Rajoy se aferra a la econom¨ªa para salir del pozo
El l¨ªder del PP compara su situaci¨®n de acoso con la de Aznar en 1993, cuando perdi¨® por segunda vez las elecciones
Fue el mi¨¦rcoles. Poco antes de reconocer ante la prensa por primera vez que su partido est¨¢ en una situaci¨®n dif¨ªcil, Mariano Rajoy recibi¨® un espont¨¢neo grito de aliento de un estudiante: "Bravo, Rajoy, bravo". Sorprendido, el l¨ªder del PP se gir¨® hacia Jos¨¦ Bono, presidente del Congreso, y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, su mano derecha, que le acompa?aban en una universidad madrile?a al homenaje a Rogelio Ba¨®n, diputado del PP fallecido durante la campa?a electoral. "Bueno, por lo menos tengo a uno", les dijo en voz baja con su conocida sorna, y ellos sonrieron. La an¨¦cdota da una idea del momento interno que vive el PP, el peor desde que lo dirige Rajoy, seg¨²n ha confesado ¨¦l mismo. Y el peor desde 1990, seg¨²n Jaime Mayor.
Cree que, si supera el bache, con la crisis econ¨®mica podr¨¢ remontar el vuelo
El PP pone a los conservadores brit¨¢nicos de ejemplo de recuperaci¨®n
La prioridad es dejar de dar miedo, suavizar la imagen del partido
"Sus enemigos saben que si tiene tiempo se recuperar¨¢", dicen en su entorno
Los 'marianistas' creen que Aguirre se ha hundido por su impaciencia
Gestos como el de Acebes demuestran que los veteranos est¨¢n muy molestos
Sin embargo, Rajoy est¨¢ tranquilo, o al menos lo quiere aparentar. No para de decir que tiene todo bajo control, que sabe lo que hace, y que tiene una estrategia, aunque nadie sepa bien cu¨¢l es ni ¨¦l ofrezca ninguna pista. "Es que la estrategia no se cuenta, ya la ir¨¦is viendo", insiste el l¨ªder. ?l, recuerda, lleva 30 a?os en el PP (antes AP) y ha visto todo tipo de crisis, de las que siempre ha salido airoso. Habla con frecuencia de las crisis de liderazgo de Fraga, pero sobre todo de Aznar en 1993. De hecho, cree que la situaci¨®n actual es bastante parecida a la de ese a?o, en el que ex presidente fue derrotado por segunda vez por Felipe Gonz¨¢lez. Y eso que lo ten¨ªa todo a favor. Ya hab¨ªan saltado varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n -sobre todo el de Juan Guerra, y acababa de dimitir el gobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio- y la crisis econ¨®mica arreciaba.
Muchas personas importantes del partido y empresarios empezaron a trasladar la idea de que Aznar no val¨ªa como candidato, y se hizo famosa la frase de que el ex presidente no ten¨ªa "carisma". "Yo he vivido el acoso contra Aznar despu¨¦s de la derrota de 1993. S¨¦ lo que es esto, no es nuevo", cuenta Rajoy a sus colaboradores.
El l¨ªder del PP, que ha logrado acabar con toda la generaci¨®n de ex ministros de Aznar que le acompa?aba -¨¦l ya es el ¨²nico en la c¨²pula- no tiene a¨²n una nueva l¨ªnea pol¨ªtica, pero s¨ª algunas ideas. De momento, aumentar¨¢ los esfuerzos para conseguir pactos con el Gobierno, el primero de ellos el de Justicia, Poder Judicial incluido. Con ello, sumado a los nombramientos de j¨®venes como S¨¢enz de Santamar¨ªa, no vinculados al aznarismo, quiere mejorar la imagen del partido.
La prioridad absoluta de Rajoy, basada en los resultados electorales y en la interpretaci¨®n que le sugiere su principal asesor, el soci¨®logo Pedro Arriola, es dejar de dar miedo, lograr suavizar la imagen del partido para evitar que el voto anti-PP permita ganar de nuevo al PSOE. Esa idea vale para toda Espa?a, pero sobre todo para Catalu?a y Pa¨ªs Vasco. "Entre las dos, el PSOE nos saca 23 esca?os", es el an¨¢lisis de Rajoy.
