Rococ¨® letal
En el ¨²ltimo Babelia, John Banville recurr¨ªa a su origen irland¨¦s para explicar las caracter¨ªsticas de su estilo. "Mire, dec¨ªa, venimos del ga¨¦lico, una lengua extraordinariamente evasiva en la que no es posible decir cosas directas. No se puede decir, por ejemplo, 'soy un hombre'. Habr¨ªa que decir algo as¨ª como 'estoy en mi hombr¨ªa'. El ga¨¦lico es oblicuo y se aleja continuamente de lo esencial, mientras el ingl¨¦s es lo contrario, va directo al grano".
Bueno, no tengo ni idea de si Banville est¨¢ en lo cierto en lo que respecta al ga¨¦lico y los or¨ªgenes de su estilo -aunque tiendo a pensar que este tipo de explicaciones son una patra?a-, pero s¨ª puedo asegurar que el euskera no es en absoluto una lengua oblicua ni evasiva y que en ella se puede decir perfectamente "soy un hombre". Que los vascos no somos ga¨¦licos est¨¢ bastante claro; sin embargo, alguien tendr¨¢ que explicarnos qu¨¦ otras caracter¨ªsticas especiales tiene nuestra lengua-crisol que, siguiendo la teor¨ªa banvilliana, se la hayamos transmitido al castellano que hablamos, en el que no somos capaces de decir ya ni "soy un hombre" ni tampoco "estoy en mi hombr¨ªa". Hemos conseguido crear un castellano inmaterial, de puro boscoso, en el que las palabras se desdoblan en un enramado especular hasta conformar una copa que desubica el concepto y engendra el vac¨ªo. No s¨¦ si todo esto tiene algo que ver con la metaf¨ªsica oteiziana, pero lo cierto es que a m¨ª me recuerda m¨¢s al rococ¨®. Lo malo es que en ese vac¨ªo decorativo, como en todos los de su especie, anidan las culebras.
Conviene matizar, porque no es lo mismo una consulta m¨¦dica que un refer¨¦ndum m¨¦dico
Digo todo esto tras leer unas declaraciones recientes de I?igo Urkullu, presidente del PNV. Resulta que el lehendakari Ibarretxe nos hab¨ªa prometido para Octubre una consulta, promesa que ya ven¨ªa de lejos, tal vez de sus juegos infantiles. Nos la present¨® asociada a su famoso Plan, y ahora va incluida en su Hoja de Ruta, que tal vez sea un plano y no un plan, o que quiz¨¢ sea todo lo mismo, algo que a estas alturas poco importa. El caso es que la Consulta de Octubre iba a versar sobre el derecho a decidir, y que luego, en el 2010, iba a haber otra cosa. O sea, que la Consulta iba a ser sobre el derecho a la consulta sobre el derecho a la consulta sobre el derecho a la consulta... Esto no es una tautolog¨ªa, sino una teratolog¨ªa consultiva, de modo que si Banville fuera escoc¨¦s, que no lo es, nos dir¨ªa que todo se debe en realidad a la influencia del monstruo del lago Ness. Est¨¢bamos pues a la espera de la Consulta de Nessie, de una bocanadita de fuego que nos aclarara de qu¨¦ iba la cosa y de si la rosa es una rosa o es un clavel, cuando hete aqu¨ª que entra en escena, hecho un san Jorge, I?igo Urkullu.
No se han sabido explicar, nos dice Urkullu. La consulta, a?ade, no es el refer¨¦ndum, y el refer¨¦ndum, a?ado yo, no es la consulta. Conviene matizar, porque no es lo mismo una consulta m¨¦dica que un refer¨¦ndum m¨¦dico, y por estas latitudes de lo que todos estamos necesitados es de una consulta siqui¨¢trica.
"La consulta, sigue diciendo Urkullu, s¨®lo tiene un efecto pol¨ªtico de apelaci¨®n a la sociedad vasca para que exija a ETA el final de la violencia y para que los partidos busquemos un acuerdo que luego s¨ª sea refrendado por la sociedad". ?Es una broma? O sea, que quieren consultarnos sobre lo que ya sabemos y sobre lo que ya tenemos otorgado por ley, un refer¨¦ndum sobre un nuevo estatuto. Claro que ¨¦se es, dice Urkullu, el efecto pol¨ªtico. Pero qu¨¦ significa ah¨ª "efecto pol¨ªtico", ?cu¨¢l es su causa?, ?es la causa la Consulta?; en ese caso, ?qu¨¦ es lo que se nos consulta? Ya ven que seguimos sin saber nada, pese a lo bien que ha sabido explicarse el se?or Urkullu.
Eso s¨ª, hemos aprendido que la consulta no es el refer¨¦ndum. Quiz¨¢ el se?or Urkullu nos hubiera tenido que explicar tambi¨¦n que el refer¨¦ndum no es una motocicleta. Por si las moscas, no vaya a ser que nos digan que en euskera todo lo que mete ruido significa lo mismo.
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