Algo m¨¢s que erratas
En los correos y llamadas que recibe el Defensor del Lector hay una constante que por cotidiana no deja de ser dolorosa. Es la queja por nuestra desidia en el uso del idioma. No son todos gram¨¢ticos, aunque los hay doctores, sino lectores, buenos lectores que aman el idioma en el que hablan y escriben y nos reprochan que,siendo el idioma la materia prima que utilizamos para fabricar el peri¨®dico, lo tratemos con desconsideraci¨®n e ignorancia. No se trata de erratas, tal vez imposibles de erradicar totalmente de las p¨¢ginas de un diario, sino de errores gramaticales o del uso incorrecto del vocabulario con la incorporaci¨®n gratuita de anglicismos o galicismos. He escogido algunos ejemplos menores de estas ¨²ltimas semanas como homenaje a esos lectores que valoran el diario y a los que apenan nuestras faltas.
Markus Villegas envi¨® este correo: "?C¨®mo es posible que un diario de tanto prestigio cometa dos errores gramaticales como ¨¦stos? As¨ª no es de extra?ar que los espa?oles cada vez hablen y escriban peor".
"Jueves, 17 de abril, en la portada: 'Dos pesos pesados del grupo ya han dejado claro estos d¨ªas que rechazan toda opci¨®n de ocupar un puesto de responsabilidad, ni en el Congreso de los Diputados ni en el partido'.
"Aqu¨ª deber¨ªa poner 'ya sea en el Congreso de los Diputados o en el partido' o bien 'tanto en el Congreso de los Diputados como en el partido". S¨¢bado, 19 de abril, secci¨®n Sociedad, p¨¢gina 44, en el titular: "Cuatro a?os sin ver a su hija por haberla pegado".
"Yo me pregunto ?d¨®nde la peg¨®? ?En un ¨¢lbum de cromos? As¨ª los la¨ªsmos nunca ser¨¢n erradicados".
Carlos Estrada Iturraspe o Cecilia Dom¨ªnguez Luis, entre otros, tambi¨¦n se quejaron sobre las reiteradas faltas de la¨ªsmo y le¨ªsmo que aparecen en las p¨¢ginas del diario: "No s¨¦ si ustedes repasan, aunque s¨®lo sea de vez en cuando, su propio manual", escribi¨® Cecilia Dom¨ªnguez. "Si lo hacen ver¨¢n que en el apartado de Normas gramaticales, en el punto 12.42, se habla del la¨ªsmo como la utilizaci¨®n incorrecta del la por el le, con ejemplo incluido".
"Dado que hoy en d¨ªa la lengua est¨¢ sufriendo aut¨¦nticos atentados (l¨¦ase lenguaje de chats o de m¨®viles, presentadores y locutores varios), un peri¨®dico que se precia de su car¨¢cter global y espa?ol, ponga, al menos todo el cuidado posible para que no se siga pateando al idioma de Cervantes".
Como estamos en tiempos de cambios pol¨ªticos, los lectores nos han recordado que no podemos escribir que fulano "ha sido cesado" ni tan siquiera que mengano "ces¨®" a zutano. El Libro de estilo lo explica bien. Cesar es un verbo intransitivo como caer o entrar. Uno cae, pero no es ca¨ªdo por otro; uno entra en un sitio, pero no es entrado en ¨¦l. Uno cesa, le piden el cese o se le obliga a cesar. Lo habitual es que a uno lo destituyan.
Jes¨²s M. Palao escribi¨® esto sobre el sustantivo deflagraci¨®n, cuyo uso indebido suscita quejas: "Soy lector inveterado de EL PA?S desde el d¨ªa de su aparici¨®n hasta hoy y, al igual que me ocurre con otros medios que leo o escucho, me indigno cada vez que se utiliza en los mismos el sustantivo deflagraci¨®n como sin¨®nimo de explosi¨®n. Parece mentira que tantos periodistas, esto es, profesionales universitarios cuya herramienta de trabajo es la palabra (hablada o escrita) cometan un error tan craso con semejante ligereza, y lo que es peor, con total ignorancia del error que cometen".
"Veamos: la deflagraci¨®n es un proceso de combusti¨®n relativamente lento y con llama, que todos hemos visto cuando John Wayne prend¨ªa un reguero de p¨®lvora que llegaba hasta el polvor¨ªn de los forajidos para volarlo. Pues bien, esta voladura es una explosi¨®n, violenta y ruidosa por ser un tipo de combusti¨®n muy r¨¢pida que genera una onda expansiva, mientras que la combusti¨®n del reguero de p¨®lvora, casi silenciosa y con una llamita que lo recorre, es una deflagraci¨®n".
Un error gramatical que nos reprochan frecuentemente es la utilizaci¨®n del estilo directo e indirecto con una conexi¨®n sint¨¢ctica incorrecta.
"La diferencia entre el estilo indirecto (fulana de tal confiesa que le gusta jugar al parch¨ªs porque se lo ense?¨® su padre "de peque?a" y as¨ª se siente "unida a ¨¦l") y directo (fulana confiesa que le gusta jugar al parch¨ªs: "Me lo ense?¨® mi padre de peque?a y as¨ª me siento unida a ¨¦l") es un tema que se estudia en el segundo trimestre de 1? de la ESO. Y lo s¨¦ porque lo estuve repasando hace unos d¨ªas con mi hija. Si no le entraba en la cabeza, la suspend¨ªan. Ha aprobado. Tiene 12 a?os".
Algunas otras incorrecciones como propuestas puntuales, al confundir lo puntual con lo concreto, responden a la degradaci¨®n del lenguaje period¨ªstico en expresi¨®n de un lector. Otro, ir¨®nicamente, ha reclamado que puestos a cometer errores incorporemos el t¨¦rmino "ostent¨®reo" que acu?¨® involuntariamente Jes¨²s Gil. "Emplean ustedes a menudo de forma incorrecta el verbo ostentar como sin¨®nimo de ejercer un cargo. No me digan que la fusi¨®n de ostentar y estent¨®reo no es un hallazgo con una gran carga sem¨¢ntica. As¨ª podr¨ªa decir que son 'ostent¨®reos' sus errores".
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