La Audiencia revoca el procesamiento de los militares que mataron a Couso
Uno de los magistrados discrepa por "existir suficientes indicios de criminalidad"
La investigaci¨®n del caso Couso -la muerte del c¨¢mara de Tele 5 Jos¨¦ Couso por el disparo de un tanque norteamericano cuando cubr¨ªa la toma de Bagdad en 2003- constituye una aut¨¦ntica peripecia jur¨ªdica. S¨®lo as¨ª se entiende que varios jueces hayan instruido el caso, que se decretara la b¨²squeda y captura internacional de los presuntos autores del crimen -tres militares norteamericanos-, que se revocase esa decisi¨®n, que la Audiencia Nacional archivase el caso, que el Supremo ordenase su reapertura, que un juez de la Audiencia procesase a los tres militares mencionados y que otro tribunal, por dos votos a uno, levantase el procesamiento.
Dos de los jueces tachan al instructor de "vileza y bajeza moral"
El magistrado discrepante acusa a sus colegas de usar "criterios ins¨®litos"
La ¨²ltima decisi¨®n, por el momento, deja sin efecto el procesamiento y las medidas cautelares adoptadas contra el teniente coronel Philip de Camp, el capit¨¢n Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, responsables de la muerte del c¨¢mara Jos¨¦ Couso.
El juez Santiago Pedraz hab¨ªa considerado en abril de 2007 que los tres militares dispararon contra el Hotel Palestina en un acto para amedrentar a los periodistas que cubr¨ªan la guerra, ya que el mismo d¨ªa se produjeron ataques norteamericanos contra las cadenas de televisi¨®n Al Yazira y Abu Dhabi. El juez infer¨ªa que los militares norteamericanos sab¨ªan que en el Hotel Palestina s¨®lo se alojaban periodistas y que el disparo fue premeditado porque desde que el sargento Gibson inform¨® de la situaci¨®n hasta que dispar¨® con la autorizaci¨®n de sus superiores transcurrieron 10 minutos.
Los magistrados ?ngel Luis Hurtado y Ferm¨ªn Echarri, siguiendo la err¨¢tica postura del fiscal en este caso, han asegurado que no es descartable que el "disparo efectuado desde el carro de combate se realizara en la creencia de que se dirig¨ªa contra un elemento hostil, err¨®neamente identificado". Los dos magistrados no aprecian intencionalidad en la muerte de los civiles (como consecuencia del disparo adem¨¢s de Couso falleci¨® el reportero de la agencia Reuters Taras Protsyuk) y consideran posible la hip¨®tesis de que los norteamericanos creyeran que hab¨ªa un francotirador y, por tanto, "los resultados de muerte se encontrar¨ªan exculpados por un eventual error".
Los citados magistrados llegan a decir que el planteamiento de Pedraz al decir que se trataba de amedrentar a unos periodistas "es de una vileza y bajeza moral, que resulta dif¨ªcil de asumir, sin m¨¢s". Uno de los letrados de la acusaci¨®n tras leer este p¨¢rrafo lleg¨® a comentar: "Estos jueces nunca oyeron hablar de Abu Graib". Otro dijo: "Es la larga mano del imperio".
La interpretaci¨®n del tribunal, en todo caso, resulta magn¨¢nima con los imputados, que nunca comparecieron a declarar en la causa y cuyo Gobierno ¨²nicamente ha presentado un informe dando los hechos por sentados bas¨¢ndose ¨²nicamente en la mera palabra de los tres acusados. Informe del que el tribunal se?ala que "no tiene por qu¨¦ dudar".
El tercer integrante del tribunal, Jos¨¦ Ricardo de Prada, hizo un voto particular discrepante en el que se?ala que "existen suficientes indicios racionales de criminalidad para procesar a los tres militares". Pero es que, adem¨¢s, este magistrado se?ala que de seguir los "criterios y razonamientos ins¨®litos" de sus compa?eros habr¨ªa que levantar todos los procesamientos que se siguen en la Audiencia Nacional. En este caso, se?ala, "cabe apreciar un ataque intencional, indiscriminado y desproporcionado contra objetivos civiles".
Historia de un ataque impune
-8 de abril de 2003. El c¨¢mara de Tele 5 Jos¨¦ Couso es alcanzado por el disparo de un tanque norteamericano cuando se encontraba en el piso 15 del Hotel Palestina, de Bagdad.
- 27 de mayo de 2003. La madre y tres hermanos de Couso, por un lado, y la viuda e hijos, por otro, se querellan contra los autores de los disparos. El juez Ruiz Polanco inicia las primeras investigaciones.
-21 de abril de 2004.El magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz solicita el auxilio judicial internacional al fiscal general de Estados Unidos para recabar documentaci¨®n sobre los hechos investigados.
-6 de junio de 2005.El juez pide a Estados Unidos poder tomar declaraci¨®n en calidad de imputados a los tres militares implicados. Ninguna de las peticiones tiene respuesta.
-19 de octubre de 2005.Santiago Pedraz ordena la detenci¨®n internacional a efectos de extradici¨®n de los tres militares estadounidenses responsables de la muerte de Jos¨¦ Couso. Los imputados son el sargento Thomas Gibson, que realiz¨® el disparo desde el tanque; el capit¨¢n Philip Wolford, que ten¨ªa el mando de la unidad de blindados, y el teniente coronel Philip de Camp, que mandaba el Regimiento de Blindados n? 64.
-20 de octubre de 2005. El fiscal Pedro Rubira recurre la decisi¨®n de detener a los militares americanos.
-14 de febrero de 2006. El Departamento de Justicia de Estados Unidos comunica al Ministerio de Justicia que rechaza ejecutar el auxilio judicial solicitado por Santiago Pedraz en la investigaci¨®n del caso Couso.
-10 de marzo de 2006.La Secci¨®n Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archiva el caso por entender que no se trata de un asesinato, sino de un "acto de guerra contra un enemigo aparente err¨®neamente identificado". El tribunal considera que no tiene jurisdicci¨®n para investigar los hechos y revoca las ¨®rdenes de detenci¨®n de los tres militares norteamericanos.
-25 de abril de 2006. La familia de Couso recurre el archivo del caso al Tribunal Supremo.
-14 de diciembre de 2006. El Supremo da la raz¨®n a la familia y ordena a la Audiencia que reabra el caso.
-27 de abril de 2007. El juez Pedraz procesa a los tres militares por delito contra la comunidad internacional (castigado con penas de 10 a 15 a?os) y asesinato (de 15 a 20 a?os)
-13 de mayo de 2008. La Audiencia revoca el procesamiento de los militares norteamericanos.
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