El Tau no puede con la bestia
El CSKA demuestra que es el mejor equipo de Europa y deja al Baskonia fuera de la final
El pasado mes de agosto, Jon Robert Holden, un estadounidense nacionalizado ruso por la gracia de Putin, se asom¨® al Palacio de Deportes madrile?o y dej¨® a Espa?a sin el t¨ªtulo europeo de selecciones que los de Pepu Hern¨¢ndez (que ayer fue noticia al anunciar que no seguir¨¢ tras los Juegos) ya cre¨ªan tener en propiedad. Holden fue el autor de la canasta que decidi¨® aquella final, a la que no pudo responder Gasol, y que encumbr¨® a Rusia. Ayer, Holden apareci¨® de nuevo en el mismo escenario, en su pabell¨®n fetiche, al mando de un equipo colosal, con pinta de imbatible, un CSKA al que el Tau intent¨® tumbar y que durante muchos minutos so?¨® con conseguirlo. Concretamente, hasta que Holden dijo basta y la bestia (el CSKA) se despert¨®.
TAU CER?MICA 79 - CSKA MOSC? 83
TAU: Rakocevic (19), Planinic (17), Mickeal (11), Teletovic (3) y McDonald (9) -cinco inicial-; Prigioni (3), Vidal (0), Singleton (0) y Splitter (17).
CSKA: Holden (15), Langdon (9), Siskaukas (16), Smodis (14) y Andersen (16) -cinco inicial-; Papaloukas (10), Zisis (0), Goree (3), Van den Spiegel (0) Khryapa (0).
?rbitros: Brazauskas (Lit.), Koukoulekidis (Gre.) y Ankarali (Tur.). Eliminaron por cinco faltas a personales a Splitter.
Unos 15.000 espectadores en el Palacio de Deportes de Madrid. El CSKA de Mosc¨² y el Maccabi jugar¨¢n la final (domingo, 21.00 horas, La 2).
Holden volvi¨® a lucirse en su pabell¨®n fetiche, donde ya gan¨® el Europeo con Rusia
Tampoco en su cuarta Final Four consecutiva el Tau podr¨¢ conquistar su t¨ªtulo m¨¢s anhelado, el que se le resiste desde que accedi¨® a la ¨¦lite del baloncesto continental. El conjunto vitoriano se encontr¨® ante el peor rival posible, una constelaci¨®n de estrellas, el mejor equipo de Europa se mire por donde se mire, s¨ª o s¨ª. Logr¨® llevarle al l¨ªmite, minar su resistencia, reducir en lo posible las prestaciones de jugadores como Siskaukas, Smodis o Papaloukas. Pero cay¨®, como parec¨ªa escrito. Un par de errores arbitrales, como aquel bal¨®n que Andersen recuper¨® tras hacer dobles y que provoc¨® la encendida reacci¨®n del banquillo espa?ol en pleno, descentraron al Tau cuando todo estaba por decidir, con el marcador mostrando un 61-61 a poco m¨¢s de cinco minutos del fina. Pero Holden, en su sexta presencia en este evento, se hizo presente y puso a volar a los suyos.
Durante muchos minutos, el Tau sobrevivi¨® agarrado a la conexi¨®n entre Prigioni y Splitter, que se entienden sin mirarse.Tras un primer cuarto igualado, el conjunto vitoriano ense?¨® sus mejores minutos, en los que Prigioni superaba a un Holden desconocido, mientras Splitter gobernaba en los tableros. S¨®lo la ya tradicional falta de acierto del brasile?o desde la l¨ªnea de tiros libres (fall¨® 7 de sus 12 lanzamientos) evit¨® que el Tau se disparara. Tampoco ayud¨® la m¨ªnima capacidad anotadora del base. Pero Planinic estaba feliz en ataque, y el equipo lo agradeci¨®. Lleg¨® a adquirir el Tau una ventaja de seis puntos, y con ella se fue al descanso (39-33). El CSKA pagaba la falta de punter¨ªa de Smodis desde el per¨ªmetro, desde donde mand¨® al garete sus siete intentos con la anuencia de Ettore Messina, su t¨¦cnico, que da al chico carta blanca para que se juegue todo lo que caiga en sus manos. Pero en el tercer cuarto Holden decidi¨® asumir toda la responsabilidad. Mal asunto para el equipo espa?ol. Dos triples suyos dejaron en nada la ventaja del Tau, que, lejos de venirse abajo, aguant¨® entero otro buen trecho del partido, casi hasta la bocina final.
El caso es que a casi seis minutos del final todo estaba por decidir, con el marcador empatado. Quiso Rakocevic dejarse ver, pero su precipitaci¨®n result¨® letal en esos momentos para su equipo, aunque a ¨²ltima hora recuperase todo el cr¨¦dito con un par de triples. Splitter, con cuatro personales, estaba en el banquillo y el CSKA puso la directa. Sin sombra que le intimidase, Andersen mont¨® su chiringuito en ambas canastas. En un suspiro, el CSKA dibuj¨® un marcador inesperado (69-77). A¨²n as¨ª, el Tau tuvo la suficiente entereza como para volver al partido. Y a siete segundos del final, un triple de Rakocevic a la desesperada le invit¨® a so?ar (79-81). Pero el CSKA no tembl¨® y, el que menos, Papaloukas, que mand¨® dentro los dos tiros libres que meten a un equipo que es un lujo en su tercera final consecutiva.
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