Educaci¨®n: ?Qui¨¦n nos falta?
En el informe Educaci¨®n para todos de la Unesco, se plantean estrategias para incorporar al esfuerzo educativo al mayor porcentaje posible de ciudadanos. La palabra clave es calidad. Sin calidad educativa la equidad se vac¨ªa de contenido y se convierte en algo formal y ret¨®rico. En la declaraci¨®n de Dakar se relaciona calidad con caracter¨ªsticas de los estudiantes (motivados), con procesos (profesores competentes capaces de usar metodolog¨ªas activas), contenidos (significativos) y sistemas de gesti¨®n (formas de gobernanza educativa que combinen capacidad de direcci¨®n y participaci¨®n, y asignaci¨®n de recursos equitativa). La propia Unesco reconoce que en su particular viaje sobre el concepto de calidad ha ido incorporando elementos formales e informales, evitando pr¨¢cticas discriminatorias y reforzando la importancia de los entornos que facilitan el aprendizaje y que vean a la educaci¨®n como un recurso comunitario estrat¨¦gico.
Necesitamos reforzar el sistema educativo y preguntarnos qui¨¦nes faltan, facilitando acceso y continuidad
?C¨®mo entender ese postulado de Educaci¨®n para todos? En el informe mencionado, el organismo internacional apunta distintas tradiciones. La humanista da prioridad a los elementos de entorno, las especificidades de cada alumno, una visi¨®n del aprendizaje m¨¢s como pr¨¢ctica social que como una tarea individual, y un papel del maestro m¨¢s como facilitador que como instructor. En la tradici¨®n conductivista, la Unesco apunta a la significaci¨®n de curr¨ªculos bien establecidos por las autoridades competentes, con procesos e indicadores de evaluaci¨®n bien establecidos de manera "objetiva", y con un papel esperado del profesor como el experto que dirige el aprendizaje y controla est¨ªmulos y respuestas. La visi¨®n cr¨ªtica del asunto pone el acento en los asuntos de equidad en el acceso y en los impactos finales del proceso de aprendizaje, dando prioridad al hecho de que la educaci¨®n no sea para reproducir desigualdades sociales y pautas de conocimiento que s¨®lo sirvan a ciertos grupos y ¨¦lites. En esta ¨²ltima perspectiva, la educaci¨®n es percibida como una palanca de cambio social, mientras que los contenidos se entienden como v¨ªas para incentivar el an¨¢lisis cr¨ªtico de las relaciones de poder y los caminos por los que el conocimiento se produce y se transmite.
Me interesa rese?ar el hecho de que el informe subraya la importancia de la educaci¨®n de adultos, y la relevancia de saber incorporar la pr¨¢ctica y experiencia acumulada por los propios alumnos para estimular el cambio social y la agencia (o capacidad de actuaci¨®n) de cada alumno. Por otro lado, y de manera consistente con la misi¨®n de cuidar la riqueza cultural del planeta, se enfatiza la importancia de saber recoger las tradiciones de cada espacio, de cada comunidad, apuntando a la riqueza potencial del enraizamiento local del proceso educativo, aprovechando las potencialidades educativas de cada sitio, a trav¨¦s de pr¨¢cticas de aprendizaje formales y no formales. Por todo ello, entiendo que cualquier responsable del sistema educativo catal¨¢n (educaci¨®n infantil, primaria, secundaria, adultos y universidad) deber¨ªa preguntarse si todos los que podr¨ªan estar implicados en la experiencia educativa que promueve est¨¢n o no presentes. Y si no es as¨ª, deber¨ªan trabajar para que los ausentes pudieran estarlo.
Como es evidente, lo que finalmente acabe haciendo un decisor pol¨ªtico concreto en un sistema educativo espec¨ªfico, acabar¨¢ dependiendo de qu¨¦ opciones ideol¨®gicas se asumen, y su concreci¨®n en decisiones sustantivas y operativas. Si atendemos al Anteproyecto de Ley de Educaci¨®n de Catalu?a que se ha hecho p¨²blico (que entiendo que modifica y mejora sustancialmente las bases publicadas anteriormente), se apunta a una concepci¨®n educativa que pone el ¨¦nfasis en progreso individual y colectivo de los catalanes, para que se superen "los condicionamientos personales, sociales, econ¨®micos y culturales de partida... para superar las desigualdades". Como tantas veces ha reiterado el consejero Maragall, se trata de combinar los objetivos de "equidad y excelencia". Por todo ello, no puedo dejar de manifestar mi extra?eza ante la anunciada reconfiguraci¨®n del sistema de bachillerato nocturno. Si primero se habl¨® de suprimir tal oferta, ahora se habla de reducir dr¨¢sticamente la misma, ofreciendo alternativas en el sistema virtual (Institut Obert de Catalunya) y en futuras flexibilidades del bachillerato diurno. Lo cierto es que la se?al que se ha lanzado es preocupante. No voy a entrar a discutir las disfuncionalidades de la oferta actual del bachillerato nocturno (bajo n¨²mero de alumnos, alto nivel de absentismo, baja tasa de eficacia terminal, deficiente cobertura del territorio...). Pero no parece muy acertado que desde las m¨¢ximas autoridades educativas del pa¨ªs se lance una modificaci¨®n tan sustancial del asunto, sin que los protagonistas del mismo (profesores, alumnos...) hayan tenido noticias desde hace a?os, ni buenas ni malas, por parte de los responsables de la pol¨ªtica educativa. No me cansar¨¦ de repetir que la situaci¨®n de los centros de educaci¨®n de adultos en Catalu?a requiere una urgente revitalizaci¨®n. Y no creo que nadie dude de que la franja de edad 16-18 a?os est¨¢ especialmente desatendida, ya que en muchos casos ni puede seguir estudiando ni puede empezar a formarse laboralmente. Nos conviene a todos (seamos "humanistas", "conductivistas" o "cr¨ªticos") mejorar las capacidades educativas de los adultos en Catalu?a y ayudar a subir las tasas de poblaci¨®n con niveles de educaci¨®n posobligatoria. Y ello no se conseguir¨¢ s¨®lo con facilitar el acceso a la ense?anza virtual, cuando el propio informe sobre educaci¨®n de adultos del Consejo de Evaluaci¨®n de Educaci¨®n recoge la alta correlaci¨®n entre personas mayores de 16 a?os sin estudios secundarios posobligatorios y un bajo acceso a Internet. Necesitamos repensar y reforzar el sistema educativo catal¨¢n y todos hemos de preguntarnos qui¨¦nes faltan, facilitando acceso y continuidad. Articulando bachillerato nocturno, formaci¨®n profesional, formaci¨®n continua y educaci¨®n de adultos en un sistema flexible, sin rigideces y con m¨²ltiples posibilidades de entradas y salidas. Tenemos a¨²n tiempo para corregir el rumbo.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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