La pintura, ¨²ltimo lenguaje para Antonioni
Su viuda muestra en dos documentales la pasi¨®n pl¨¢stica del cineasta y la lucha final contra las secuelas del ictus
Una mano anciana traza con firmeza un dibujo. Es la mano de Michelangelo Antonioni. Tiene 92 a?os y hace veinte que un ictus le paraliz¨® medio cuerpo. Aunque dej¨® su cabeza intacta. Incapaz de comunicarse con la c¨¢mara, el director italiano se vuelca en una vocaci¨®n pict¨®rica que siempre ha cultivado. Una joven licenciada en arte ejecuta las pinceladas en los colores que ¨¦l ha elegido. Apenas balbucea un "s¨ª" o un "no", aunque con una determinaci¨®n que no deja lugar a dudas.
Es la atm¨®sfera de la mayor parte de Con Michelangelo, el documental que realiz¨® Enrica, esposa del director, en 2005, dos a?os antes de fallecer ¨¦ste. Una meditaci¨®n sobre la enfermedad y la vejez. "Michelangelo recorri¨® un largo camino hacia la muerte", explicaba ayer, horas antes de presentar la pel¨ªcula dentro del ciclo dedicado al realizador en Documenta, festival de documentales de Madrid. "Los colores, las formas, el espacio, lo introduc¨ªan en una dimensi¨®n extraordinaria que lo alimentaba. A ¨¦l le curaban los verdes, los amarillos, pero sobre todo la abstracci¨®n", a?ad¨ªa Enrica (Liguria, 1952). Es conocida la rec¨ªproca admiraci¨®n que se profesaron Rothko y Antonioni, que escribi¨® en una carta al pintor: "Usted y yo hacemos lo mismo. Usted pinta la nada; yo filmo la nada".
Como uno de los juegos de reflejos que usaba el director de Blow up y El desierto rojo, el documental encierra algo de paradoja: el cineasta que verti¨® en sus filmes su obsesi¨®n por la incomunicaci¨®n se resiste a dejar de comunicarse. S¨®lo abandon¨® cuando asumi¨® que se estaba quedando ciego. "En ese momento dej¨® de comer y durante cinco a?os se fue desmaterializando, vaciando su cuerpo, para convertirse en un esp¨ªritu, un color, para fundirse en la abstracci¨®n. Hizo de su muerte una obra de arte", explica su viuda.
Tal y como ¨¦l mismo hab¨ªa presagiado: "Mi capacidad de mirar es tal que mis ojos terminar¨¢n por consumirse. Y este desgaste de las pupilas ser¨¢ la enfermedad que me llevar¨¢ a morir. Una noche mirar¨¦ tan fijamente en la oscuridad que terminar¨¦ dentro de ella", escribi¨® muchos a?os antes de morir. Un texto que Enrica tambi¨¦n incluy¨® en Fare un film per me ¨¨ vivere, el making off -tambi¨¦n exhibido en Documenta- de M¨¢s all¨¢ de las nubes, la pel¨ªcula que dirigi¨® Antonioni (con Wim Wenders) en 1995. Un proyecto en el que s¨®lo Enrica cre¨ªa en un principio y que llev¨® adelante contra viento y marea. "Pens¨¦ que la mejor terapia para Michelangelo ser¨ªa vivir como siempre hab¨ªa vivido", se?ala. "Yo hice mi documental para demostrar que la pel¨ªcula la hab¨ªa dirigido ¨¦l".
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