Patios llenos y clases vac¨ªas

Delante de la pizarra un profesor en servicios m¨ªnimos explica quebrados a 24 alumnos. "No puedes restar el minuendo", le dice a una ni?a, que le mira con cara de interrogante. El maestro, con la tiza en la mano, insiste: "Tienes que restarle el sustraendo". Ella asiente con la cabeza al profesor, que no es el titular de la materia, pero le da repaso. El 70% de los maestros del colegio M¨¦ndez N¨²?ez, en el distrito de Hortaleza, no acudi¨® ayer a clase porque estaba en huelga.

Para los 60 ni?os (un tercio de lo normal) que ocuparon una silla en el cole hubo siete profesores. EL PA?S visit¨® ayer seis centros en la capital. Cinco de ellos facilitaron datos, seg¨²n los cuales el 70% de los profesores secund¨® la huelga (70% en el M¨¦ndez N¨²?ez, 75% en el Tirso de Molina, 70% en el Fray Jun¨ªpero Serra, 100% en el Marqu¨¦s de Suanzes, 30% en el Instituto Numancia).

El resultado del par¨®n en el M¨¦ndez N¨²?ez fue el encuentro entre cursos y grupos. Los de 5? A rellenaron fotocopias de repaso con los del 5? B y rallaron con ceras de colores los folios, sin armar jaleo. Mientras, la profesora dio los ¨²ltimos toques a un mant¨®n de Manila sin necesidad de meter en vereda a ninguno de los ni?os.

El mant¨®n "es para las fiestas de San Isidro", explica la directora del colegio, Rosario Barrena. Est¨¢ muy tranquila con el transcurso de la huelga. Los 35 de infantil (de tres a cinco a?os) han tenido clase con sus "profesores de siempre". Los grandes se han apa?ado con las siete alumnas en pr¨¢cticas de la Universidad Aut¨®noma y dos profesores m¨¢s. "Aqu¨ª est¨¢n cuidados, protegidos y haciendo cosas de provecho", se enorgullece Barrena.

Sobre los padres, la directora est¨¢ m¨¢s tranquila a¨²n. "Estaban enterados, les avisamos ayer", asegura. Adem¨¢s, respaldan a los maestros. La presidenta de la Asociaci¨®n de Padres y Madres del colegio, Delia Gil, tiene un ni?o de ocho a?os en el M¨¦ndez N¨²?ez. Ayer lo dej¨® con su madre. Si no hubiera podido, ella o su marido se habr¨ªan tomado el d¨ªa para asuntos propios. Todo con tal de secundar la huelga, dice. "El tema est¨¢ tan mal con la educaci¨®n que los padres queremos apoyar a los profesores como sea".

Eloy pasea de la mano de su abuela por delante del colegio Tirso de Molina, en el distrito Centro. "Estoy muy contentoooooo", grita, y salta. Tanta felicidad se debe a que no ha ido al cole. "Para que est¨¦n en el patio, me lo quedo conmigo", explica su abuela, que se dirige por la calle Bronce a buscar al otro hermano de Eloy. Dentro de la escuela hay un centenar de ni?os. Y se nota que no dan clase. "?Dame el dibujo!", le grita un chaval a otro, que cruza corriendo por el recibidor. El director, Miguel Bedmar, los mira con complacencia. Ayer no acudieron al colegio la mayor¨ªa de maestros. "Y a m¨ª porque me han obligado", r¨ªe. Los que acudieron, dieron clase de repaso, dibujo o gimnasia. Como los 17 de 6?, que jugaron al "bal¨®n prisionero" con la profesora de Educaci¨®n F¨ªsica, Inma Picazo. Ella no hizo huelga. ?Su motivo? Falta de criterio: "Los sindicatos no se ponen de acuerdo, y yo s¨®lo hace un a?o que aprob¨¦ la plaza. A¨²n no s¨¦ si la ense?anza p¨²blica funciona bien o mal". Los de primero y segundo han dado "?maaaaaaates y lenguaaaa!". Son 13 ni?os que guarda Idelfonso. ?l tampoco est¨¢ por la huelga. "Esto s¨®lo afecta a los de menos de 55, yo tengo 60", justifica.

En Vallecas, tres chavales juegan a tirar cromos adhesivos contra la pared. "?Me debes uno porque se ha pegado", reclama uno de los ni?os. Est¨¢n delante de su colegio, el Fray Jun¨ªpero Serra, donde ayer tampoco hubo actividad. Dos calles m¨¢s arriba, en el Instituto Numancia, la huelga tuvo menos fuerza. S¨®lo han faltado 10 profesores, explica el director Macario Gallego. ?Los alumnos? "La mitad han venido", corta Gallego. Pero una profesora le replica: "Han venido poqu¨ªsimos". En la puerta, una decena de j¨®venes charlan animados, con las carteras al hombro, sin demasiada pinta de querer entrar a clase.