"No nos han agredido, pero nos han tratado vejatoriamente"

Quer¨ªa dar las gracias, pero se le adelantaron las l¨¢grimas. Al pisar tierra, por primera vez en meses, y despu¨¦s de haber pasado casi una semana enca?onado por una metralleta, Amadeo ?lvarez, capit¨¢n del Playa de Bakio, se derrumb¨® an¨ªmicamente. "No nos han agredido, pero nos han tratado vejatoriamente", explic¨® entre sollozos. "Gracias de todo coraz¨®n. Gracias al Gobierno y a la fragata. Si no fuera por ellos...". No pudo seguir hablando. Atr¨¢s quedaba por fin la amarga experiencia de los 26 marineros gallegos, vascos y africanos de sobrevivir a un asalto y secuestro por piratas somal¨ªes armados con lanzagranadas.

Eran las 8.30 cuando el Playa de Bakio arrib¨® a Victoria, la capital de Seychelles, escoltado por la fragata espa?ola que durante la crisis aguard¨®, a una prudente distancia, el desenlace del secuestro. En el puerto, todos, marineros y empleados, hab¨ªan dejado sus labores para ver la cara de aquellos hombres que hab¨ªan visto de frente a los piratas, la amenaza de la que todos hablan en Seychelles.

?lvarez fue el ¨²nico en bajar del barco para hacer declaraciones. Se subieron, como una exhalaci¨®n, otros cuatro hombres, parte del relevo de la tripulaci¨®n que hoy llega a casa, y entre todos, convirtieron la cubierta del barco en una emocionante escena de reencuentros y despedidas. Porque unos se iban y otros se quedaban. La mayor parte de la tripulaci¨®n africana ha decidido volver a salir al mar, previsiblemente en una semana, lo que tarden en borrar las huellas que los piratas y sus lanzagranadas dejaron en el barco. Tanto los espa?oles como ellos han pasado un reconocimiento m¨¦dico y se encuentran bien.

En el muelle aguardaban con un excelente humor, aliviados por verles por fin en un lugar seguro, el embajador de Espa?a en Kenia, Nicol¨¢s Mart¨ªn Cinto, hombre clave en la liberaci¨®n, y el secretario general del Mar, Juan Carlos Mart¨ªn Fragueiro.

"Mucha entereza"

"Est¨¢n aqu¨ª, hoy, gracias a una labor conjunta del Gobierno, el armador y la diplomacia. Yo tambi¨¦n tuve mucho miedo en Mogadiscio [viaj¨® a la capital somal¨ª acompa?ado por cuatro geos]. Desde luego, prefiero las Seychelles", brome¨® Mart¨ªn Cinto. "La situaci¨®n ha sido muy dif¨ªcil, y de mucha tensi¨®n. Han demostrado mucha entereza", declar¨® Fragueiro.

Ninguno quiso entrar en detalles. "La operaci¨®n sigue abierta", respondi¨® escuetamente el embajador a una pregunta sobre el destino de los piratas, que tienen abogado y n¨²mero de cuenta bancaria al que remitir el dinero de los rescates, pero paradero desconocido. "No soy adivino, no s¨¦ si volver¨¢ a pasar, pero espero que no. Es un tema que no se puede abordar como problema aislado, sino de forma conjunta, entre todos los pa¨ªses", afirm¨® Fragueiro despu¨¦s de explicar que la flota espa?ola tiene prohibido el acceso a aguas de Somalia, y que los marineros pescan en aguas internacionales o en aguas de pa¨ªses con los que hay firmados acuerdos de pesca.

"Nuestros barcos vuelven a estar indefensos", se quej¨® ayer el Gobierno vasco, en referencia al Playa de Bakio y otros 22 buques que pescan en aguas de Somalia procedentes de puertos de Euskadi.

Tambi¨¦n aguardaba en el muelle Jayson Dine, padre de Gueto Nounce, uno de los secuestrados, despu¨¦s de otra dura negociaci¨®n, ¨¦sta con las autoridades del puerto de Victoria, que durante horas se negaron a entender que no quisiera esperar a su hijo fuera del puerto.

El abrazo se produjo por fin, a pie de barco, tras ocho d¨ªas de angustia que para ¨¦l han sido, quiz¨¢, m¨¢s duras, porque al contrario que las familias de los tripulantes espa?oles, ¨¦l nunca recibi¨® informaci¨®n sobre el secuestro. Desconocedor de las posibilidades de que su hijo llegara a casa vivo o muerto, temi¨® siempre que ocurriera lo peor.

No ha conseguido que se quede con ¨¦l ni siquiera unos d¨ªas. "Ma?ana [por hoy] ir¨¦ al barco a las 7.30. Hay mucho trabajo, porque los piratas se lo llevaron todo, pero quiero recuperar mi vida cuanto antes. Y mi vida es ser marinero", zanj¨® Gueto.