Montgomery, en la c¨¢rcel

Cuando el peque?o Tim se convirti¨® en el gran Tim abri¨® la puerta de la c¨¢rcel, el camino de los delitos y la tumba de los desastres. Ayer se supo que Tim Montgomery ha sido detenido por vender hero¨ªna, seg¨²n The Virginian Pilot. Antes, que falsificaba cheques. Y, primero, que se mov¨ªa a sus anchas por los callejones de las drogas y los traficantes. Parece el historial de un oscuro delincuente. Es el de Montgomery, un velocista retratado por lo que fue y lo que es: ex plusmarquista mundial de los 100 metros (9,78s) y ex marido de Marion Jones. El ex atleta viv¨ªa trabajando como promotor del Encore, un club nocturno, cuando fue detenido.

Montgomery, de 33 a?os, fue arrestado el mi¨¦rcoles, acusado de haber vendido m¨¢s de 100 gramos de hero¨ªna en Virginia durante el ¨²ltimo a?o, seg¨²n The Virginian Pilot. Las autoridades federales no han hecho p¨²blicos los cargos. El ex atleta, siempre seg¨²n el diario estadounidense, dijo desde la c¨¢rcel de Portsmouth, donde se encuentra en un m¨®dulo de aislamiento, que no ten¨ªa "ni idea" de las razones de su arresto.

El ex velocista habr¨ªa vendido m¨¢s de 100 gramos en el ¨²ltimo a?o en Virginia

Son las consecuencias del Proyecto R¨¦cord del Mundo, el plan de dopaje sistem¨¢tico que transform¨® al peque?o Tim -72 kilos que no llegaba ni al 1,60-, en el gran Tim. Cada uno de los episodios de su historia definen al velocista y a Victor Conte, presidente de los laboratorios Balco y mu?idor de la trama de dopaje m¨¢s escandalosa de la historia.

Cuando los entrenadores estadounidenses se paseaban por el mundo presumiendo de sus cuadras de esprinters, cuando Jones era la sonrisa del atletismo, una reuni¨®n anunci¨® el principio del fin. Se produjo por iniciativa de Conte y uni¨® a tres nombres sospechosos. Uno, que ven¨ªa de Canad¨¢, era Charlie Francis, el entrenador de Ben Johnson, campe¨®n ol¨ªmpico despose¨ªdo del t¨ªtulo por usar anabolizantes. El segundo era Milos Sarcev, un levantador de pesas que siempre hab¨ªa jugueteado con... anabolizantes. El tercero, Montgomery, acompa?ado por Trevor Graham, su t¨¦cnico. El objetivo: elaborar un plan para que rompiera el r¨¦cord del mundo. Entre todos decidieron, seg¨²n confes¨® luego Montgomery, usar hormona de crecimiento y La Clara, un c¨®ctel de esteroides. "No importar¨¢ si muero nada m¨¢s cruzar la meta", les dijo el velocista, seg¨²n recuerdan en The Game of Shadows los periodistas que destaparon el esc¨¢ndalo. En menos de un mes comienza el juicio por perjurio contra Graham, que neg¨® siempre su relaci¨®n con el dopaje.

El atletismo tiembla ante la posibilidad de que haya nuevos velocistas implicados y Montgomery sufre. Ya se sabe que no muri¨®. Y que el chico al que apodaron el grande vive en un lugar bien peque?o: esperando su juicio por falsificaci¨®n de cheques y venta de hero¨ªna en la celda de un m¨®dulo de aislamiento.