La desigualdad en salud se agranda
Los andaluces viven menos y peor que la media espa?ola - Un informe achaca la pervivencia de las diferencias al d¨¦ficit de pol¨ªticas socio-sanitarias
La pobreza tiene mala salud. El desempleo enferma m¨¢s que un contrato indefinido. Ser sedentario, fumar, abusar del alcohol y las grasas tampoco ayuda a tener salud de hierro. Las mujeres viven m¨¢s pero sus a?os son de peor calidad que los masculinos. Todo lo anterior parece obvio pero hasta ahora nadie lo hab¨ªa documentado mediante un informe. Ha sido la Asociaci¨®n de Defensa de la Sanidad P¨²blica de Andaluc¨ªa, una entidad formada por profesionales del sector p¨²blico, la que ha impulsado el primer informe de desigualdades en salud que se publica en Andaluc¨ªa, cuyo editor ha sido el m¨¦dico Antonio Escolar. No hay muchos similares en Espa?a, a excepci¨®n de los elaborados en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. El ¨²nico informe de desigualdades de ¨¢mbito estatal, encargado por el Gobierno del socialista Felipe Gonz¨¢lez, no sirvi¨® para enmendar injusticias o errores porque el Ejecutivo que le sigui¨® del PP renunci¨® a seguir sus recomendaciones. Estas son las principales conclusiones de Andaluc¨ªa.
Las mujeres de clases privilegiadas tienen peor salud que los obreros"
Las personas con m¨¢s edad y menos estudios van m¨¢s a la consulta m¨¦dica"
- Vivir menos y peor. La desigualdad en la esperanza de vida al nacer entre la media de Espa?a y Andaluc¨ªa es de 15 meses para mujeres y hombres. Pero lo m¨¢s sorprendente, destaca Carlos ?lvarez-Dardet en las conclusiones, es que esta desigualdad ha aumentado en los ¨²ltimos 30 a?os. En 1977 era de seis meses para las mujeres y nueve meses para los hombres. Esto obedece a las diferencias en "las condiciones de vida prevalentes a mediados del XX que habr¨ªan deteriorado las condiciones de salud de las generaciones de andaluces que hoy tienen m¨¢s de 60 a?os", plantean en el informe. Pero tambi¨¦n atribuyen la brecha "a la falta de pol¨ªticas correctoras concertadas, al d¨¦ficit de las pol¨ªticas sociales desarrolladas en Andaluc¨ªa, especialmente en el campo de los cuidados socio-sanitarios". Las desigualdades respecto a Espa?a no se limitan s¨®lo la longevidad, tambi¨¦n "se extienden a la calidad de vida con la que vivimos". La prevalencia de discapacidades a partir de los 65 a?os en Andaluc¨ªa supera la media espa?ola.
- M¨¢s mortalidad en el oeste. Los niveles de mortalidad son m¨¢s elevados en la parte occidental, en las zonas urbanas y en algunos barrios desfavorecidos. "Es posible que m¨¢s all¨¢ de las habituales consideraciones negativas de la privaci¨®n material respecto a los niveles de salud, los municipios del medio rural, fundamentalmente en la zona interior de Andaluc¨ªa oriental, hayan dispuesto en d¨¦cadas anteriores de mejores condiciones de vida que las existentes en ciudades medias y en general que en los municipios situados en la Andaluc¨ªa occidental". Granada, Almer¨ªa y C¨®rdoba son las ciudades con mayor mortalidad atribuible a desigualdad.
- G¨¦nero, clase social y salud. La desigualdad en salud entre hombres y mujeres se origina por la distribuci¨®n de roles sociales y relaciones de poder que derivan en estilos de vida, pr¨¢cticas preventivas y de riesgo distintas. Las mujeres son las m¨¢s perjudicadas, a lo que se suma que tienen una peor situaci¨®n econ¨®mica y social, otros factores que inciden directamente sobre la salud. "Las mujeres tienen peor salud percibida y calidad de vida". Las mayores diferencias se dan en el grupo de 45 a 54 a?os. "Incluso las mujeres de clases privilegiadas tienen peor salud que los hombres de clases manuales". Las desigualdades por clase social y g¨¦nero han aumentado de 1987 al 2003, al igual que la obesidad. El consumo de tabaco y alcohol tiene tambi¨¦n patrones diferentes: se da m¨¢s en mujeres y hombres de niveles educativos m¨¢s bajos. Seg¨²n la situaci¨®n laboral, la salud m¨¢s deficiente se da en hombres desempleados y mujeres que trabajan por cuenta propia. Los inmigrantes son uno de los grupos m¨¢s vulnerables.
- Uso de servicios sanitarios. Las personas con m¨¢s edad, menos estudios, clase manual y que no trabajan fuera de casa visitan m¨¢s las consultas de medicina general. Las personas con m¨¢s nivel socioecon¨®mico usan m¨¢s los servicios bucodentales y las consultas ginecol¨®gicas para revisiones y pruebas de detecci¨®n precoz del c¨¢ncer. Los medicamentos para la alergia, el catarro y la gripe se consumen m¨¢s conforme aumenta el nivel educativo. Por el contrario, a niveles m¨¢s bajos, se da m¨¢s consumo de medicinas para enfermedades reum¨¢ticas, tensi¨®n arterial, colesterol y diabetes.
- Privatizar agrava la brecha. Los autores del informe consideran que las desigualdades en salud ser¨ªan mayores sin un sistema p¨²blico de salud y universal. Pero tambi¨¦n aclaran que en la medida que se sigan manteniendo graves desigualdades en las condiciones de vida entre Andaluc¨ªa y Espa?a, y dentro de Andaluc¨ªa, "se seguir¨¢n manteniendo importantes y crecientes desigualdades sociales en la salud". Consideran adem¨¢s los promotores del informe que "si avanza la l¨®gica que tiende a la privatizaci¨®n de la financiaci¨®n de los servicios p¨²blicos" se convertir¨¢ en "papel mojado" la defensa de los derechos sociales que recoge el nuevo Estatuto de Autonom¨ªa. "Son dos l¨®gicas a la larga incompatibles y de la resultante va a depender la mayor o menor desigualdad que en el futuro se padezca en Andaluc¨ªa".
Recomendaciones del informe
- Comisi¨®n para vigilar las desigualdades. Se propone que presente un informe cada dos a?os al Parlamento.
- Unidad de Desigualdades en Salud. Este departamento de la consejer¨ªa debe liderar las iniciativas para reducir las desigualdades.
- Variables estad¨ªstica de utilidad. La omisi¨®n de datos desagregados seg¨²n nivel socio-econ¨®mico, nivel educativo, clase social o sexo obstaculizan el estudio de la desigualdad.
- Equidad del modelo sanitario. Extensi¨®n de la cobertura de programas preventivos ginecol¨®gicos y bucodentales para que lleguen a las personas m¨¢s desfavorecidas.
- Entornos m¨¢s saludables. La creaci¨®n de espacios verdes e instalaciones para hacer ejercicio en barrios desfavorecidos, la oferta gratuita a fumadores de alternativas para deshabituarse del tabaco y promoci¨®n del consumo de verduras, frutas o legumbres.
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