Cultura tiene la "convicci¨®n legal y moral" de que vencer¨¢ a Odyssey

El abogado estadounidense James Goold fue el ¨²ltimo en hablar ayer en la conferencia de prensa del Ministerio de Cultura sobre el caso Odyssey. En un momento de su declaraci¨®n, Goold levant¨® la mirada, sonri¨® y pronunci¨® estas palabras como si estuviera descorriendo el tel¨®n: "El misterio ha acabado".

"Ser¨¢ el juez quien determine la identidad del barco", alega la empresa

Ese misterio no es otro que la identidad del pecio que se esconde tras El Cisne Negro, nombre con el que la empresa de cazatesoros Odyssey Marine Exploration bautiz¨® el hallazgo de un tesoro de 500.000 monedas de plata encontradas frente a las costas del Algarve. El nombre real del pecio es, seg¨²n el ministerio, el Nuestra Se?ora de las Mercedes, un barco de guerra espa?ol hundido en 1804 tras recibir un ca?onazo de la flota inglesa en la batalla del cabo de Santa Mar¨ªa. Espa?a dice ahora que se trata de ese barco, aunque los funcionarios de Cultura barajan esa hip¨®tesis desde que Odyssey anunci¨® el descubrimiento. Desde entonces, ambas partes han estado luchando por los derechos del pecio en un juzgado de Tampa, en Florida, donde la compa?¨ªa tiene su sede.

Para Espa?a, La Mercedes ya no es una hip¨®tesis sino una certeza. James Goold, el abogado que representa al Gobierno espa?ol en Estados Unidos, expuso ayer las pruebas reunidas por la Guardia Civil, la Armada Espa?ola y un grupo de expertos para sostener esa tesis. La primera de ellas es la localizaci¨®n del hallazgo. La Armada Espa?ola conserva registros de los movimientos hechos por el Odyssey Explorer, el buque insignia de la compa?¨ªa, en la zona donde se hundi¨® La Mercedes.

La segunda prueba es la carga. El an¨¢lisis que los expertos del Ministerio han hecho de las monedas encontradas determina, seg¨²n Espa?a, que las fechas de las monedas recuperadas -reales de a ocho de plata y escudos de oro- van desde el 1773 hasta el 1804, y la mayor concentraci¨®n de monedas corresponde a la ¨²ltima d¨¦cada del siglo XVIII. La tercera y ¨²ltima es el inter¨¦s de Odyssey por La Mercedes. La empresa busc¨® en el Archivo de Indias informaci¨®n sobre el barco antes de llevar sus operaciones de exploraci¨®n.

Todo esto hizo que el Ministerio de Cultura expresase ayer su optimismo sobre la recuperaci¨®n del barco, cuya carga fue enviada por Odyssey a Estados Unidos en mayo de 2007 y almacenada en un lugar seguro. "No voy a emplear medias tintas. Tenemos la convicci¨®n moral y legal de que vamos a ganar el litigio", asegur¨® el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Jos¨¦ Jim¨¦nez.

Basa la convicci¨®n moral en la historia del buque y en los m¨¢s de 200 marinos y familias que perecieron en el hundimiento. La pata legal del asunto se basa en que La Mercedes era un buque de guerra espa?ol. Las leyes estadounidenses reconocen el derecho de un Estado soberano sobre sus barcos de guerra. Existe adem¨¢s el precedente de El Juno y La Galga, dos barcos hallados por una empresa de cazatesoros y recuperados por Espa?a seg¨²n la orden de un tribunal de Virginia en 2000.

Odyssey respondi¨® as¨ª al optimismo del Gobierno: "Todav¨ªa pensamos que no hay suficientes pruebas para determinar la identidad del pecio. Ser¨¢ el juez el que tenga que determinar si Espa?a tiene derecho sobre la carga recuperada. Nosotros pensamos que no".

Odyssey basa su defensa en que La Mercedes cargaba la fortuna personal de los mercaderes espa?oles. Seg¨²n esa hip¨®tesis, los descendientes podr¨ªan reclamar parte del buque, aunque la empresa se considera con derecho adem¨¢s a una parte cuantiosa por haberlo rescatado.