Los trabajadores no quieren pagar la crisis

En 2007, medio mill¨®n de trabajadores andaluces estaban empleados en la construcci¨®n, aproximadamente 2,5 veces m¨¢s de la media de las dos d¨¦cadas anteriores. Esto hace pensar que la crisis que atraviesa el sector del ladrillo puede tener consecuencias 2,5 veces m¨¢s graves que durante la legendaria resaca de la Expo, en 1992 y 1993. Los obreros no quieren ser los paganos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que est¨¢ agobiando tanto a las compa?¨ªas grandes como a las peque?as y medianas empresas subcontratistas. "Se ha cubierto la demanda de vivienda. Si a esto le a?adimos la subida de tipos de inter¨¦s y la mala situaci¨®n econ¨®mica mundial, es como para estar preocupados", asegura C¨¢ndido Jim¨¦nez, secretario general de la Federaci¨®n de Construcci¨®n, Madera y Afines (Fecoma), de CC OO.

Para este sindicalista, la soluci¨®n pasa, en parte, por poner en marcha el pacto andaluz por la vivienda y por impulsar la rehabilitaci¨®n de casas de la mano de los ayuntamientos.

"Los municipios tienen que poner al d¨ªa a sus servicios t¨¦cnicos y jur¨ªdicos para agilizar todo lo posible las licencias y los tr¨¢mites, sobre todo en la rehabilitaci¨®n de inmuebles, en la que se emplea mucha mano de obra y de especialidades muy variadas", reclama Jim¨¦nez. El representante sindical considera que, a pesar del exceso "insostenible" de trabajadores, el sector est¨¢ en "mejores condiciones para afrontar la crisis que en 1993".

Otras medidas para paliar los efectos del par¨®n inmobiliario son, seg¨²n Jim¨¦nez, las jubilaciones anticipadas de los trabajadores mayores de 55 a?os que ejecuten trabajos penosos y peligrosos y reducir las horas extraordinarias. "Seg¨²n nuestro c¨¢lculo, los trabajadores andaluces echan al a?o 90 millones de horas extraordinarias, es decir, el trabajo de entre 50.000 y 60.000 empleados nuevos", afirma.

Entre los da?os colaterales de las paralizaciones est¨¢n "numerosas subcontratas" que dejan de trabajar. "Muchas desaparecen sin dar de baja a los trabajadores y dejan de pagar, apareciendo luego bajo otra denominaci¨®n. Deben dinero a la Seguridad Social y los asalariados ni siquiera pueden irse al desempleo. La patronal se est¨¢ aprovechando de esta coyuntura para abaratar contratos", denuncia Antonio Rosal, secretario provincial de Construcci¨®n de CC OO en Almer¨ªa.