Qu¨¦ bonito es ser joven!
Siendo joven se tiene esa energ¨ªa envidiable, esos cuerpos exuberantes para lucirlos ahora que llega la primavera, esas ganas de comerse el mundo. Es la edad en la que se inventa el sexo (las anteriores generaciones no tienen ni idea de lo que es eso realmente, claro; porque no te pega nada ver a tus padres haciendo fogosamente el amor), es la edad en la que se descubre la noche y en la que se tiene la sensaci¨®n de que est¨¢ todo por hacer. Pero en realidad, aunque todo eso sea cierto, en el fondo-fondo creo que no es m¨¢s que la idealizaci¨®n sobre esa etapa de los que ya perdimos la primera y... segunda juventud.
Es curioso, pero la mayor¨ªa de las personas a las que se me ocurre preguntarle a qu¨¦ edad har¨ªan que girase el mando de la m¨¢quina del tiempo de sus vidas responden que les gustar¨ªa volver a los... veinticinco; bueno, de ah¨ª para arriba. Y los que m¨¢s, te dicen que hacia los treinta y pocos, esa edad puente en la que se funden "juventud y experiencia" (ya ser¨¢ menos).
Nadie quiere volver demasiado atr¨¢s. ?Por qu¨¦ ser¨¢? Tal vez, porque durante la juventud se tiene la posibilidad de tener txartelas descuento para todo; s¨ª, pero para todo lo que no apetece hacer. O puede ser que todos tus sue?os, la visualizaci¨®n de lo que ser¨¢ tu vida, se van pudriendo en un aburrimiento atroz. O porque tienes la responsabilidad de decidir tu futuro... Y, como en todo en la vida, hay gente que lo lleva bien, o por lo menos lo mejor que pueden, y muchos lo llevan fatal. Quiz¨¢s se deba a eso la necesidad de los t¨ªos de hacer grafitos nocturnos con sus apestosas meadas en la primera pared con la que se tropiezan, o quiz¨¢s tambi¨¦n sea por eso que sufren unos ataques de generosidad desmedida e ir¨¢n dejando toda la basura de los botellones tirada por plazas, parques o playas para que los ayuntamientos tengan que contratar a m¨¢s gente para el servicio de limpieza (teor¨ªa preocupantemente extendida entre los j¨®venes).
Pero ojo, lo de la edad es muy relativo. Depende para qui¨¦n, uno de cincuenta es joven. Ni?o, no, pero joven s¨ª. Por lo menos, eso era lo que discut¨ªa una cuadrilla de sesentones con los que me cruc¨¦.
Aunque, para relatividad, la de mi abuela. Con sus flamantes 93 a?os recibi¨® la visita de sus primas (de edad parecida) y mientras sorb¨ªan el caf¨¦ daban un buen repaso a todo bicho viviente o esquelado. En una de estas le toc¨® el turno a Mikaela, otra prima un par de a?os m¨¢s joven que ellas. Le contaron que le estaba fallando la cabeza. Y mi abuela, haciendo un diagn¨®stico de esta prima en decadencia, solt¨® muy seria un categ¨®rico: "Lo que le pasa a la pobre Mikaela es que tiene vejez prematura". Bendita juventud
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