Pen¨¦lope en Telef¨®nica
La multinacional m¨¢s importante del pa¨ªs, Telef¨®nica, lleva camino de batir el r¨¦cord de Pen¨¦lope, s¨®lo que, en lugar de hilar y deshilar un tapiz aguardando la llegada de Ulises, teje y desteje la lista de empleados ilustres. Es verdad que no todo el m¨¦rito corresponde a la compa?¨ªa, cuyas n¨®minas cambiantes como los hilos de un lienzo no se comprender¨ªan sin la decisiva intervenci¨®n de la pol¨ªtica, esa entrometida. Cuando, poco antes de las elecciones, Telef¨®nica complet¨® su Consejo de Administraci¨®n con las incorporaciones de Javier de Paz y Manuel Pizarro, dando una de cal y otra de arena a los dos grandes partidos, un anuncio de Mariano Rajoy oblig¨® a deshacer el tapiz reci¨¦n confeccionado y dar de baja al antiguo presidente de Endesa. Rajoy lo hab¨ªa enrolado para emprender un largo viaje hasta las costas procelosas del Congreso de los Diputados.
Telef¨®nica, entonces, se vio obligada a tejer pacientemente el hueco destejido por Pizarro, siempre a la espera del regreso de Ulises. Pero tampoco ahora la pol¨ªtica, esa entrometida, ha dado un respiro a la multinacional, seg¨²n le suced¨ªa a Pen¨¦lope con sus incontables pretendientes. Precedido por la fama de sus imperecederas haza?as, un n¨¢ufrago de post¨ªn, Eduardo Zaplana, ha llegado a Telef¨®nica desde las costas procelosas del Congreso de los Diputados, en las que, seg¨²n parece, Pizarro navega ya con tanta desgana que hay augures que predicen su pronto abandono. Fiel a su inveterada costumbre, esta Pen¨¦lope de nuestros d¨ªas ha vuelto a maniobrar para tejer una nueva red en la que el n¨¢ufrago reci¨¦n llegado consta como delegado en Europa.
La gran duda es cu¨¢ntas veces m¨¢s deber¨¢ tejer y destejer esta Telef¨®nica convertida en la Pen¨¦lope m¨¢s generosa de nuestro tiempo. En realidad, no se sabe qui¨¦n es Ulises ni cu¨¢ndo regresar¨¢, si es que regresa. Lo ¨²nico cierto es que el pr¨®ximo mes de junio, y por algo que est¨¢ previsto en Valencia, pueden multiplicarse los n¨¢ufragos, y entonces se comprobar¨¢ hasta d¨®nde da de s¨ª Telef¨®nica. O hasta d¨®nde la dejan los analistas, los accionistas, los mercados o el sentido com¨²n.
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