Ojal¨¢ sea buena
En el a?o 1981, en los Ideales de la calle General Concha de Bilbao, pas¨¦ mucho miedo. Mi t¨ªo Juan Carlos (Eguillor, el dibujante) nos llev¨® a mi hermano y a m¨ª a ver En busca del arca perdida. Mi hermana se qued¨® en casa: las pel¨ªculas de acci¨®n no le gustaban a una ni?a de nueve a?os. Por aquel entonces, yo ten¨ªa cuatro a?itos y mi familia era muy cin¨¦fila, as¨ª que era normal que fuera a una sala de cine, viera cine de terror por la tele (lo pas¨¦ fatal con El hombre menguante) o mi madre me hablara de las bondades del cine de John Ford.
Del visionado de la primera aventura de Indiana Jones recuerdo poco. S¨®lo me vienen a la cabeza im¨¢genes de fantasmas saliendo de una especie de sarc¨®fago y a los malos de la peli derriti¨¦ndose como figuras de cera. No puedo decir que podamos hablar de trauma infantil, pero es una experiencia que me marc¨® bastante, como cuando fui por primera vez al cine a ver El imperio contraataca y me despert¨¦ en la batalla de la nieve con todas aquellas naves disparando rayos l¨¢ser.
Dentro de unas semanas se estrena la nueva aventura de Indiana Jones e imagino que quienes vimos las primeras tres pel¨ªculas en el cine estamos bastante ansiosos con el retorno del h¨¦roe de la chupa de cuero y el l¨¢tigo. Algunos se muestran emocionados hasta l¨ªmites inimaginables, como un grupo de amigos m¨ªos que se van a ver el estreno a Estados Unidos para tener una "experiencia total" al ver la peli (aunque har¨ªan mejor en irse a Jordania o Malasia, escenarios mucho m¨¢s Indiana Jones"...) Y otros, como yo, miramos con cierto escepticismo su regreso, ya que un Indy de la era digital puede ser un chasco bastante considerable. Es cierto que Spielberg ha asegurado que la pel¨ªcula est¨¢ hecha como las de anta?o, con pocos efectos de ordenador y mucha acci¨®n f¨ªsica, pero no se me quita de la cabeza lo que mi amigo Nacho Vigalondo me dijo el otro d¨ªa: "He visto m¨¢s im¨¢genes de Indiana Jones y tienen un rollo Lara Croft que echa para atr¨¢s". Lo que tambi¨¦n asegura Nacho es que las secuencias de acci¨®n son espectaculares. Detr¨¢s de ellas, por cierto, hay un vasco. El director de fotograf¨ªa de la segunda unidad (la que se encarga de las escenas con especialistas, las persecuciones y dem¨¢s...) es Flavio Labiano, operador de pel¨ªculas como El d¨ªa de la bestia, ?xtasis o Los cronocr¨ªmenes.
Tiene poco sentido ponerse nost¨¢lgico a los 30, sobre todo porque uno se pregunta qu¨¦ le pasar¨¢ a los 80 (?tendr¨¦ nostalgia de la nostalgia? ?metanostalgia?), pero no todos los d¨ªas uno se reencuentra con un personaje junto al que ha crecido en las salas de cine, en los videoclubes y en los p¨®sters de la habitaci¨®n. Ojal¨¢ sea buena.
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