Primero de Mayo de carallo
Lo mismo que hay no lugares (aeropuertos, centros comerciales, hamburgueser¨ªas, gasolineras o museos de arte contempor¨¢neo) que carecen de una personalidad definida, tambi¨¦n hay no gallegos practicantes del "gallegos, no". El m¨¢s significativo de los ¨²ltimos decenios fue el general Franco, un militar de baja estatura y voz aguda que marc¨® todo un no estilo en estatuas ecuestres, edificios oficiales, desfiles y bailes regionales. Estos ¨²ltimos fueron de lo m¨¢s ¨²til en las demostraciones sindicales que obnubilaban a las masas en el estadio Santiago Bernab¨¦u de Madrid cada Primero de Mayo antes del 20 de noviembre de 1975.
A¨²n est¨¢ por escribir la historia de los preparativos de tan magnos eventos. ?C¨®mo se organizaba todo aquello? ?Qui¨¦n dirig¨ªa tanta coreograf¨ªa? ?Qu¨¦ merendaban bailarines y deportistas? Era un no espect¨¢culo sin tecnolog¨ªa, sin sonido ni luminotecnia, que acaparaba la fecha para que unos desarrapados no salieran a la calle a montar foll¨®n y propagar subversi¨®n. Tiene que haber mil historias alrededor de aquellos eventos parecidos al desfile fascista en Amarcord de Federico Fellini. Las cr¨®nicas de las an¨¦cdotas -y de las chapuzas- eran impensables para un r¨¦gimen que estaba llamado a salvar a Occidente; pero tampoco son material apetecible para el rojer¨ªo intelectual empe?ado en describir sus miserias y cr¨ªmenes m¨¢s atroces y altisonantes.
Ahora el Primero de Mayo es el pistoletazo de salida de un mes que viene como agua de idem
?Cu¨¢ntas historias de amor tuvieron que empezar en los ensayos previos entre aizkolaris vascos y bailaoras andaluzas con traje de faralaes! ?Cu¨¢ntas promesas de fidelidad eterna entre joteras aragonesas con refajos y gaiteiros gallegos con polainas! (Relaciones homosexuales no hab¨ªa en Espa?a, ?eh?) ?Y cu¨¢ntas de ellas debieron acabar el 2 de mayo en el momento de tomar los autobuses que llevaban a cada participante a su regi¨®n! Los vestuarios del Bernab¨¦u ten¨ªan que ser incontrolables para monjas, curas y los/as camisas azules: todo un hervidero de risitas, carreritas, bromitas y escarce¨ªtos, m¨¢s o menos consumaditos, que el general¨ªsimo (el ¨²nico superlativo permitido en aquellos tiempos) no pod¨ªa ni sospechar. Todo un primerito de mayo de carallo para el no gallego que contemplaba sonriente a la juventud de acero espa?ola agarrado del brazo de su no asturiana.
Ahora el Primero de Mayo es el pistoletazo de salida de un mes que viene como agua de idem para las primeras sesiones de rayos UVA y para el firme prop¨®sito de adelgazar con vistas al veraneo, el tanga, el chiringuito y las discoteques al aire libre con fiestas de camisetas mojadas. ?El general no gallego no dar¨ªa cr¨¦dito ante el no lugar en el que se van a convertir muchos kil¨®metros de nuestras costas! La ventaja es que este D¨ªa del Trabajo no va a degenerar en una Intifada a pedrada limpia porque las obras de A Cidade da Cultura han esquilmado la mina Angelita en Muras (Lugo), productora de la cuarcita de mayor eficacia homicida conocida. Por eso la Conseller¨ªa de Cultura anuncia que la piedra que falta para acabar el complejo de Monte Gai¨¢s (un complejo de carallo) est¨¢ localizada pero no dice d¨®nde, no vaya a ser que el conflicto de la leche (que, en realidad, es un conflicto de la hostia) acabe mal, o sea, peor de lo que empez¨®.
En Galicia no hay toros pero s¨ª vacas que, en primavera, dan m¨¢s leche y los ganaderos no tienen d¨®nde guardarla si no se la llevan los camiones de las grandes empresas. Nos quejamos de vicio: podemos convertir esa fiesta no gallega de camisetas mojadas con agua, en fiestas gallegas de camisetas empapadas con leche cortada, de esa que no se recoger¨¢ esta primavera por culpa del cabreo de esos ganaderos timados por la especulaci¨®n l¨¢ctea. As¨ª tambi¨¦n, los marineros gallegos del Playa de Bakio, que ya llegan bronceados de Somalia, podr¨¢n olvidar su tremebundo secuestro perpetrado con armas que no parecen salidas de las f¨¢bricas somal¨ªes precisamente. Como dir¨ªa Ricardo Castella: ?a que no es para tanto!
?Ah! Y ayer fue el XXV aniversario de la muerte de Muddy Waters, el bronceado (pero no esbelto) bluesman de Chicago. El 30 de abril de 1983 decidi¨® que no volv¨ªa a pasar otro mayo de carallo...
julian@discosdefreno.com
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