Dos vidas en un instante
La actriz Celia Freijeiro estrena su primera producci¨®n teatral en Madrid
Desde primera hora y hasta bien entrada la tarde es una "modistilla" de un barrio castizo de Madrid, pero a partir de ma?ana se convertir¨¢, cada anochecer durante los pr¨®ximos dos meses, en la protagonista de La m¨²sica, versi¨®n del texto hom¨®nimo de Marguerite Duras que el d¨ªa 1 se estrena en el Teatro F¨ªgaro-Adolfo Marsillach de la capital.
Hace d¨ªas que Celia Freijeiro (Vigo, 1983) reparte su tiempo entre una Pepita Garc¨ªa que, hacia 1808 era toda una adelantada a su tiempo, y la intensa Anne-Marie Roche que se cita en un hotel con su ex marido para zanjar el divorcio. Y, mientras corre por las tardes al teatro desde el plat¨® donde por las ma?anas graba una serie basada en los acontecimientos del Dos de Mayo, tiene otro trabajo: el de empresaria, cuidando de su propia productora, Pocapena, llamada como la gitana de Valle Incl¨¢n en Divinas palabras. Todas estas vidas se estrenan esta semana. La actriz y productora teatral se siente agotada pero feliz. "A veces todo esto es duro y te crecen los enanos por todas partes, pero es lo que siempre quise hacer".
Freijeiro reparte el tiempo entre la televisi¨®n y su empresa teatral
Esta nueva lectura de 'La m¨²sica' lleva la disoluci¨®n de g¨¦neros a escena
Hace seis a?os hizo las maletas, vol¨® del nido y se instal¨® en Madrid. Pronto dej¨® los estudios de Psicolog¨ªa para concentrarse en llegar a actriz. Al principio, su padre, el pintor Rafael Freijeiro, la llamaba para preguntarle si ya se le hab¨ªa pasado la ventolera. Pero Celia iba en serio y sigui¨® estudiando y cambiando de escuela cada cierto tiempo para coger lo que m¨¢s le "sirve" de cada m¨¦todo. Empezaron a llegar los primeros papeles, en teatro y despu¨¦s, en la televisi¨®n, con papeles secundarios en Maridos e mulleres para Televisi¨®n de Galicia y El comisario, de Telecinco. El protagonista lleg¨® con una de las primeras producciones propias de Cuatro, Amistades peligrosas, y, al tiempo, la tent¨® el cine. Su peque?a intervenci¨®n en Los aires dif¨ªciles de Gerardo Herrero cobr¨® relevancia en D¨ªas azules de Miguel Santesmases.
"Me gustar¨ªa volver a hacer pel¨ªculas porque en aquel momento estaba tan nerviosa que apenas disfrut¨¦ la experiencia", recuerda. En aquel 2005, Freijeiro empez¨® a dar muestras de querer ir a su aire. Con su colega Marta Larralde ech¨® a andar una asociaci¨®n cultural desde la que produjeron el montaje teatral El color de agosto. La obra se estren¨® en el Vigo natal de ambas y le vali¨® a Celia una nominaci¨®n a los Premios Mayte en la categor¨ªa de mejor actriz. "Con la infraestructura que ten¨ªamos no pod¨ªamos hacer mucho m¨¢s, pero me qued¨¦ con la copla, sobre todo por la idea de tener margen de acci¨®n". Terminada aquella etapa, sigui¨® cosechando buenas reacciones en el teatro con Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, quien la dirigi¨® en El le¨®n en invierno, y hasta prob¨® Internet, medio para el que grab¨® un serial.
Su empresa, la fundaci¨®n para la promoci¨®n del arte gallego Feima, y el equipo art¨ªstico de El color de agosto la rodean ahora en La m¨²sica. Freijeiro se encuentra especialmente arropada por la directora argentina Marta ?lvarez, a quien considera su maestra, y sus compa?eros de reparto: Alberto Maneiro y Ana Luc¨ªa Billate. La m¨²sica en directo de una violinista y de un violonchelista constituyen otros dos personajes: "Esta obra es palabras, m¨²sica y silencios". El texto que Duras concibi¨® primero para televisi¨®n y despu¨¦s convirti¨® en dramaturgia est¨¢ suponiendo un reto. "Nos cost¨® trabajo encontrar documentaci¨®n para abordar un material tan complicado, pero el proceso result¨® enriquecedor; en realidad, es Duras la que est¨¢ detr¨¢s de los personajes y clama por su independencia como persona. Ese concepto en 1965 era revolucionario sin ser una obra, en apariencia, pol¨ªtica".
La escritura profunda y compleja de la autora francesa acostumbra a formular un discurso en el que los g¨¦neros literarios se diluyen. En esta nueva lectura de La m¨²sica tambi¨¦n quieren llevar ese sincretismo a escena, presidida por un lienzo de Rafael Freijeiro, mientras los personajes ponen a escurrir sus sentimientos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.