"Soy pacifista"
La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, que tiene fama de poder con todo, est¨¢ empe?ada en que la sociedad comprenda que el Ej¨¦rcito espa?ol es una fuerza de paz
El coche oficial que la lleva al ministerio pasa todas las ma?anas bajo la gigantesca bandera espa?ola que ondea sobre el tr¨¢fico infernal del paseo de la Castellana. En el vest¨ªbulo la recibe un conjunto escult¨®rico dedicado "A la caballer¨ªa espa?ola", reproducci¨®n exacta de una obra de Benlliure que rezuma patriotismo, y en el amplio corredor que da acceso a su despacho, entre retratos de monarcas, hay m¨¢s banderas espa?olas, plegadas y custodiadas en vitrinas de cristal. La vida de Carme Chac¨®n, de 37 a?os, nueva ministra de Defensa, discurre desde el 14 de abril pasado, cuando tom¨® posesi¨®n de su cargo, entre uniformes y banderas rojigualdas.
No hay ministerio m¨¢s cargado de s¨ªmbolos patrios, no hay despacho que despida un olor institucional m¨¢s intenso ni puesto que exija un mayor compromiso con las esencias patrias. ?No es demasiado para una catalanista de pro, que ha hecho una y mil veces profesi¨®n de fe catalana; para la nieta de un anarquista aragon¨¦s, que nunca entendi¨® de patrias? "Me siento tan catalana como espa?ola, igual que la inmensa mayor¨ªa de catalanes. Hablo catal¨¢n con mi madre, castellano con mi padre, las dos lenguas con mi marido. Me siento hija del mundo y universal", responde Chac¨®n, instalada en uno de los sillones de su despacho. Despu¨¦s de todo, la bandera es casi una met¨¢fora de la relevancia de su nuevo cargo. Igual que esa cartera ministerial, con la a de ministra bien clara delante de la palabra Defensa, con la que el fot¨®grafo quiere retratarla.
Mar¨ªn le ha prevenido contra la fama medi¨¢tica. "Cuanto m¨¢s la encumbren, m¨¢s dura ser¨¢ la ca¨ªda", dice
Fue Chac¨®n la que present¨® a Zapatero a los socialistas catalanes, recuerda Manuela de Madre
S¨®lo que la cartera no est¨¢ a la vista. Chac¨®n pide a su secretaria que la traiga corriendo. "No la uso para nada. Es enorme, y una tiende a llenar el vac¨ªo, con lo cual la cartera acabar¨ªa arrastr¨¢ndome", dice con desenvoltura. Por lo dem¨¢s, no tiene inconveniente en posar en cualquier rinc¨®n del despacho, incluso a un lado del balc¨®n desde el que se divisa la enorme mole del Bernab¨¦u. Una visi¨®n ingrata para una cul¨¦ como ella. Chac¨®n se mueve con soltura en este territorio presumiblemente ajeno. Da instrucciones a sus secretarias o a su jefe de gabinete con la amable autoridad de quien lleva a?os rodeada de subordinados. Pisa fuerte, con la seguridad de quien sujeta firmes las riendas de su vida.
De estatura media y delgad¨ªsima, la ministra viste pantalones oscuros y una camisola floreada que da amplio espacio a su barriga de embarazada. Esa gestaci¨®n que tanto ha dado que hablar y tanto ha subrayado la condici¨®n especial de su nombramiento. Aunque a ella la pasma. ?Qu¨¦ hay de excepcional en que haya una mujer en este ministerio, cuando la mitad de la poblaci¨®n pertenece a este sexo? Embarazadas, adem¨¢s, hay much¨ªsimas. La excepci¨®n estar¨ªa, si acaso, en sus supuestas capacidades. Esa tenacidad, lealtad, disciplina, sentido com¨²n, firmeza y capacidad de liderazgo que le atribuyen sus amigos, sus compa?eros de partido y hasta algunos adversarios pol¨ªticos. ?Ser¨¢ cierto, o una simple evidencia de lo poderosa que ha llegado a ser? La ministra se r¨ªe. "Habr¨¢ de todo un poco. Ya se sabe que en estos casos salen amigos hasta de debajo de las piedras".
Quiz¨¢ sea puro fair play, pero ex compa?eros de Chac¨®n en la Mesa del Congreso como Ignacio Gil L¨¢zaro, del PP, no escatiman piropos al hablar de ella. "Muy preparada, mucha capacidad de trabajo, mucha sensibilidad y mucho car¨¢cter, aunque no mandona". La primera decisi¨®n de Chac¨®n en Defensa, restringir el acceso a las p¨¢ginas web deportivas y de ocio de sus subordinados, parece confirmarlo. El ex presidente del Congreso Manuel Mar¨ªn, que la tuvo de n¨²mero dos durante buena parte de la pasada legislatura, advierte desde el principio: "De Carme s¨®lo puedo decir cosas buenas. Hizo un gran trabajo junto a Gabi Cisneros
[diputado hist¨®rico del PP, fallecido recientemente] en la Junta de Contrataci¨®n. Un trabajo t¨¦cnico muy importante de modernizaci¨®n del Congreso".
