Brown, en ca¨ªda libre
El rev¨¦s laborista en los comicios locales deja muy tocado al primer ministro brit¨¢nico
Gordon Brown lleg¨® al poder hace 10 meses, pero corre peligro de ser desalojado en las elecciones generales de 2010. Ayer, los laboristas brit¨¢nicos sufrieron una de sus derrotas m¨¢s sonadas en los comicios en Londres y otros 159 municipios de Inglaterra y Gales. Al cierre de esta edici¨®n estaba en peligro su particular joya de la Corona, Londres, donde el histri¨®n conservador Boris Johnson disputaba el cargo al hist¨®rico y rebelde Ken Livingstone, pero tambi¨¦n feudos tradicionales del norte (no han logrado reconquistar Liverpool) y otros emblem¨¢ticos del sur como Reading. Hay que remontarse 40 a?os atr¨¢s para recordar un desastre tan sonoro.
Es verdad que los laboristas hab¨ªan sido castigados duramente en los comicios en esas ¨¢reas en 2004. El ciudadano brit¨¢nico suele castigar al partido en el poder en las votaciones municipales. Pero en esta ocasi¨®n el correctivo ha sido mucho mayor, porque han quedado como tercer grupo (24%) por detr¨¢s de los liberales dem¨®cratas (25%) y a 20 puntos de los conservadores (44%). No es de extra?ar que Brown haya confesado que el resultado ha sido decepcionante y que el l¨ªder tory, David Cameron, lo haya le¨ªdo como el inicio del retorno de los conservadores al gobierno de la naci¨®n despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de mandato labour. Algunas encuestas dan una ventaja de m¨¢s de 10 puntos a Cameron si los comicios tuvieran lugar hoy, a pesar de lo vaporoso que es su programa.
Brown no ha respondido a las expectativas iniciales de que gobernar¨ªa de un modo menos medi¨¢tico que su antecesor, Tony Blair. Ha demostrado ser indeciso (no aprovech¨® la ocasi¨®n de adelantar el calendario electoral el pasado oto?o), lo que se a?ade a su falta de carisma y a su torpeza al aprobar una subida proporcional de impuestos que penaliza a los trabajadores. Adem¨¢s, no se ha despojado del blairismo en otras acciones no menos controvertidas, como es la de pretender sacar adelante en la C¨¢mara de los Comunes la ampliaci¨®n del periodo de detenci¨®n de sospechosos de terrorismo, pese a que medio centenar de diputados laboristas amenaza con votar en contra. Tiene la ventaja de que dispone a¨²n de margen de tiempo para corregir el rumbo y la esperanza de que la crisis econ¨®mica mundial haya remitido cuando los brit¨¢nicos acudan a las urnas en 2010, pero su escaso liderazgo hace presumir que el reinado laborista est¨¢ llegando a su final.
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