Baile de festivales

Un nuevo concepto de festival llega a Valencia: Forward. Se celebra en el recinto Feria Muestrario Internacional, dura una noche y, patrocinado por Telef¨®nica, ayer ya se celebr¨® en Madrid con los mismos artistas. No es una franquicia, la misma organizaci¨®n repite la jugada para optimizar recursos en ciudades suficientemente distantes entre s¨ª y que poseen potencial interesante de p¨²blico. "El hecho de realizar un festival en dos d¨ªas consecutivos en ciudades distintas", explica Fran Sayol, del departamento de prensa de Sinnamon, la promotora del evento, que tambi¨¦n tiene sello discogr¨¢fico, "responde a la voluntad de aprovechar los engranajes de un montaje de estas caracter¨ªsticas". Es decir, amortizar recursos. "Y hacer llegar la propuesta al m¨¢ximo de gente", a?ade. "Una vez montado el dispositivo, no es tan complicado trasladarlo de una ciudad a otra".

La organizaci¨®n de festivales parece una guerra por la cuota de mercado

"Nos gusta un cartel orientado al baile, pero abierto a lo variopinto"

Sinnamon organiza el festival en Andaluc¨ªa y Galicia, y tambi¨¦n el famoso Summercase en Madrid y Barcelona. Es la primera vez que Valencia recibe un potente montaje replicante de estas caracter¨ªsticas, con lo que entra en un circuito de nuevos festivales. "Elegimos Valencia porque, siendo una de las principales ciudades espa?olas, no abunda en eventos de este tipo".

En el que ofrecen, destacan los nombres de Diplo, la m¨¢xima figura del nuevo baile, Soulwax & 2 Many Djs, precursores de la mezcla de rock y tecno, y Underworld, la banda electr¨®nica de directo m¨¢s legendaria, el grupo que en los noventa cop¨® la banda sonora de la pel¨ªcula Trainspotting y convirti¨® su tema Born slippy en himno juvenil. Tambi¨¦n actuar¨¢ Ladytron, cuarteto de Liverpool que ha llevado el sonido electro al mundo gracias a una gira junto al monstruo del rock industrial Nine Inch Nails. "Repasaremos Veloc¨ªfero, nuestro nuevo disco", explica por tel¨¦fono, desde un autob¨²s que cruza la frontera suizo-italiana, Daniel Hunt, miembro clave de Ladytron. "Nos gusta participar en un cartel orientado al baile, pero abierto a lo variopinto", argumenta. "Los festivales proliferan ahora porque componen un mercado relativamente nuevo y en expansi¨®n", explica Fran Sayol. "El momento no podr¨ªa ser mejor", opina. "Los hay para todos los gustos y en muchas zonas geogr¨¢ficas; para el p¨²blico, se ofrece la posibilidad de ver a grupos que hace a?os resultaba imposible; y obtenemos repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n, ya que son eventos distintivos".

No obstante, todo esto convierte la organizaci¨®n de festivales nocturnos en algo que a veces parece una guerra por la cuota de mercado -algo que en Valencia, con mucho p¨²blico poco acostumbrado a pagar buen dinero en cualquier taquilla, es duro- y en la que no resulta f¨¢cil encontrar espacio. Si bien ofertas como el FIB llegan a reunir hasta 150.000 personas, otros prefieren la refundaci¨®n, buscar un nicho ecol¨®gico y apostar por unas caracter¨ªsticas que se alejan de los grandes escenarios. Eso ha hecho Observatori, un certamen pionero en la mezcla de arte y m¨²sica de vanguardia que, hasta ahora, hab¨ªa tomado forma durante unos pocos d¨ªas al a?o en el Museo de las Ciencias Pr¨ªncipe Felipe. Este a?o prefiere reducir tama?o y trasladarse a la Sala Ferreres del Centre del Carme. "Hemos optado por una inmersi¨®n en el significado original del festival, que siempre ha sido el de servir de ventana hacia la experimentaci¨®n m¨²ltiple", dice Blanco A?¨®, su director. As¨ª, la exposici¨®n de arte se alarga todo junio y en el apartado musical se brindan opciones radicales, como un concierto de plantas, o una escultura sonora con altavoces construidos con desechos met¨¢licos y oxidados.

"Hoy d¨ªa no se puede hacer festivales sin sponsors", dice Javier P¨¦rez, de la promotora Picnic, que organiza el ya consolidado Palmeres Festival en la sala Barraca de Sueca, "y ofrece ventajas para ambas partes". Para los que organizan, les permite el flujo econ¨®mico necesario. Para los que sufragan, llegar a un espectro de p¨²blico en el que promover el consumo de su producto. Es decir, si patrocina una marca de cerveza o vodka, solo se sirve esa marca al p¨²blico. En casos como el festival Greenspace se lleva al extremo de que ¨²nicamente se sirve cerveza -Heineken, en este caso-, sin opci¨®n a cubatas. El p¨²blico suele aceptar esto como parte de lo que significa ver a grandes estrellas en el escenario. Dejando aparte los muchos de jazz o m¨²sica sinf¨®nica, el aluvi¨®n de opciones para el verano es diverso. Los d¨ªas 16 y 17, en La Nucia, llega el Medi¨¤tic, dedicado al pop, y ese mismo 17, tambi¨¦n el Reggae by the Beach, en la zona portuaria de la Copa del Am¨¦rica. Tambi¨¦n en Valencia, desde ayer, camina el Etnom¨²sic en la Benefic¨¨ncia, donde durante un mes se muestran las m¨²sicas del mundo. En el aire queda el accidentado festival electr¨®nico de origen castellonense Electrosplash, y ya se adviene tanto un festival de gospel como la llegada de un FIB cada vez m¨¢s gigantesco. En total, un buffet de muchos platos tanto para sibaritas como para amantes de la comida r¨¢pida.