El l¨ªder y su equipo creen que esta crisis de liderazgo se superar¨¢ como la de Aznar en 1993: con tiempo. Aunque saben que tienen por delante varios tragos amargos y uno, el peor, en la tierra del l¨ªder. Las encuestas auguran que el PP se alejar¨¢ a¨²n m¨¢s de la mayor¨ªa absoluta en las elecciones gallegas previstas para junio de 2009. Rajoy se volcar¨¢, como hizo en las ¨²ltimas. El entorno del bar¨®n gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se enfada cuando ve que los enemigos del l¨ªder est¨¢n esperando a las gallegas para asestarle el mazazo definitivo. "Que me presenten a un dirigente territorial que gan¨® a la primera", suele decir N¨²?ez Feij¨®o. ?l se hizo cargo del partido en 2006.
Los marianistas conf¨ªan sobre todo en la crisis econ¨®mica, que ven imparable y mucho m¨¢s fuerte de lo esperado. Hoy, de hecho, se presenta la ponencia econ¨®mica que el PP discutir¨¢ en el congreso de junio. "Los enemigos de Rajoy saben que si tiene un poco de tiempo se recuperar¨¢ y todo jugar¨¢ a su favor, por eso le acosan ahora que est¨¢ d¨¦bil. Pasar¨¢ como en Inglaterra. El conservador Cameron no levantaba cabeza hasta que lleg¨® la crisis. Gordon Brown est¨¢ sepultado por los malos datos econ¨®micos, y ahora Cameron es favorito. Si nos dan un poco de tiempo, todo juega a nuestro favor", sentencia una persona que ha apostado por Rajoy.
"Zapatero ya no podr¨¢ contar con la fuerza de la novedad. La crisis econ¨®mica le obligar¨¢ a hablar de gesti¨®n, a gobernar y a mancharse, y ya no tendr¨¢ el truco de usar cuestiones muy efectistas como la retirada de las tropas de Irak o el matrimonio homosexual", suele decir el propio Rajoy a sus colaboradores.
La crisis econ¨®mica, por tanto, es el clavo ardiendo al que se agarra un l¨ªder que sufre cada d¨ªa el acoso de medios de comunicaci¨®n, El Mundo y la Cope, en los que ¨¦l m¨¢s se ha apoyado estos cuatro a?os para acosar al Gobierno. De hecho, ¨¦l llega a decir que las crisis "viene m¨¢s de fuera que de dentro del partido". Sin embargo, varios dirigentes regionales consultados, que acuden con frecuencia a cenas y actos locales, ven a la militancia muy preocupada. "Escuchan a la Cope m¨¢s de lo que nos gustar¨ªa", sentencia uno.
Adem¨¢s, al margen de los medios conservadores, cada d¨ªa es m¨¢s evidente la distancia de los veteranos del partido con el l¨ªder, miembro de su misma generaci¨®n que, sin embargo, ha apostado por jubilarlos. Algunos le piden que organice un Perbes 2, la reuni¨®n de notables en el chal¨¦ de Fraga en 1989, en la que se decidi¨® que Aznar fuera el candidato a las generales. ?l se defiende: "Es que muchos est¨¢n fuera de la pol¨ªtica. Rato est¨¢ fuera. Y Aznar tambi¨¦n, aunque hay gente que parece que le quiere empujar a meterse". Sin embargo, gestos como el de Acebes, que ha decidido echarse a un lado a mes y medio del congreso de junio, dejando al l¨ªder en una soledad cada d¨ªa m¨¢s insoportable, evidencian que los veteranos est¨¢n muy molestos.