Mar¨ªn ha seguido sus ¨¦xitos con el escepticismo que da, quiz¨¢, la experiencia pol¨ªtica, y se ha permitido darle alg¨²n consejo. "Le he dicho que no permita que le conviertan en un t¨®tem medi¨¢tico. Cuanto m¨¢s la encumbren, m¨¢s dura ser¨¢ la ca¨ªda. En Espa?a se destruyen muy deprisa las reputaciones. En cuanto cambia la direcci¨®n del viento pasas f¨¢cilmente de ser h¨¦roe a villano".
Son palabras cargadas de verdad en las que algunos ven cierta retranca. "Mar¨ªn y Carme no se soportaban", dice la diputada popular Celia Villalobos, que coincidi¨® con ambos en la Mesa del Congreso. "A m¨ª, la verdad, me ca¨ªa muy bien Mar¨ªn, aunque con Chac¨®n las relaciones personales eran perfectas. Es una persona muy amable, muy preparada". Aun as¨ª la recuerda como una contrincante muy dura en el debate pol¨ªtico, especialmente en el del Estatut. "La ve¨ªa m¨¢s enganchada a sus posiciones que a la negociaci¨®n. Le falta un poco de cintura pol¨ªtica, es dogm¨¢tica, muy r¨ªgida", dice Villalobos.
?Dogm¨¢tica Carme? A Leire Paj¨ªn, secretaria de Estado de Cooperaci¨®n Internacional y una de sus amigas ¨ªntimas, no le cuadra esta definici¨®n. "Es muy fiel al partido, que encarna todas sus convicciones y valores, pero no dogm¨¢tica". Aunque otro socialista de la vieja generaci¨®n, que conoce a Chac¨®n de hace tiempo, la define sin vacilaciones como "muy del aparato". Alguien que cierra filas en torno a los l¨ªderes, o a la familia, o al grupo de amigos.
La amistad con Paj¨ªn, que la considera "una de las mujeres m¨¢s brillantes del partido", surgi¨® en las reuniones de Nueva V¨ªa, la corriente renovadora que se gest¨® en v¨ªsperas del 35? Congreso socialista, tras el descalabro electoral de 2000. "?ramos las m¨¢s cercanas del grupo por edad, aunque Carme es cinco a?os mayor". Y m¨¢s experimentada. Por aquellos a?os, era ya una militante fogueada en la batalla pol¨ªtica. Hab¨ªa pasado por las Juventudes Socialistas antes de ingresar en el PSC, y era teniente de alcalde en el Ayuntamiento de su pueblo, Esplugues de Llobregat, parte de ese cintur¨®n rojo de Barcelona, que siempre ha tenido alcalde socialista. Chac¨®n, la mayor de las dos hijas de Esther Piqueras, abogada, catalana de segunda generaci¨®n, y Baltasar Chac¨®n, almeriense y funcionario del cuerpo de bomberos de Barcelona, naci¨® el 13 de marzo de 1971 tras un embarazo y un parto dif¨ªciles.
Carme vino al mundo con una cardiopat¨ªa cong¨¦nita, como ella misma ha contado en la revista Marie Claire. Un problema de salud que ha marcado su vida y su car¨¢cter. De ese trauma procede quiz¨¢ su af¨¢n de superaci¨®n y esa tenacidad que le atribuyen quienes la conocen. ?Un ejemplo? Fr¨¢gil y peque?a de estatura, se inclin¨® por el baloncesto. "Durante unos a?os no hac¨ªa otra cosa que jugar y estudiar", recuerda Carme, "y se lo recomiendo a todo el mundo. No hay cosa m¨¢s maravillosa para un cr¨ªo que jugar en equipo. Relativizas las victorias, porque no son s¨®lo de uno, y las derrotas, tampoco".
Esa capacidad de insertarse en el grupo le permiti¨® ser una alumna apreciada en el colegio Divina Pastora, donde estudiaron su hermana y ella. Un colegio religioso del que confiesa tener muy buenos recuerdos. No hubo colisiones ideol¨®gicas, pese a que la ni?a sab¨ªa ya de manifestaciones y disidencias. Su madre, una mujer muy de izquierdas, y su abuelo, un anarquista aragon¨¦s anclado en los recuerdos de la Guerra Civil, de la represi¨®n y el exilio, tienen mucho que ver con su compromiso pol¨ªtico. Chac¨®n reconoce que en los a?os noventa, cuando estudiaba derecho en la Universidad de Barcelona, era una rara avis entre sus compa?eros. La mayor¨ªa pasaba de partidos y se inclinaban en masa por las ONG. Carme coquete¨® tambi¨¦n con las organizaciones no gubernamentales. Se apunt¨® a Juristas sin Fronteras y a la Observaci¨®n Internacional, que le proporcion¨® la primera ocasi¨®n de entrar en contacto con el Ej¨¦rcito.
