La velocidad de la pasi¨®n
En La duquesa de Langeais, segunda entrega de la Histoire des Treize escrita en 1833 e incorporada al conjunto de la Comedia Humana en 1843, Balzac impone una fractura aparentemente parad¨®jica en su relato: sus personajes -el general de Montriveau, que ha sobrevivido a los m¨¢s inefables extremos de la experiencia humana, y la duquesa de Langeais, siempre protegida en el limbo de su frivolidad- se encuentran, se seducen y dialogan mientras hablan lenguajes irreconciliables, pero, cuando un hierro candente abre la posibilidad de la pasi¨®n fou, sus caminos iniciar¨¢n esa ¨®rbita del desencuentro que s¨®lo podr¨¢ resolverse en su respectiva autodestrucci¨®n. Por un lado, La duquesa de Langeais es una disecci¨®n de la ritual asfixia de costumbres en un entorno sociopol¨ªtico regido por la celebraci¨®n de la superficialidad. Por otro, es un tratado sobre la profundidad, entendida como material de tan delicado manejo como la nitroglicerina: la deficiente sincron¨ªa entre las velocidades del coraz¨®n abre la puerta a la tragedia.
LA DUQUESA DE LANGEAIS
Direcci¨®n: Jacques Rivette.
Int¨¦rpretes: Guillaume Depardieu, Jeanne Balibar, Bulle Ogier, Michel Piccoli, Anne Cantineau.
G¨¦nero: drama. Francia, 2007.
Duraci¨®n: 137 minutos.
Jacques Rivette se aplica aqu¨ª la exigencia de redefinirse a s¨ª mismo como contempor¨¢neo de Balzac: La duquesa de Langeais quiz¨¢s quiera ser la pel¨ªcula que Balzac hubiera rodado antes de la existencia del cine, pero acaba siendo el cerebral ejercicio de estilo de un cineasta enamorado de su propio rigor expresivo. Una vez desvanecido el espejismo de imposible objeto de ¨¦poca, el ¨²ltimo Rivette se revela un juego puramente contempor¨¢neo y sofisticado, tambi¨¦n esencialmente rivettiano, con sus recurrentes conjurados y sus estrategias de distanciamiento con interferencias teatrales y literarias. Rivette, sin duda, no se merece que este cr¨ªtico se haya aburrido tanto con su ¨²ltimo desaf¨ªo.
Babelia
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