A pesar del dramatismo de la situaci¨®n, que nadie niega, los marianistas est¨¢n satisfechos. Saben que el tiempo, la inercia y sobre todo la fuerza del aparato han jugado a su favor. De momento, han conseguido acabar por completo con cualquier rastro de zaplanismo, su gran enemigo. Baste pensar que en cuatro a?os, S¨¢enz de Santamar¨ªa, pese a ser la persona de m¨¢xima confianza de Rajoy, apenas intervino media docena de veces desde la tribuna del Congreso, porque la direcci¨®n del grupo, en manos de los zaplanistas, no le dejaba espacio. Mientras, desde su esca?o, ella ve¨ªa c¨®mo Ana Torme, por ejemplo, hablaba una y otra vez y preguntaba al Gobierno sobre distintos asuntos.
Ahora, S¨¢enz de Santamar¨ªa, que insiste en que quiere repartir juego a todo el mundo, hab¨ªa reservado para la diputada el puesto de portavoz adjunta de Seguridad Vial, una humillaci¨®n porque ella antes ya hab¨ªa sido portavoz en ese asunto. Torme rechaz¨® el puesto en p¨²blico.
Pero, sobre todo, los marianistas est¨¢n satisfechos, explican, porque creen que Esperanza Aguirre, con su impaciencia, se ha hundido en su propio pozo. Hasta los ac¨¦rrimos enemigos de la presidenta de Madrid, situados en el entorno de Rajoy, reconocen que ella ten¨ªa mucho tir¨®n en las bases del partido, bastante m¨¢s que ¨¦l, querido por su fidelidad al PP pero que no despierta grandes entusiasmos. Ahora creen que, con su amago de candidatura, que ha dejado en evidencia su ambici¨®n, Aguirre ha perdido buena parte de ese respaldo popular. Saben que no es que Rajoy haya mejorado en ese aspecto, pero ha deteriorado la imagen de su rival.
Ella, de hecho, le culpa de haber logrado que quede como la mala de la pel¨ªcula, especialmente con el comunicado p¨²blico que hizo en enero, tras la tensa reuni¨®n en la que se descart¨® la candidatura de Gallard¨®n. Rajoy desvel¨® all¨ª a todos que Aguirre hab¨ªa puesto encima de la mesa su posible dimisi¨®n como presidenta para ir en la lista al Congreso si Gallard¨®n tambi¨¦n estaba all¨ª. Ella no perdona esa inaudita exposici¨®n p¨²blica de lo que siempre vio como un ofrecimiento privado.
Sin embargo, a pesar de esta satisfacci¨®n de los marianistas, casi nada est¨¢ saliendo como esperaba el l¨ªder. Rajoy se ha ido quedando solo y no siempre lo ha buscado. Hace s¨®lo un a?o, un grupo de notables so?aba con quitarse de en medio a los duros (Acebes y Zaplana, sobre todo) y construir un polo moderado en torno a Rajoy. Tres de ellos estaban en maitines, la c¨²pula del partido (Javier Arenas, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y Josep Piqu¨¦), y otros, como N¨²?ez Feij¨®o, contaban con la confianza del l¨ªder. Todos coincid¨ªan en dos cosas: no les gustaba la oposici¨®n centrada en asuntos como el 11-M y eran muy gallardonistas, como la mayor¨ªa de las personas de m¨¢xima confianza del l¨ªder. Pero la dimisi¨®n de Piqu¨¦, decepcionado con el l¨ªder, y el portazo con el que Rajoy trunc¨® la entrada de Gallard¨®n en el Congreso, ha desmantelado tambi¨¦n esa opci¨®n. La ¨²nica salida que le queda es contar con la siguiente generaci¨®n. O no.
Mariano Rajoy rechaz¨® ayer de plano en Gandia la agenda pol¨ªtica del Gobierno. Ante medio millar de afiliados y cargos p¨²blicos, afirm¨®: "Ser¨ªa un drama para Espa?a que pasara lo que en la ¨²ltima legislatura y habl¨¢semos de debate de naciones, memoria hist¨®rica o Ibarretxe..." y no de agua, paro, inmigraci¨®n y econom¨ªa, "que es lo que m¨¢s preocupa a los espa?oles".
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