La investigaci¨®n con embriones gana partidarios en Espa?a

Los espa?oles est¨¢n en los primeros puestos de aceptaci¨®n del uso de embriones de pocos d¨ªas para investigar con sus c¨¦lulas madre: son los quintos de un estudio con 15 pa¨ªses, tras Dinamarca, Suecia, la Rep¨²blica Checa y Holanda, cuando se les pregunta por la posibilidad de utilizar los embriones sobrantes de los procesos de fecundaci¨®n asistida.

La mayor¨ªa antepone los beneficios m¨¦dicos a otros miedos

Pero a¨²n van m¨¢s all¨¢. En la encuesta, que ha hecho la Fundaci¨®n BBVA en 12 pa¨ªses europeos (los otros son Italia, Reino Unido, Francia, Polonia, Alemania, Irlanda y Austria) y tres potencias biotecnol¨®gicas no europeas (Estados Unidos, Jap¨®n e Israel), los espa?oles ocupan la segunda plaza entre quienes aceptar¨ªan que se crearan embriones s¨®lo para investigar, una pr¨¢ctica que ley de investigaci¨®n biom¨¦dica que hicieron los socialistas en 2006 permite (s¨ª autoriza la llamada transferencia nuclear, pero en esta t¨¦cnica no se usan embriones propiamente dichos, porque no son fruto de la uni¨®n de un ¨®vulo y un espermatozoide).

Lo mismo ocurre con otra t¨¦cnica que en Espa?a no est¨¢ permitida: la creaci¨®n de embriones h¨ªbridos, mezcla de material gen¨¦tico animal y de humano. Aunque el rechazo a esta t¨¦cnica es mayoritario, Espa?a es el tercer pa¨ªs m¨¢s permisivo, por detr¨¢s de Israel y la Rep¨²blica Checa.

El trabajo, que se ha hecho mediante 1.500 encuestas en cada uno de los pa¨ªses, tiene un nivel de confianza del 95,5%. Es la segunda parte, ampliada, de otro similar de hace cinco a?os. Entonces s¨®lo participaron ocho pa¨ªses europeos, y Espa?a ya era de los m¨¢s proclives a aceptar las nuevas biotecnolog¨ªas (por ejemplo, los transg¨¦nicos). Los espa?oles ya aprobaban la t¨¦cnica (le daban un 5,6 en una escala en la que 0 significaba rechazo total y 10 una completa aceptaci¨®n), por detr¨¢s de Francia y Holanda. Ahora son los segundos, con un 6,1, por detr¨¢s de Holanda. Y se mantienen los primeros de aquellos ocho (Espa?a m¨¢s Italia, Reino Unido, Holanda, Francia, Polonia, Austria y Alemania) entre los que creen que se pueden crear embriones para investigar.

"Los espa?oles siempre han tenido actitudes muy favorables frente a los avances", quiz¨¢ por el r¨¢pido desarrollo, el "crecimiento y los cambios" experimentados en los ¨²ltimos a?os. "La ciencia es recibida muy positivamente", dijo ayer la coordinadora del trabajo, Mariana Szmulewicz. Esta actitud se demuestra en una pregunta clave: son quienes m¨¢s de acuerdo est¨¢n en que los beneficios m¨¦dicos que pueden obtenerse de las c¨¦lulas madre embrionarias son mucho m¨¢s importantes que los derechos de los embriones.

El estudio hace hincapi¨¦ en los aspectos morales de esta investigaci¨®n, y llega a la conclusi¨®n de que las religiones mayoritarias en cada pa¨ªs desempe?an un papel fundamental para su aceptaci¨®n. En todos se da una brecha entre los no creyentes, que opinan mayoritariamente que un embri¨®n de pocos d¨ªas no es m¨¢s que un conjunto de c¨¦lulas y que no tiene sentido hablar de su condici¨®n moral (en Espa?a lo dice el 40,8% de quienes no son religiosos) y los creyentes, que creen que tiene una condici¨®n moral muy parecida o igual que la de un ser humano.

Esta dicotom¨ªa se da en todos los pa¨ªses, independientemente de cu¨¢les sean las creencias, menos en Jap¨®n, donde tanto budistas como no creyentes confieren mayoritariamente al embri¨®n la condici¨®n de ser humano.