Un hombre leal y honesto
No lo tuvo f¨¢cil como presidente del Gobierno, investido en circunstancias dram¨¢ticas, pocos d¨ªas despu¨¦s de que fracasase el golpe de Tejero. Sin embargo, Leopoldo Calvo-Sotelo supo recomponer el gesto de los espa?oles, avergonzados por el esperpento del Congreso de los Diputados del 23 de febrero de 1981, y que nos retrotra¨ªa a los perores sue?os de nuestra historia negra de los ¨²ltimos dos siglos.
Desde el primer momento se preocup¨® porque el Golpe no fuese un elemento que distorsionase toda la vida pol¨ªtica. Tampoco era f¨¢cil dirigir un partido como la UCD que se descompon¨ªa a ojos vista, despu¨¦s de la traum¨¢tica salida de Adolfo Su¨¢rez de la presidencia del Gobierno. Fueron casi dos a?os en los que Leopoldo dirigi¨® los destinos de nuestro pa¨ªs pensando en el futuro que ten¨ªamos que afrontar todos los espa?oles, sin sectarismos: consolidar un r¨¦gimen democr¨¢tico en Espa?a.
Hablamos mucho, nos ve¨ªamos con bastante frecuencia, m¨¢s veces de las que trascend¨ªan a la opini¨®n p¨²blica, porque eran tiempos dif¨ªciles en los que todos ten¨ªamos que remar en la misma direcci¨®n: consolidar la democracia y procurar que los sectores involucionistas estuviesen controlados. Eso exig¨ªa consenso y renuncia a posiciones propias, buscando el bien de todos los ciudadanos. Alguna vez he dicho que, en realidad, las renuncias no fueron tales, porque ten¨ªamos muy poco y lo importante era el objetivo com¨²n. Leopoldo Calvo-Sotelo lo entendi¨® porque era y se sent¨ªa un servidor del Estado.
Supo resistir las presiones, que no fueron pocas, y convoc¨® elecciones cuando se dio cuenta de que la agon¨ªa de la UCD era imparable y as¨ª no pod¨ªa gobernar. Debi¨® sufrir lo suyo cuando vio c¨®mo se deshac¨ªa un partido que ¨¦l hab¨ªa ayudado a crear, desde la primera l¨ªnea, para dar soporte electoral a Adolfo Su¨¢rez. Y abandon¨® la pol¨ªtica despu¨¦s de veintid¨®s meses en los que nos rescat¨® y a las instituciones del bochorno del intento golpista del 23-F. Era un hombre honesto que mir¨® m¨¢s all¨¢ de sus propios intereses, leal a la democracia y comprometido con el futuro de este pa¨ªs que le debe algo, bastante, de lo que hoy es.
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