Las obras de la tuber¨ªa del agua las dirigir¨¢ un ingeniero de la Generalitat

La tuber¨ªa que llevar¨¢ agua del Ebro a Barcelona ser¨¢ reversible, discurrir¨¢ "siempre que sea materialmente posible" por la zona de dominio de la autopista AP-7 y su explotaci¨®n corresponder¨¢ a la Generalitat. Son algunos de los acuerdos suscritos ayer entre el Gobierno catal¨¢n y el Ministerio de Medio Ambiente en el convenio para desarrollar la conducci¨®n de agua.

Una vez rubricado el concierto por la ministra Elena Espinosa y el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, una comisi¨®n de seguimiento comenz¨® ayer mismo a trabajar para adjudicar las obras con car¨¢cter de urgencia seg¨²n los datos que ya se manejaban: costar¨¢ unos 180 millones de euros, tardar¨¢ en completarse seis meses y cubrir¨¢ las necesidades dom¨¦sticas de m¨¢s de cinco millones de habitantes del ¨¢rea metropolitana de Barcelona.

La obra a¨²n no ha sido adjudicada, cosa que har¨¢ el ministerio. Ayer trabajaba en una f¨®rmula que permita encargar la obra a una ¨²nica empresa, probablemente Aguas de Barcelona, pero con cl¨¢usulas que establezcan que el trabajo lo realicen varias a la vez para acortar los plazos. "No tenemos encargo alguno", afirm¨® ayer un portavoz de Aguas de Barcelona, que reconoci¨® la existencia de conversaciones, pero sin acuerdo escrito. "Sin un escrito claro de condiciones no se puede decir que haya nada".

Las dudas del ministerio sobre la adjudicaci¨®n de la obra se unen a las dudas en el interior del propio Gobierno catal¨¢n. Aunque formalmente el director de las obras ser¨¢ Guillem Pe?uelas Prieto, empleado de la Agencia Catalana del Agua, el Ejecutivo catal¨¢n preferir¨ªa, si se halla un m¨¦todo adecuado para ello, que hubiera un comisionado especial para el conjunto de la obra. Preferentemente un t¨¦cnico de GISA, empresa que ha acreditado la ejecuci¨®n de las obras p¨²blicas.

El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, destac¨® los tres aspectos b¨¢sicos que aprueba el convenio: limitaci¨®n en la cantidad de agua trasvasada y en el tiempo, y total transparencia. En cuanto al volumen, la tuber¨ªa, de 60 kil¨®metros, nunca trasladar¨¢ m¨¢s de cuatro metros c¨²bicos de agua por segundo hasta un m¨¢ximo de 50 hect¨®metros, que ir¨¢n desde el Consorcio de Aguas de Tarragona (que utiliza agua del Ebro para el riego) hasta el sistema Ter-Llobregat (que suministra a Barcelona y su ¨¢rea metropolitana).

El otro l¨ªmite es el de tiempo. Terminar¨¢ cuando la desalinizadora del ¨¢rea metropolitana de Barcelona est¨¦ en pleno funcionamiento (su finalizaci¨®n est¨¢ prevista para mayo de 2009). Entonces, la Administraci¨®n central ceder¨¢ definitivamente la infraestructura a la catalana.

Para que todas las conducciones de agua sean "transparentes", en palabras de Puxeu, la comisi¨®n mixta de seguimiento, formada por representantes de ambas administraciones, establecer¨¢ cu¨¢les ser¨¢n los mecanismos f¨ªsicos de reversibilidad del uso de la tuber¨ªa. Adem¨¢s cualquier proceso deber¨¢ aprobarse mediante un nuevo real decreto. La "bidireccionalidad" de la infraestructura es clave, en opini¨®n del secretario de Estado: "Todos somos conscientes de la fragilidad del r¨ªo Ebro, que sufre tambi¨¦n los efectos del cambio clim¨¢tico y tiene problemas de regresi¨®n y salinizaci¨®n".