Vivienda ultima un pacto con los municipios para impulsar el alquiler

En un momento de clara crisis inmobiliaria, la vivienda p¨²blica en alquiler se perfila como un refugio para capear el temporal, y a esa f¨®rmula quiere abonarse el Gobierno vasco. En su empe?o debe arrastrar al resto de agentes implicados en la construcci¨®n, especialmente los ayuntamientos, muy remisos a volcarse en ese segmento, que s¨®lo les supone gastos. El titular de Vivienda, Javier Madrazo, confirm¨® ayer que su departamento est¨¢ ultimando un gran acuerdo con Eudel, la asociaci¨®n que re¨²ne a los 251 municipios vascos, para dotar de un marco de financiaci¨®n estable a los consistorios que impulse el mercado de alquiler.

Tras el sorteo ayer en Vitoria de 249 pisos protegidos en arrendamiento promovidos por Vitalquiler (un proyecto de la Vital) y financiados en parte por la consejer¨ªa, Madrazo reconoci¨® a EL PA?S la escasa implicaci¨®n de los ayuntamientos en este mercado, pero aventur¨® que pronto las cosas van a cambiar. "Estamos trabajando intensamente para dar una cobertura financiera a los ayuntamientos y que se sumen a la promoci¨®n de alquiler. Les vamos a ofrecer pronto un paraguas financiero interesante. En estos momentos, el alquiler resulta una v¨ªa fundamental" para que algunos colectivos, como los j¨®venes, puedan emanciparse.

S¨®lo se ha levantado el 25% de las 8.500 casas para arrendar previstas hasta 2009

Madrazo eludi¨® precisar las condiciones del pacto y se limit¨® a indicar que se est¨¢ estudiando "c¨®mo dar a los ayuntamientos una cobertura atractiva y correr con una parte importante de los gastos, porque se trata de una inversi¨®n a fondo perdido". El principal inconveniente de una promoci¨®n de vivienda en alquiler frente a los pisos libres o los de protecci¨®n oficial es que las instituciones no ganan nada, lo que retrae a los municipios.

Lo cierto es que el arrendamiento sigue bajo m¨ªnimos en Euskadi, pese a los incentivos del Gobierno. En estos momentos, apenas un 5,2% de las familias vascas vive de alquiler (41.000 en t¨¦rminos absolutos), muy lejos de los niveles de pa¨ªses como Francia y Alemania, y dos puntos por debajo de la media espa?ola.

Otro dato que abunda en las reticencias que muestran los ciudadanos y los ayuntamientos al alquiler lo refleja el desarrollo del Plan Director de Vivienda para el cuatrienio 2006-09, que ha pinchado en este terreno. Cuando ha superado su ecuador, Ejecutivo, ayuntamientos y promotores privados s¨®lo han construido 2.084 pisos en esa modalidad, el 25% de los 8.500 previstos hasta 2009. Las cifras de arrendamiento se resumen as¨ª: de los 1.200 alojamientos dotacionales, destinados a j¨®venes y con car¨¢cter rotatorio, que debe construir el Gobierno, ya est¨¢ levantando el 48%. De los 2.600 pisos sociales ha iniciado el 38%. De cada 100 viviendas que sortea el Ejecutivo, un 46% es de alquiler. Frente a estos n¨²meros, los ayuntamientos no han hecho ning¨²n alojamiento rotacional (tienen asignados 400), ning¨²n piso de alquiler social (deben levantar 600) y han iniciado s¨®lo el 11% de los 1.750 pisos protegidos que deben destinar a arrendamientos. Los promotores no han hecho nada.

Un portavoz de Eudel expres¨® su confianza en el nuevo acuerdo de financiaci¨®n y recalc¨® que si los ayuntamientos no han hecho m¨¢s es "por falta de dinero", no por rechazar la filosof¨ªa de impulsar el alquiler.