?Quien iba a decirle entonces, tan pacifista y comprometida con la justicia en el mundo, que terminar¨ªa por ser la jefa de todos los regimientos? "Si ser pacifista es tener claro el valor de la paz, lo soy seguro; pero lo soy yo y todo aquel que ha estado cerca de la guerra", se defiende Chac¨®n. "Quien conoce el horror de la guerra, conoce el valor de la paz, eso lo tengo yo clar¨ªsimo. Y s¨ª, creo en un mundo sostenible, vaya novedad. Pero lo que no soy es antimilitarista, sobre todo porque mi primer contacto con el Ej¨¦rcito fue en la misi¨®n de los acuerdos de Dayton en Bosnia-Herzegovina, y volv¨ª muy orgullosa del Ej¨¦rcito espa?ol. Igual que ahora, en la visita a las tropas, no s¨®lo por su calidad t¨¦cnica, sino por su calidad humana".
Y es que Chac¨®n es una persona de orden, que cree en el matrimonio, en la familia, en la amistad, sin el menor atisbo de rebeld¨ªa destructiva. Chac¨®n se cas¨® en diciembre pasado con Miguel Barroso, 16 a?os mayor que ella, divorciado, padre de dos hijas y ex secretario de Estado de Comunicaci¨®n. Fue una boda ¨ªntima, por lo civil, pero Carme no se priv¨® de lucir un traje de novia blanco truncat.
Una decisi¨®n acorde con ese poso de clasicismo que la caracteriza. Es f¨¢cil imaginarla como hija modelo, como alumna modelo en el colegio de la Divina Pastora, y en la universidad, y como militante modelo, primero en el PSC y luego en el PSOE. Manuela de Madre, vicepresidenta de los socialistas catalanes, la recuerda como una jovencita menuda, muy delgada, "pero muy vivaracha, muy sensata, list¨ªsima y muy cercana". Eran los primeros a?os noventa, antes de que Carme se doctorara cum laude en derecho, tras un a?o de estudios en Canad¨¢, y aceptara una oferta para dar clases de Derecho Constitucional en Girona.
Chac¨®n ten¨ªa muy claro que la militancia pol¨ªtica no deb¨ªa entorpecer su carrera acad¨¦mica. Aunque, al parecer, pod¨ªa con todo. Era la m¨¢s apasionada en los m¨ªtines, y todav¨ªa hoy reconoce que le encantan las campa?as electorales precisamente por ese contacto con la gente. En 2000 se produjo el gran salto en su vida pol¨ªtica, al obtener un esca?o en el Parlamento nacional. En Madrid vive de cerca las luchas internas del PSOE, y se implica a fondo en los debates para buscar una renovaci¨®n del partido en el 35? Congreso. Con enorme olfato pol¨ªtico, apost¨® por Zapatero en las siguientes primarias del partido que disputaron Jos¨¦ Bono, Matilde Fern¨¢ndez, Rosa D¨ªez y el propio Zapatero.
De Madre recuerda que fue Chac¨®n la que present¨® al hoy presidente a los dirigentes socialistas catalanes. "Nosotros no le conoc¨ªamos". A partir de ah¨ª, su carrera ha sido mete¨®rica. Ha tenido responsabilidades en el partido (secretaria de Educaci¨®n, Universidad y Cultura; portavoz; secretaria de Cultura); ha sido vicepresidenta del Congreso, tras el triunfo electoral de 2004, y ministra de la Vivienda. En estos a?os, el faro pol¨ªtico y moral de Carme ha sido la vicepresidenta, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, adem¨¢s del propio Zapatero, "una persona muy templada, con el que es f¨¢cil trabajar", dice.
A los 37 a?os reci¨¦n cumplidos, Chac¨®n no ha tenido casi tiempo de so?ar con el ¨¦xito. Le ha llegado de golpe. Cuando le nombraron vicepresidenta del Congreso, un puesto relativamente tranquilo, empez¨® a acariciar la idea de la maternidad. Ahora, sin embargo, le ha llegado todo a la vez: cartera ministerial importante, matrimonio y maternidad. Otra persona se hubiera planteado renunciar al cargo; Chac¨®n est¨¢ segura de poder con todo. -
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