El ¨²nico ejemplar del bando de 1808 est¨¢ en Huelva

Dos de mayo de 1808. Un grito de guerra sacude a Espa?a. Madrid est¨¢ siendo atacada por el ej¨¦rcito napole¨®nico y los dos alcaldes de la vecina M¨®stoles alertan con un bando a los regidores espa?oles. Desde all¨ª, llaman al levantamiento armado contra el invasor franc¨¦s, "unos p¨¦rfidos que, socolor de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo despu¨¦s de haberse apoderado de la Augusta persona del Rey", escriben.

La misiva parte a caballo, en manos del postill¨®n Pedro Serrano, que recorre pueblos y ciudades para que sus autoridades copien a mano el bando y remitan a otros municipios las malas nuevas. El ¨²ltimo de esos ecos indignados resuena todav¨ªa hoy en un pueblecito de la sierra de Huelva, Cumbres de San Bartolom¨¦. All¨ª, 200 a?os despu¨¦s, el Ayuntamiento guarda celosamente la ¨²ltima copia, de tres caras manuscritas, del bando de los alcaldes.

El 4 de mayo, dos d¨ªas despu¨¦s de que la sangre corriese por Madrid, el escrito procedente de M¨®stoles, copiado por el alcalde de Higuera la Real (Badajoz), es recibido por su hom¨®logo de Cumbres, explica Jos¨¦ Luis Goz¨¢lvez, doctor en Historia Moderna de la Universidad de Huelva. Antes, el grito nacionalista ha pasado por Talavera de la Reina, Casas del Puerto, M¨¦rida, Badajoz, Almendralejo, Fuentes del Maestre, Jerez de los Caballeros y Fregenal de la Sierra. "Con estas ciudades se sigue el camino real de Extremadura, ya que la v¨ªa a Sevilla, que era la verdadera meta de la misiva, estaba controlada por los franceses", aclara Luis Goz¨¢lvez. Tras Higuera y Cumbres, el bando deb¨ªa recalar en Cortegana y en Aroche, aunque no se tiene constancia de ello. "El verdadero misterio es por qu¨¦ se conserva en Cumbres", apunta el historiador.

Cada alcalde reproduce cuidadosamente por escrito las palabras firmadas en M¨®stoles por Andr¨¦s Torrej¨®n y Sim¨®n Hern¨¢ndez, sus alcaldes del Estado Noble y el Estado Llano, respectivamente. Adem¨¢s, cada uno de los distintos regidores a?ade, de su pu?o y letra, nuevos p¨¢rrafos llenos de indignaci¨®n, en los que piden auxilio para Madrid. Uno de estos alcaldes anota: "Para que, como leales espa?oles, tomen cuantas providencias estimen oportunas para que, con la mayor brevedad, sea socorrida la capital y sus habitantes y dem¨¢s tropas establecidas en ella. Y que, con los auxilios que se le remitan, puedan triunfar de una iniquidad tan inaudita y hacer conocer y entender a sus autores que somos verdaderos espa?oles".

"Lo m¨¢s curioso del trayecto del bando es que va hallando reacciones diferentes en cada uno de los puntos a los que llega", explica en Madrid el historiador Francisco Mar¨ªn Perell¨®n. "As¨ª, el alcalde de Talavera de la Reina, Pedro P¨¦rez de Mula, nada m¨¢s recibirlo, se apresta a reclutar voluntarios y dispone su env¨ªo inmediato y el de tropas de guarnici¨®n hacia Madrid para socorrerla militarmente", subraya Mar¨ªn Perell¨®n.

"Otros ediles se limitaron a mantenerse a la expectativa, ya que el Consejo de Castilla, m¨¢ximo organismo pol¨ªtico que encabezaba el hermano del rey Fernando VII, el infante don Antonio Mar¨ªa Pascual, se encargaba de disuadir a quienes llegaban a Madrid con ¨¢nimo de combatir a los franceses", precisa el historiador madrile?o. El trayecto del bando fue ¨²nicamente de M¨®stoles hasta Cumbres y no curs¨® hacia otras latitudes fuera de la ruta seguida.

El pr¨®ximo 2 de mayo, Cumbres de San Bartolom¨¦ realiza una serie de actos culturales conmemorativos. Entre ellos est¨¢ la presentaci¨®n del libro de la periodista onubense Felicidad Mendoza acerca del hallazgo del bando en 1886 y la difusi¨®n que ¨¦ste tuvo con motivo del primer centenario de la Guerra de la Independencia. "El documento de M¨®stoles casi se hab¨ªa convertido en una leyenda popular. Pero en 1886, Francisco Mu?oz de Vera, p¨¢rroco de Cumbres, hall¨® el escrito en los archivos de su iglesia que demostraba la verdad hist¨®rica", explica Mendoza. Meses antes de que se celebrase el primer centenario de aquella guerra, el secretario del Ayuntamiento de Cumbres, Leandro Grande-Caballero, envi¨® copias fotogr¨¢ficas del bando a M¨®stoles, a la Casa Real, al Gobierno y a la Academia de la Historia. "Consciente de su repercusi¨®n, lo remiti¨® a peri¨®dicos de la ¨¦poca como Abc, Blanco y Negro, El Liberal, El Defensor o El Pa¨ªs".