La sombra del torero
Joaqu¨ªn P¨¦rez Aza¨²stre se adentra en la novela negra con 'La suite de Manolete'
La muerte del torero Manolete paraliz¨® Espa?a en 1947. La cornada del toro Islero destruy¨® una vida joven y forj¨® una leyenda. La sombra del torero planea sobre la novela La suite de Manolete (Alianza Editorial), de Joaqu¨ªn P¨¦rez Aza¨²stre (C¨®rdoba, 1976). La obra gan¨® el IX Premio Unicaja de Novela Fernando Qui?ones.
La novela se inicia con el reencuentro de dos viejos compa?eros de universidad, Bruno D¨ªaz y Fabi¨¢n Alder. El funeral de Jon Garc¨¦s los ha juntado. D¨ªaz y Alder reflexionan sobre algunos hechos no aclarados en torno a la muerte del amigo.
Garc¨¦s escrib¨ªa una biograf¨ªa sobre Manolete antes de morir. El estreno de una pel¨ªcula, que lleva el t¨ªtulo de la novela, vuelve a poner a Manolete en el centro de la intriga. Carlos Colomer, productor de la pel¨ªcula, y Diana Rold¨¢n, estrella de la cr¨®nica social c¨¦lebre por sus divorcios, son otros personajes que dan solidez a una trama de novela negra que transcurre entre los a?os cuarenta y la actualidad en dos escenarios tan llenos de vericuetos y laberintos como C¨®rdoba y Madrid.
"La historia de Manolete tiene mucho de tragedia griega", dice el autor
P¨¦rez Aza¨²stre cuenta que la novela surgi¨® de "una confluencia de historias" que ten¨ªa en la cabeza y quer¨ªa desarrollar en un relato. "Todos estos temas ten¨ªan como nexo la preocupaci¨®n por la identidad, la relaci¨®n entre lo que somos y lo que queremos ser, la soledad del hombre contempor¨¢neo... En cualquier caso, la escritura de esta novela tiene mucho que ver con el flechazo amoroso. Hay una raz¨®n interna, pero uno no la sabe. Simplemente apetece. Cuando uno escribe una novela o un poema es porque en ese momento resulta ineludible. Llega un momento en que sabes que est¨¢ ah¨ª y sabes que lo tienes que escribir", comenta P¨¦rez Aza¨²stre, que es autor de las novelas Am¨¦rica (2004) y El gran Felton (2006). El escritor cordob¨¦s es tambi¨¦n autor de poemarios, ensayos y un libro de relatos (Carta a Isadora, 2001).
La fascinaci¨®n de Manolete todav¨ªa sigue viva m¨¢s de medio siglo despu¨¦s de su muerte. "Contaba Orson Welles que la primera vez que pase¨® por los estudios de la RKO con Manolete los operarios y los extras se paraban al paso de los dos. Lo hac¨ªan por Manolete. Orson Welles comprendi¨® que Manolete ten¨ªa ese magnetismo, ese carisma que hac¨ªa que la gente se girara al mirarlo sin saber qui¨¦n era. Debi¨® de ser uno de esos personajes carism¨¢ticos que llenan una habitaci¨®n con su presencia. Su fascinaci¨®n excede el ¨¢mbito de la tauromaquia", explica P¨¦rez Aza¨²stre.
"Manolete ten¨ªa una personalidad serena, sobria, apasionada pero contenida. Ten¨ªa una presencia magn¨¦tica que irradiaba algo. Por eso la gente lo recuerda a ¨¦l y no a otros toreros. Porque ha habido otros grandes toreros y no se les recuerda tanto como a Manolete. Hizo rica a much¨ªsima gente. Fue millonario en la Espa?a de la cartilla de racionamiento. Y, sin embargo, no fue feliz. Cuando empez¨® a ser feliz se encontr¨® con su destino tr¨¢gico. Su historia tiene mucho de tragedia griega", agrega.
La relaci¨®n amorosa del torero con Lupe Sino contribuye tambi¨¦n al mito. "Manolete encontr¨® una gran oposici¨®n a su relaci¨®n con Lupe Sino. Las ¨²nicas fotos de Manolete sonriendo son siempre cuando est¨¢ con Lupe Sino. Tan mala no deb¨ªa ser. Y si era mala, no lo era tanto porque Manolete estaba feliz con ella. Lupe Sino fue una de tantas jovencitas con gracia y chispa en el Madrid medio bohemio, medio cinematogr¨¢fico y medio canallesco de los a?os cuarenta", asevera.
La novela muestra dos caracteres muy distintos en los personajes de Bruno y Fabi¨¢n. "Bruno es una persona que no tiene identidad al empezar la novela. Construye su identidad a medida que avanza la novela. Bruno va usurpando la identidad de su amigo muerto, va incorporando esa identidad dentro de s¨ª. Al empezar la novela est¨¢ vac¨ªo. Ha vivido con indiferencia hacia todo, se ha mantenido en una tierra de nadie. La muerte de su amigo le sit¨²a en una disyuntiva. Elige indagar y a partir de ah¨ª se va haciendo como persona. En cambio, Fabi¨¢n es un c¨ªnico simp¨¢tico que elige la comodidad y lo que mejor le venga en cada momento", comenta el autor. El recuerdo de Manolete se dibuja sobre los dos personajes como una niebla inquietante.
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