La transformaci¨®n de la diva

Para las bailarinas, el camerino es una especie de templo privado, de lugar m¨¢gico donde ocurre la transformaci¨®n en diva esc¨¦nica. A¨ªda G¨®mez (premio Nacional de Danza 2004 y ex directora del Ballet Nacional de Espa?a), de 41 a?os, estrena este mi¨¦rcoles en el Teatro Alb¨¦niz de Madrid un espect¨¢culo basado en una relectura actual de la antigua Escuela Bolera, el verdadero ballet espa?ol, bajo el t¨ªtulo Perm¨ªteme bailarte, con ocasi¨®n de los fastos del 2 de Mayo. Antes, est¨¢ refugiada en el nuevo Teatro de San Lorenzo de El Escorial, donde da los toques finales a una obra en la que prima el rigor, el virtuosismo y la buena danza. Con la plantilla de su compa?¨ªa (y algunos invitados de renombre), que es muy joven y muy preparada a la vez, los ensayos son agotadores: la Escuela Bolera es endiabladamente dif¨ªcil, y todo el mundo coincide en que A¨ªda no es s¨®lo la mejor bailarina en activo de esta especialidad, sino quien atesora un bagaje que le da una clara posici¨®n de privilegio. "?No nos podemos permitir dejar a un lado algo tan bello como tan nuestro!", dice mientras ultima detalles de luces, escena, trajes: la artista est¨¢ en todo. "La implicaci¨®n tiene que ser total. No se trata de salir a escena, bailar y ya est¨¢, a recibir aplausos. Yo lo que quiero es un resultado art¨ªstico global, que el p¨²blico lo asimile, le guste y a la vez le d¨¦ esa parte de la danza espa?ola tan injustamente olvidada. Mientras tenga fuerzas, bailar¨¦ en zapatillas".

En el camerino hay de todo: trajes de hoy y de ayer, zapatillas destrozadas y otras por estrenar, pocos fetiches y s¨ª muchos antiinflamatorios y analg¨¦sicos (all¨ª huele a romero mezclado a linimento): "Nunca se sale a escena con un zapato o zapatilla nueva, tiene que estar amoldada a las exigencias y a la fuerza del pie que lo calza". Tambi¨¦n hay all¨ª abundancia de compactos de m¨²sica y hasta una monta?ita de casetes, hoy d¨ªa ya una cosa casi obsoleta: "Para esta obra he estado oyendo mucha m¨²sica, de varias ¨¦pocas y estilos. Mi planteamiento, en lo est¨¦tico, es que la t¨¦cnica de la Escuela Bolera puede transportarse a cualquier m¨²sica, y es as¨ª que hacemos desde un pasodoble de tradici¨®n taurina al Capricho espa?ol de Rimski-Korsakov. ?Es lenta en el camerino?: "No puedo decir que sea r¨¢pida, la verdad, pero me gusta prepararme a conciencia, desde la ¨²ltima horquilla del pelo al nudo de las galgas o la posici¨®n de una caramba; con el maquillaje y la peluquer¨ªa, lo mismo, tienen que estar en el estilo de lo que se danza, y ¨¦stas son cosas que repito a los muchachos todos los d¨ªas, son los factores que dibujan la personalidad del artista en la escena, los que inspiran un respeto".