El toque de la izquierda

La mejor manera de que no exista racismo es echar a los negros. ?se ha sido, en bruto, uno de los argumentos m¨¢s utilizados por la derecha europea para alejar los miedos de su electorado. Hace ya a?os que la derecha descubri¨® que pod¨ªa aplicar ese principio a la inmigraci¨®n en general, especialmente en cuanto se empiezan a sentir los efectos de una crisis econ¨®mica y comienza a aumentar el paro entre los nacionales, que son, precisamente, quienes ejercen el derecho a voto. La novedad ahora es que la izquierda, muerta de miedo ante el indudable efecto que todo lo relacionado con la inmigraci¨®n tiene en su propio electorado, ha empezado a descubrir el mismo gui¨®n. Eso s¨ª, con un toque muy suyo: en el fondo se trata de expulsarlos por estrictas razones humanitarias.

Sinceramente, lo peor de la Directiva sobre el Retorno de inmigrantes que ha pretendido aprobar esta semana la Comisi¨®n Europea, con el apoyo del Gobierno socialista espa?ol, es la desverg¨¹enza de pretender presentarla como un avance en defensa de los derechos de los inmigrantes irregulares. Para evitar que Gobiernos energ¨²menos mantengan detenidos a inmigrantes irregulares por tiempo indefinido se pretende que todos nos convirtamos en energ¨²menos que los tienen detenidos 18 meses sin decisi¨®n judicial previa y con un control que se ejerce a posteriori, nada menos que "tan pronto como sea posible". (En el caso espa?ol, ahora, la orden de detenci¨®n la tiene que firmar un juez, que la revisa peri¨®dicamente. Imag¨ªnense lo que puede pasar si se detiene a los inmigrantes sin permiso de trabajo por decisi¨®n administrativa y luego se espera a que el juez de turno encuentre un momento libre).

El ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, probablemente ejerciendo su conocido sentido del humor, asegur¨® que se trata de una directiva destinada a que la apliquen Suecia, Holanda, Reino Unido y Dinamarca, entre otros pa¨ªses en los que no existe l¨ªmite de detenci¨®n y en los que, gracias a nuestro empe?o democr¨¢tico, la situaci¨®n de los irregulares mejorar¨ªa muy notablemente. En nuestro caso, dijo, la directiva no har¨ªa falta porque somos m¨¢s garantistas y nuestros irregulares est¨¢n mucho mejor protegidos. Eso s¨ª, el Gobierno va a aumentar el periodo de detenci¨®n, porque los 40 d¨ªas actuales no son suficientes para completar los tr¨¢mites de expulsi¨®n, aunque seguramente no llegaremos a los seis meses que fija la directiva ni, desde luego, a los 18 meses de m¨¢ximo.

La lectura del programa electoral del PSOE, elaborado mientras se discut¨ªa, y defend¨ªa, en Bruselas la dichosa directiva, le deja a uno, sin embargo, un cierto mal cuerpo. Dice as¨ª: "Proceder a una modificaci¨®n del actual periodo de 40 d¨ªas de detenci¨®n de los inmigrantes irregulares en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) ampli¨¢ndolo a un periodo homologable con el resto de los Estados miembros de la UE y que permita el tiempo necesario para llevar a cabo los tr¨¢mites de identificaci¨®n y repatriaci¨®n" (el subrayado es m¨ªo).

El autoproclamado af¨¢n protector y democr¨¢tico del Gobierno espa?ol no es compartido afortunadamente por todos los socialistas en Europa. Los franceses (un pa¨ªs en el que Sarkozy todav¨ªa no ha conseguido modificar el periodo m¨¢ximo de detenci¨®n, que es de 32 d¨ªas, el menor de la UE) est¨¢n muy en contra. Tambi¨¦n los socialistas italianos. Su portavoz en el Parlamento Europeo, Claudio Fava, parece que no ha entendido una palabra de las buenas intenciones espa?olas. ?l considera que la directiva es m¨¢s bien "una degradaci¨®n jur¨ªdica que trata a los inmigrantes como subespecie humana".

La derecha europea tampoco comparte un¨¢nimemente esa directiva. Es cierto que algunos quieren endurecerla a¨²n m¨¢s, pero tambi¨¦n que hay eurodiputados de esos grupos que se echan las manos a la cabeza. Y por lo menos hay que reconocer que el portavoz del PP Europeo, el alem¨¢n Manfred Webber, tiene el buen gusto de no disfrazar las cosas: "Los centros de internamiento son instrumentos para presionar psicol¨®gicamente a los detenidos". La idea es muy simple: "O te vas o te meto en la c¨¢rcel". Nada menos que 18 meses.

Lo que tiene que quedar claro es que la Directiva 2008 disminuye las garant¨ªas jur¨ªdicas contempladas en la de 2005. En concreto resulta gravemente restrictivo el art¨ªculo 7, p¨¢rrafo tres: "Los Estados miembros podr¨¢n adoptar una decisi¨®n administrativa, resoluci¨®n judicial o acto independientes por los que se ordene la expulsi¨®n". Si tener en Europa una pol¨ªtica com¨²n de inmigraci¨®n supone tener que aceptar la equiparaci¨®n de una orden judicial y de una decisi¨®n administrativa, ser¨ªa francamente mucho mejor para la salud del sistema democr¨¢tico renunciar a esa pol¨ªtica conjunta. Siempre ser¨¢ mejor soportar una sociedad c¨ªnica que unas leyes que legalizan y amparan ese cinismo. Y si el Gobierno espa?ol sufre por no ver avanzar los derechos democr¨¢ticos de los inmigrantes irregulares, no tiene m¨¢s que empezar por casa y revisar las lamentables condiciones de nuestros propios Centros de Internamiento de Extranjeros. Que casualmente han sido denunciados por jueces y no por decisiones administrativas. solg@elpais.es