Quo Vadis
Un cl¨¢sico. El Quo Vadis de la familia Forcada. Cerca del Teatro del Liceo. Al lado del circo tur¨ªstico de La Rambla. En pleno barrio del Raval. Los 50 a?os de antig¨¹edad de este restaurante barcelon¨¦s son la prueba de que aun en el supuesto de que Barcelona pereciera entre las llamas, arrasada por el fuego de las antorchas de los especuladores, el Quo Vadis seguir¨ªa en pie, ofreciendo una cocina arraigada a los paladares de varias generaciones. No hay novedosas sorpresas en la carta del Quo Vadis. Tampoco lo es que siempre se come bien. Y con los tiempos que corren, es una gran noticia que un restaurante no haya cogido la senda de la cocina de autor para salvar los muebles y se mantenga fiel a los gustos de una burgues¨ªa a la que le gusta comer sin que la pongan a prueba.
El Quo Vadis tiene a dos pasos ese enorme bodeg¨®n que es el mercado de la Boquer¨ªa, y se nota. Souffl¨¦ de queso, ancas de rana a la provenzal, filete de toro, tripa a la madrile?a, sopa de pescado, sesos salteados, cabeza de ternera a la vinagreta, siete buenas recetas y una estrella: lubina flameada al hinojo, preparada con juegos malabares por el se?or Forcada. Tampoco falta el foie de oca fresco o el champagne para agasajar en los salones del primer piso a los que salen del Liceo dispuestos a curar su apetito en un oper¨ªstico decorado. Una tradici¨®n.
Como es una tradici¨®n familiar ir al Quo Vadis el 23 de abril. Familiar en el sentido m¨¢s ¨ªntimo de la palabra, ese en el que desaparece un miembro y todo empieza a desvanecerse. El mon¨®logo final de Gabriel Conroy en la pel¨ªcula Dublineses describe a la perfecci¨®n esa ausencia: "Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras. Cae la nieve, cae l¨¢nguidamente en todo el universo, y l¨¢nguidamente cae como en el descenso de su ¨²ltimo final sobre todos los vivos y los muertos". Hay un hueco en la mesa. Un retrato rasgado por la diminuta espada de metal que regalaban en el Quo Vadis cuando ped¨ªas el entrecot y que guardo en una caja junto a otros objetos. Con ella, mi Madelman polic¨ªa montado del Canad¨¢ fue invencible.
- Lo m¨¢s: comer en un restaurante como los de antes.
- Lo menos: los huevos revueltos.
- Direcci¨®n: Quo Vadis. Calle del Carme, 7. Tel.: 93 302 40 72
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