Las 'commodities'
Los economistas, desde el verano pasado, nos parecemos al pr¨ªncipe corintio Balerofonte, que pas¨® buena parte de su vida con la obsesi¨®n de capturar y amansar a Pegaso, el caballo alado, hijo de Poseid¨®n, dios del mar, y de la gorgona Medusa. Como al personaje de la mitolog¨ªa griega, la duraci¨®n y consecuencias de un a?o de turbulencias financieras y, en particular, del comportamiento de las materias primas es el centro de nuestra obsesi¨®n en esta crisis.
Mientras ya nadie cuestiona que las principales econom¨ªas entrar¨¢n en una fase m¨¢s larga de la esperada de menor crecimiento y las divergencias de opiniones est¨¢n en el tipo de ajuste, V, W, U o L que, para los menos entendidos, no es m¨¢s que la forma gr¨¢fica de la correcci¨®n de la tasa de crecimiento del PIB, lo sorprendente para muchos es que, a pesar de que se descuenta un periodo m¨¢s largo de menor crecimiento, los precios de las materias primas se han incrementado en una media del 30% y la energ¨ªa en un 45%, desde agosto.
Por m¨¢s que los pa¨ªses emergentes sean el nuevo motor del consumo y sus econom¨ªas contin¨²en mostrando un fuerte empuje desacopl¨¢ndose de la crisis que viven otros bloques, lo que podr¨ªa explicar los niveles de precios previos a la crisis, pero no el alza que ha ocurrido desde entonces. Por m¨¢s que se empe?en los neomalthusianos en mostrar el Apocalipsis de las materias primas, con yacimientos petrol¨ªferos que contienen menos de lo que se pensaba, con minas que se agotan y dificultades de todo tipo para producir los alimentos que se requieren por las mejoras de los niveles de rentas de un grueso segmento de la poblaci¨®n mundial, esto tampoco puede explicar la explosi¨®n de los precios del ¨²ltimo a?o.
Las razones hay que verlas en el plano financiero puro y duro. Las commodities funcionan como activos financieros que han recibido una parte importante de flujos que salen del d¨®lar y de los mercados de securities, en b¨²squeda de rentabilidad. La correlaci¨®n entre la cotizaci¨®n de las materias primas y el precio del d¨®lar, que tradicionalmente no era muy alta, se ha elevado considerablemente en los ¨²ltimos meses, pero ¨¦sta es una relaci¨®n de corto plazo; de continuar la debilidad del d¨®lar, es muy probable que la relaci¨®n se rompa al comenzar a descontar los efectos de una segunda ronda sobre los pa¨ªses emergentes que induzca un r¨¢pido ajuste de los precios.
En el largo plazo, el precio de las commodities depende de la oferta y la demanda, y, por m¨¢s que muchos se empe?en, ¨¦sta no ha sido objeto de cambios importantes en el ¨²ltimo a?o.
Los fatalistas que ven el inminente agotamiento de las materias primas deben aprender del elemento que el viejo Malthus dej¨® fuera del an¨¢lisis cuando vaticin¨® hace bastantes a?os que era inminente el agotamiento de los alimentos y la hambruna mundial, que la innovaci¨®n, los avances tecnol¨®gicos y la productividad hacen la diferencia. -
Giovanni di Placido es miembro del servicio de estudios de BBVA.
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