Jelinek agita los horrores del monstruo de Amstetten
Algo tiene que tener Austria para que sus escritores la hayan tratado tan mal. El arte de echar pestes, la facilidad para el insulto, la furia permanente, la verg¨¹enza extrema por lo propio, el desprecio por los cong¨¦neres, la rabia y el asco -todo eso y todo eso contra Austria- forma parte del nervio central de las obras de escritores como Thomas Bernhard y Elfriede Jelinek. El primero ya no est¨¢ para pronunciarse sobre el caso de Josef Fritzl, ese padre que abus¨® de su hija durante 24 a?os, pero Jelinek s¨ª, y lo ha hecho. En un art¨ªculo titulado Im Verlassenen (En el abandono), colgado en su p¨¢gina web (www.elfriedejelinek.com/), la escritora (Premio Nobel, 2004) deja claro que todo lo que ha ocurrido ah¨ª tiene que ver con "la palabra del padre".
Jelinek (M¨¹rzzuschlag, 1946) nunca ha sido convencional en su literatura, y sus textos avanzan como agitados por una energ¨ªa interna, como dando golpes, como olas que rompen, una y otra vez, pose¨ªdas por obsesiones recurrentes. Y as¨ª ocurre con lo que cuenta de esa "representaci¨®n" que tuvo lugar en un "s¨®tano-mazmorra" de un pueblo de su pa¨ªs, Amstetten. El caso es conocido y tambi¨¦n es conocida la mirada feminista de Jelinek y su c¨®lera para denunciar, atacar y machacar cualquier atisbo de machismo, cualquier m¨ªnimo signo del viejo poder del hombre.
Autoridad patriarcal
Estaba cantado que Jelinek se lanzar¨ªa contra ese padre, "que es tambi¨¦n abuelo, hay padres y abuelos que son una sola persona, est¨¢ la Sant¨ªsima Trinidad, uno en tres personas...", y lo que hace en su arrebato de poco m¨¢s de 2.000 palabras es sumergirse en esa negrura para agitar sus recovecos y mostrar que el monstruo est¨¢ en ese peque?o pa¨ªs, donde nadie va a cuestionar la autoridad de un padre-abuelo, y donde puede ocurrir lo que ocurri¨® sin que Fritzl tuviera verg¨¹enza alguna.
Est¨¢ el viaje del padre a Tailandia, est¨¢ ese s¨®tano con las cosas de los peque?os, est¨¢ esa joven que se convirti¨® en v¨ªctima de su familia. Y el tel¨®n de fondo, Austria, que con sus rigurosas estructuras patriarcales de nuevo propicia la virulencia del verbo de Jelinek. En la p¨¢gina web de Jelinek se puede leer tambi¨¦n Envidia, su ¨²ltimo libro (una novela privada), que no permitir¨¢ que se edite de forma impresa. Tanto para la novela como para los textos que la escritora vuelca rige la prohibici¨®n de ser reproducidos sin autorizaci¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Elfriede Jelinek
- Monstruo de Amstetten
- Elisabeth Fritzl
- Austria
- Caso Fritzl
- Agresiones f¨ªsicas
- Violencia dom¨¦stica
- Amenazas
- Malos tratos
- Violaciones
- Agresiones sexuales
- Secuestros
- Integridad personal
- Violencia sexual
- Europa occidental
- Casos judiciales
- Violencia
- Delitos sexuales
- Literatura
- Sucesos
- Delitos
- Europa
- Cultura
- Problemas sociales
- Sociedad