Hablemos de dinero

Ha llegado el momento de hablar de dinero. La legislatura pasada se consumi¨® en la reforma de diversos estatutos de autonom¨ªa. Toca ahora definir como se van a financiar las comunidades aut¨®nomas.

El primer principio que debe respetarse es el de la igualdad. Todos los espa?oles, vivan donde vivan, o ganen lo que ganen, tienen los mismos derechos. Todos, menos vascos y navarros, que por razones hist¨®ricas, que habr¨¢ que revisar alg¨²n d¨ªa, disfrutan de un ventajoso sistema propio.

Entre el resto de comunidades, dos son los principales referentes: Andaluc¨ªa y Catalu?a. Los catalanes reclaman que el Estado negocie con ellos un nuevo modelo, que se haga de inmediato y que se limite y reduzca el fondo de suficiencia a la sanidad, la educaci¨®n y algunos servicios sociales, dejando fuera las infraestructuras, la vivienda o el medio ambiente. El resto de comunidades rechaza la posici¨®n catalana.

La propuesta de Andaluc¨ªa tambi¨¦n es conocida. En 2006 remiti¨® al Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera (CPFF) un documento con las l¨ªneas maestras que deben regir el nuevo modelo de financiaci¨®n. Andaluc¨ªa plante¨® su propuesta en el lugar adecuado, el CPFF. En buena medida, la pol¨¦mica desatada estos d¨ªas por el tema de la financiaci¨®n se ha producido, en opini¨®n del secretario general de la Consejer¨ªa de Hacienda de la Junta, Jos¨¦ de Haro, porque varias comunidades han anticipado planteamientos parciales fuera del Consejo.

La propuesta andaluza busca conciliar los intereses de todas las comunidades. El equipo que dirige el consejero de Econom¨ªa y Hacienda, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, que ha realizado un excelente trabajo, sigue planteando que el nuevo modelo de financiaci¨®n debe estar basado fundamentalmente en la poblaci¨®n. Aunque, como es el caso, Andaluc¨ªa resulte perjudicada. Hace ocho a?os, la reivindicaci¨®n de la Junta al Gobierno de Aznar era que se reconociera a efectos de financiaci¨®n la existencia de 460.000 andaluces no incluidos en las cuentas de Madrid. La poblaci¨®n hab¨ªa crecido, pero el Gobierno central no lo ten¨ªa en cuenta.

Ahora es diferente. Si bien la poblaci¨®n de Andaluc¨ªa ha crecido en n¨²meros absolutos (pasa de 7,5 millones a 7,9), ha bajado en porcentaje respecto al total de la poblaci¨®n espa?ola (del 19,5% al 19,1%). Otras comunidades, Valencia, Murcia, Baleares, Catalu?a, han aumentado su porcentaje, entre otras razones por la masiva llegada de inmigrantes.

El secretario general de Hacienda explicaba a este periodista que el modelo andaluz pretende una mejor medici¨®n de las necesidades financieras de las comunidades. No s¨®lo hay que contabilizar el aumento o disminuci¨®n de la poblaci¨®n, sino analizarla en profundidad. Por ello, se deben tener en cuenta los dos tramos de poblaci¨®n que demandan m¨¢s atenci¨®n sanitaria: los ni?os de entre 0 y cuatro a?os y el de mayores de 65 a?os; tambi¨¦n hay que cuantificar el estado general de salud de los ciudadanos.

En educaci¨®n, parece l¨®gico tambi¨¦n tener presente el crecimiento de la poblaci¨®n en edad escolar. Y por ¨²ltimo, en cuanto a los servicios sociales, es de sentido com¨²n que debe ser evaluado el gasto que supondr¨¢ para las comunidades la puesta en marcha de la Ley de Dependencia.

Pero mientras Jos¨¦ de Haro se muestra confiado en que al final se llegar¨¢ a un acuerdo entre todas las comunidades, porque "hay muchos puntos de coincidencia", otros especialistas no las tienen todas consigo. Luis Angel Hierro, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Sevilla y ex diputado socialista, comenta que en tiempos de crisis como ahora, "si hay poco dinero, hay poco margen para la negociaci¨®n". Y en opini¨®n de Hierro, que acaba de regresar de un debate en Catalu?a sobre este espinoso asunto, "los catalanes quieren mucho dinero y para d¨¢rselo, otros tienen que perderlo".

Y nadie quiere perder dinero. ?se es el problema.