"Se acab¨® el infierno, vuelven"
Las familias celebran la liberaci¨®n de los 26 marineros
"?Les van a liberar? ?En serio? Ay, Dios...", clam¨® incr¨¦dula Ainhize al conocer la noticia. Minutos despu¨¦s, a las 18.10 y tras recibir la confirmaci¨®n oficial, a la hija de Juan Pedro Sesma no le cab¨ªa la emoci¨®n en el cuerpo. "Llevaba d¨ªas imaginando el momento", confes¨®. Su imaginaci¨®n est¨¢ ahora en el reencuentro, en ese primer abrazo con el que estrujar¨¢ a su padre: "Me han dicho que tardar¨¢n dos o tres d¨ªas en llegar".
Los secuestradores se habr¨ªan embolsado 1,2 millones de d¨®lares, unos 766.188 euros, a cambio de liberar a los 26 tripulantes del Playa de Bakio, seg¨²n inform¨® a Reuters el presidente de la Autoridad Portuaria de la localidad Somal¨ª de Haradhere, Abdisalam Jalif Ahmed. Otras fuentes consultadas por este peri¨®dico y familiarizadas con este tipo de negociaciones ven factible una cifra de esa cuant¨ªa.
"Si vuelve a la mar despu¨¦s de esto, lo doy por perdido" afirma un padre
Los secuestradores han robado todo lo de valor que hab¨ªa en el atunero
A Mireia, mujer del marinero Gozton Klemos, no le importa lo m¨¢s m¨ªnimo cu¨¢nto hayan pagado. "Me da igual todo, lo importante es que se acab¨® el infierno, mi marido vuelve a casa", dijo feliz. Joxe Mari Arana, padre de Mikel, lo tiene claro: "Vamos a pasar mucho tiempo juntos. Por mi trabajo tengo que hacer muchos kil¨®metros, y como me romp¨ª la mano le usar¨¦ como taxista", brome¨® el padre. ?Le dejar¨¢ volver a faenar en el ?ndico? "Depende de ¨¦l. Su tutor me dijo que, si despu¨¦s de esto volv¨ªa a la mar, que lo diese por perdido porque ya ser¨ªa marinero toda la vida". Joxe Mari se mostr¨® muy agradecido con el armador: "Se ha volcado con nosotros en todo momento".
El Gobierno vasco explic¨® a trav¨¦s de un portavoz que las negociaciones fueron llevadas "directa y exclusivamente" por la direcci¨®n de la empresa armadora, Pevasa, que recibi¨® el apoyo "log¨ªstico" de las distintas autoridades. Los secuestradores han robado todo lo que hab¨ªa de valor en el barco, incluyendo tel¨¦fonos m¨®viles, televisiones y una de las radios utilizada para las comunicaciones, dificultando as¨ª el contacto con el buque. Algunos de los liberados hac¨ªan ayer cola pacientemente para llamar a casa y tranquilizar a los suyos con su voz. "Me dijo que estaba bien, que pronto estar¨¢ aqu¨ª", relat¨® Gloria, madre de Jaime Candamil. "A¨²n no me lo creo. Estoy aterrizando, saliendo de un mal sue?o", contaba de pareja de Jaime, F¨¢tima, quien recibi¨® la noticia mientras daba uno de esos paseos bals¨¢micos en la playa para no pensar en lo ocurrido.
"?No nos aguantamos en pie de la alegr¨ªa!". Mari Carmen, la mujer del marinero C¨¢ndido Senra, apenas puede pronunciar palabra media hora despu¨¦s de conocer la liberaci¨®n del nav¨ªo atunero. Por la ma?ana, algunos interlocutores oficiales le hab¨ªan ofrecido "alguna pista de que esto pod¨ªa resolverse r¨¢pido". "Yo ya pens¨¦ que pod¨ªa ser inminente", apunt¨® ella. "Sin palabras, estamos todos sin palabras", repet¨ªa Mari Carmen tras manifestar su agradecimiento al armador que los liber¨®. "Estoy super nerviosa, con mucha ansiedad de hablar con ¨¦l", afirmaba mientras de fondo, en su casa de Nigr¨¢n (Pontevedra), se percib¨ªa el alboroto de amigos y vecinos reci¨¦n llegados a la vivienda para felicitarles. Un entorno que prepara ya "algo especial" para dar la bienvenida al marinero tras siete d¨ªas de cautiverio.
C¨¢ndido cumpli¨® sus 48 a?os en el barco. "No para de llegar gente", comenta una amiga ¨ªntima, Bego?a Dom¨ªnguez, que releva en el tel¨¦fono a Mari Carmen a quien los nervios impiden seguir hablando. Con el coraz¨®n en un pu?o, relata, se ha pasado "todo el d¨ªa pegada al tel¨¦fono". "Ha sido una semana muy dura". "Yo creo que el barrio entero se va a echar a la calle cuando llegue", se?ala Bego?a. "Yo misma sal¨ª escopetada hac¨ªa aqu¨ª cuando me enter¨¦", a?adi¨®.
"Nos enteramos hace poco y vinimos corriendo a casa", declar¨® la emocionada hija del patr¨®n del Playa de Bakio, Rosa ?lvarez, informa Teresa Cui?as. La joven hab¨ªa acudido esa tarde con su madre a un centro de salud porque a la esposa del patr¨®n las fuerzas le empezaban a flaquear. "Est¨¢bamos mejor porque las noticias eran esperanzadoras, pero mi madre llevaba fatal el paso de los d¨ªas sin ver una soluci¨®n. En cuanto nos llamaron para decirnos que los hab¨ªan liberado se puso contenta y quiso salir del m¨¦dico enseguida", cont¨® la hija, liberada ella tambi¨¦n de seis d¨ªas de infierno. Ya puede pronunciar las tres ansiadas palabras que todos esperaban: "Est¨¢n todos bien".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.