Game, la pieza de Dora Garc¨ªa, producida para la muestra y basada en los juegos de memoria, la interacci¨®n del visitante, que debe apretar una tecla cada vez que oye o lee una de las palabras indicadas al principio, es tan s¨®lo una excusa para reflexionar sobre la narraci¨®n y el adoctrinamiento ideol¨®gico. En cambio, John Klima junta el mundo real y el virtual a trav¨¦s de un peque?o helic¨®ptero de sal¨®n recreativo, en cuya pantalla desfilan las simulaciones digitales de los movimientos reales de las tropas americanas en Afganist¨¢n. Vi¨¦ndolas es f¨¢cil entender que reduzcan el impacto emotivo de un hipot¨¦tico militar que, desde una base de Arkansas, usa aquellas simulaciones para lanzar un misil a miles de kil¨®metros.
Tras convertir a Mario de Nintendo en Mao, el chino Feng Mengbo utiliza el motor del hiperviolento Q3A (Quake III Arena) para crear su Q4U, que estren¨® en Documenta 11, donde todos los personajes est¨¢n hechos a su imagen y semejanza, creando una confusi¨®n que desquicia el juego. Tambi¨¦n Brody Condon utiliza la iron¨ªa para dar un vuelco al papel del jugador que, en Suicide Solution, en vez de ejercer la violencia como de costumbre, est¨¢ obligado a soportarla, asistiendo inerme al suicidio de m¨¢s de 50 protagonistas de c¨¦lebres juegos b¨¦licos.
Si a¨²n quedaran dudas, para entender la diferencia entre estos y los productos comerciales habr¨¢ que ver c¨®mo reaccionan los apasionados de videojuegos ante unas obras que utilizan sus conceptos, estrategias e incluso sus motores, pero que no sirven para jugar. Es de esperar que los atraigan hacia el mundo de la creaci¨®n art¨ªstica, aunque es posible que tambi¨¦n haya rechazos, como pas¨® con The Velvet-Strike, una modificaci¨®n pacifista del popular videojuego de guerra Counter-Strike, realizada por el barcelon¨¦s Joan Leandre, que le vali¨® ser el ¨²nico espa?ol seleccionado para la Bienal del Whitney de 2004.
Es cierto que en los ¨²ltimos cinco a?os ha habido una explosi¨®n de iniciativas sobre los videojuegos debido a su gran actualidad y capacidad de conectar diversas disciplinas, como el c¨®mic, el v¨ªdeo, las artes visuales y la animaci¨®n. El ansia de novedades vinculada a los nuevos medios hace que el hecho se destaque a veces con cierto tono de reproche, lo cual ser¨ªa como reprochar que se hayan hecho muchas muestras de pinturas o muchas pel¨ªculas sobre los campos de concentraci¨®n nazis. Con la diferencia de que sobre este tema todav¨ªa hay mucho que investigar y descubrir... El juego acaba de empezar.
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